21/11/2008 00:50
BAE - Nota - Argentina - Pág.6
La Justicia sostiene que
la privatización está viciada
La Cámara Federal porteña
señaló que el proceso de privatización
de Aerolíneas Argentinas y Austral
“estuvo viciado desde su origen”,
y citó a declaración indagatoria
al ex presidente Carlos Menem y al ex ministro
de Economía Domingo Cavallo. La postura
de la cámara se da en el marco de
la causa por supuesto vaciamiento de la
empresa, que hasta ahora estaba paralizada
a raíz del sobreseimiento provisorio
dictado por la justicia de primera instancia.
El fallo ordena poner en conocimiento de
lo resuelto al Congreso y a la Comisión
Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones,
de acuerdo con lo consignado por los voceros
consultados por el sitio Infobae.com.
El nuevo fallo fue dictado por la Sala I
de la cámara y firmado por los camaristas
Eduardo Farah y Eduardo Freiler, mientras
que no lo hizo el flamante miembro Jorge
Ballestero, ya que intervino en el expediente
de primera instancia.
Para la cámara el acto de privatización
está viciado desde su origen, por
lo que, llegado el caso, podría ser
declarado nulo, según analizaron
las fuentes.
La causa se había iniciado en abril
de 1990 a partir de la denuncia del fallecido
dirigente justicialista Alejandro Olmos.
Las fuentes consultadas hablan de dos períodos,
uno que va de 1987 a 1994, “el del
peculado, por la sustracción de la
empresa estatal”, y el otro cuando
ya el Estado no maneja la voluntad social
por la entrega de la denominada “acción
de oro”. Allí empieza el vaciamiento
de la empresa, es decir el delito de “administración
fraudulenta”.
El expediente pasó por varios juzgados
hasta que el ex magistrado Carlos Liporaci
dictó el sobreseimiento de todos
los imputados.
Sin embargo, los fiscales Carlos Rívolo
y Claudio Navas Rial motorizaron la reapertura
del caso a partir de un dato: en el rubro
“gastos asociados a la compra”
aparecen u$s87 millones que la empresa puso
en su balance sin explicación aparente.
Por parte de la empresa fueron citados a
indagatoria los accionistas Amadeo Riva,
Enrique Menotti Pescarmona, Jorge Flamarique
y el entonces director de ARSA en representación
del Estado, Abdo Menehem, entre otros. Según
recordaron las fuentes, el gobierno de Menem
vendió Aerolíneas a un grupo
liderado por la española Iberia.
La venta se concretó por el 85% de
las acciones, por un valor de u$s260 millones
en efectivo y u$s2.040 millones en bonos
de la deuda externa, que se valuaron al
valor nominal aunque el de mercado era sustancialmente
más bajo.
Luego Iberia fue privatizada y España
transfirió la compañía
al Instituto Nacional de Industrias, antecesor
de la SEPI que, a principios del 2002, se
la vendió al Grupo Marsans por u$s1
y con un subsidio de u$s760 millones.
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