22/11/2008 02:50
Clarín - Nota - El País
- Pág.14
LOS ESPAÑOLES DE MARSANS DICEN QUE
APELARAN LA MEDIDA
Por pedido del Gobierno,
la Justicia nombró un veedor en Aerolíneas
> El funcionario deberá informar
al juez interviniente. Pero no tendrá
"voz ni voto".
Marcelo Canton
mcanton@clarin.com
La justicia hizo lugar al pedido del Gobierno
que ayer adelantó Clarín,
y nombró un interventor veedor en
Aerolíneas Argentina, cuyo rol será
informar al juez interviniente qué
sucede en la compañía, pero
que no tendrá "voz ni voto".
Los españoles de Marsans ya adelantaron
que el lunes apelarán la medida.
"Aquí hay una expropiación
hormiga, de a poco", dicen.
El secretario de Transporte, Ricardo Jaime,
entró a la sede porteña de
Aerolíneas, en Plaza Roma, alrededor
de las 13 de ayer. Su objetivo era informarles
a los gerentes de la empresa el fallo resuelto
por la mañana por el juez Esteban
Furnari (ver Perfil). "Les explicó
la preocupación del Gobierno acerca
de mantener la continuidad de la empresa",
señaló un funcionario presente
en el encuentro.
A esa hora, Jorge Molina, ejecutivo de
Marsans en Aerolíneas, caminaba por
la calle Azopardo con un pesado maletín
(nunca deja documentos en la oficina), rumbo
a las oficinas de sus abogados. "Todo
lo que están haciendo es una payasada",
dijo entonces a Clarín. A las 14,40,
Jaime dio una conferencia de prensa en el
hall de acceso a la sede Aerolíneas,
frente al Luna Park. "El juez resolvió,
en función de un pedido del Gobierno,
garantizar la prestación del servicio",
dijo el secretario. El fallo designa a un
funcionario judicial, José Luis Perrone,
como interventor veedor. Tendrá "injerencia
en toda la actividad de la empresa, en sus
órganos sociales y departamentos
gerenciales (aunque sin voz ni voto)",
dice la resolución judicial. Y deberá
presentar "informes periódicos",
agrega.
El fallo, además, confirma al gerente
general Julio Alak al frente de la empresa.
Jaime explicó que así se buscaba
frenar la iniciativa de Marsans de que "el
subgerente general, Jorge Molina, tenga
un poder a la par de Alak" La resolución,
sin embargo, no es más que un amparo.
"La causa de fondo es la capitalización
de Aerolíneas", dijo Jaime.
"El Gobierno quiere capitalizar los
$ 770 millones que ya aportó a la
empresa –explicó el director
de legales de Planificación, Rafael
Llorens-. Con ese dinero sería suficiente
para que el Estado se haga cargo de todas
las acciones de Aerolíneas".
Por esa vía, agregó Llorens,
"la expropiación podría
resultar abstracta, porque el Estado sería
dueño de Aerolíneas en forma
directa". Al atardecer, Molina seguía
en las oficinas de los abogados de Marsans,
en Catalinas. "Está todo agarrado
de los pelos -dijo desde allí-. Hacen
una cautelar por una causa que todavía
no presentaron sobre la capitalización".
"Lo que estamos viendo es una expropiación
de hecho, una expropiación hormiga,
porque ahora acotan al directorio que representa
al accionista mayoritario, que tendrá
límites en lo que ordene al gerente
general, que debería responderle
-continuó el ejecutivo-. El lunes
vamos a presentar una batería de
apelaciones en todos lados, vamos a reclamar
que se deje sin efecto esta resolución".
Desde Madrid, a esa hora, el director de
Marsans, Vicente Mu- ñoz, ponía
marco a esas gestiones: "Acudiremos
a la justicia argentina, en la que no confío,
y a la internacional en la que sí
confío", dijo.