04/12/2008 01:28
Página 12 - Nota - Economía
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ECONOMIA › LA VUELTA DE AEROLINEAS
ARGENTINAS A UNA EMPRESA DEL ESTADO OBTUVO
MEDIA SANCION EN DIPUTADOS
Despegue rumbo a la expropiación
>El oficialismo consiguió aprobar
el proyecto del Gobierno con comodidad.
Introdujo algunos cambios y se aseguró
153 votos a favor. La UCR, la CC, el PRO
y los peronistas disidentes rechazaron la
iniciativa. Hubo críticas a Ricardo
Jaime y Julio De Vido.
Por Miguel Jorquera
La Cámara de Diputados dio media
sanción a la expropiación
de Aerolíneas Argentinas, Austral
y las otras empresas controladas del grupo
Marsans. El pase del paquete accionario
que hasta ahora concentra la empresa española
pasaría a manos de una “sociedad
anónima de derecho privado”
con composición mayoritaria del Estado
argentino recibió 153 votos a favor
y 84 en contra. El oficialismo se aseguró
un amplio apoyo al proyecto del Gobierno
luego de aceptar varias modificaciones,
entre ellas la diferenciación entre
pasivos legítimos e ilegítimos
para no convalidar la “deuda fraudulenta”
generada por la administración privada
y la obligación del Estado de promover
acciones penales nacionales e internacionales
contra Marsans. Otro de los cambios introducidos
obliga al Gobierno a presentar dentro de
180 días un plan general de negocios
e inversiones para la nueva compañía.
La expropiación fue acompañada
por Encuentro Popular y Social, los neuquinos
del MPN, el Frente Cívico santiagueño,
los radicales K e, incluso, por los cobistas.
El bloque de Solidaridad e Igualdad (SI)
y el economista de la CTA Claudio Lozano
se sumaron a partir de los cambios hechos
por el kirchnerismo.
Con más críticas que propuestas,
la UCR, la CC, el PRO y el peronismo anti
K insistieron en su rechazo al proyecto
de expropiación del oficialismo.
El socialismo y los diputados que responden
a Felipe Solá mantuvieron sus propios
dictámenes de minoría en los
que también proponían, con
diferencias, expropiar la aerolínea
de bandera. Toda la oposición, incluidos
quienes votaron a favor y algunos aliados
del kirchnerismo, le apuntaron a la “complicidad”
del secretario de Transporte, Ricardo Jaime,
por la falta de controles que llevaron al
“vaciamiento y la bancarrota”
de la compañía aérea.
El oficialismo, prefirió –como
estrategia parlamentaria– no avanzar
a “libro cerrado” en la ratificación
del texto del proyecto de expropiación
de Aerolíneas. “Vamos a aceptar
la modificación propuesta por Carlos
Raimundi (SI) y Lozano, que se van a incorporar
al artículo seis”, dijo al
cerrar su intervención el kirchnerista
bonaerense Mariano West. Entonces, el SI
y Lozano dejaron de lado su dictamen de
minoría para acompañar la
iniciativa oficialista.
La modificación plantea la discriminación
de pasivos para que el Estado no pague la
“deuda fraudulenta” generada
por Marsans e impulsa la presentación
de causas penales contra esa empresa ante
los tribunales nacionales y extranjeros.
Una iniciativa que apunta a esmerilar las
amenazas de los empresarios españoles
de demandar al Estado argentino ante el
Ciadi. Las causas contra Marsans “demostrarán
el vaciamiento y las maniobras fraudulentas
de Aerolíneas”, asentían
en el oficialismo.
Detrás de la atribución de
controles previstos para la Comisión
Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones,
contemplada en el artículo 3, se
sumó también la determinación
de un plazo de 180 días para que
la nueva sociedad controlada por el Estado
elabore un “plan general de negocios,
vuelos e inversiones” para Aerolíneas
y Austral. Se incorporó –por
iniciativa de Vilma Ibarra– la especificación
de recurrir al artículo 59 de la
ley de expropiaciones para facilitar el
“control inmediato” por parte
del Estado de los bienes expropiados, amparándose
en la “excepcionalidad” para
garantizar la continuidad del servicio público.
Gran parte de la oposición descalificó
el proyecto oficial. “El peronismo
puso plata en los ’90 para que esta
empresa se fuera a Iberia, cuando se cae
Iberia la SEPI (Estado español) la
vende en un dólar y le da 758 millones
de dólares a Marsans para que se
haga cargo del pasivo y ponga en valor a
la empresa ¿Qué hizo el Estado
argentino como accionista minoritario para
controlar? ¿Qué hicieron Jaime
y (Julio) De Vido?”, se preguntó
el radical Rubén Lanceta. “Es
el estatismo voluntarista que ahuyenta las
inversiones y a los emprendedores”,
sentenció su jefe de bloque Oscar
Aguad.
“Es muy frustrante saber que la salida
que propone el bloque oficialista no tiene
otra intención de hacer zafar de
la responsabilidad penal y patrimonial de
Jaime y De vido”, insistió
el lilito Fernando Sánchez. “La
expropiación de Aerolíneas
está hecha al mejor estilo menemista
y se asemeja a la película de corrupción
que en sus primeras imágenes nos
muestra a (Carlos) Menem y hoy tiene a (Néstor)
Kirchner como personaje central”,
completó Juan Morán, alineado
con Margarita Stolbizer.
Los jefes de la bancadas de la Coalición
Cívica, Adrián Pérez,
y del macrismo, Federico Pinedo, coincidieron
en volver a plantear como alternativa a
la expropiación su idea originaria
de crear una nueva empresa. Algo que habían
abandonado para sostener un dictamen conjunto
de “expropiación sólo
de los activos” de la compañía
aérea. Una propuesta que también
desecharon cuando el oficialismo “contabilizó”
en 1000 millones de dólares el de-sembolso
que de contado debería hacer el Estado
para llevar adelante la propuesta opositora.
Sólo el socialismo sostuvo esa propuesta
en el recinto. El kirchnerista Alejandro
Rossi, el socialista K Ariel Basteiro y
la propia Vilma Ibarra volvieron a remarcar
la “inviabilidad” y la falta
de propuestas alternativas de la oposición.
Aunque los aliados del oficialismo tampoco
dejaron de lado las críticas a Jaime.
“Aerolíneas debe ser del Estado.
Pero para que esto pueda llevarse adelante,
así como hay que reemplazar a (Guillermo)
Moreno al frente del Indec, es necesario
sacar a Jaime de Transporte”, dijo
Lozano, para reclamar que se respete las
decisión del Congreso y no “las
negociaciones que el Gobierno mantiene con
Marsans a través de Jaime”.
El secretario de Transporte no tuvo quien
lo defienda.
Para cerrar el debate, el jefe del bloque
K, Agustín Rossi, justificó
los pasos dados por el oficialismo. Desde
la “negociación por la compra
de acciones” a Marsans, dejando de
lado el acta-acuerdo que firmó Jaime
y De Vido, hasta la expropiación
ante la negativa de los empresarios españoles
de no aceptar el valor negativo que arrojó
la valorización de la compañía
realizada por el Tribunal de Tasación.
Las cartas ya estaban echadas. El kirchnerismo
logró otra vez sumar voluntades detrás
de una propuesta oficial. Ahora será
el turno del Senado, donde el oficialismo
ya diseña su propia estrategia para
colgar del árbol de Navidad K la
ley de expropiación de Aerolíneas.