25/11/2008 02:12
Página 12 - Nota - El País
EL PAIS › EL PROYECTO DE EXPROPIACION
DE LAS ACCIONES DE AUSTRAL Y AEROLINEAS
YA RECORRE LOS DESPACHOS DEL CONGRESO
Con el pasivo incluido, el
Estado tomará el timón
>El oficialismo puso en marcha formalmente
el proceso de expropiación de Aerolíneas
Argentinas, al ingresar ayer el proyecto
respectivo por Diputados. Sólo lo
trataría la Comisión de Presupuesto
y Hacienda, para agilizar el trámite.
Por Cledis Candelaresi
A media tarde de ayer ingresó formalmente
a Diputados el proyecto de ley para expropiar
las acciones de Aerolíneas Argentinas,
Austral, Optar, Jet Paq y Aerohandling en
términos tales que tal operación
podrá concretarse a un valor simbólico
de un peso. La iniciativa es autoría
del oficialista Frente para la Victoria
y tiene consenso unánime en el Parlamento
respecto del afán que el Estado recupere
de inmediato la propiedad de las líneas
aéreas privatizadas hace diecisiete
años. Deberá, sin embargo,
enfrentar el disenso que genera la forma
elegida para hacerlo, ya que implica dejar
en manos estatales el pasivo de más
de mil millones de dólares. Aun así,
todo indica que antes de la Navidad podría
estar sancionada y que difícilmente
el accionista privado pueda hacer algo para
impedir este rescate compulsivo: la batalla
que Marsans pueda dar por el precio no impediría
que el Estado tome posesión y administre
a voluntad a partir de que la norma sea
publicada en el Boletín Oficial.
El proyecto está firmado por el
presidente del bloque oficialista, Agustín
Rossi; por el titular de la Bicameral de
Seguimiento de las Privatizaciones, Mariano
West, a quienes se suman los diputados Alejandro
Rossi, Ariel Basteiro, Patricia Fadel, Patricia
Vaca Narvaja y el presidente del Bloque
de la Concertación, Héctor
Prieto. Así las cosas, es el Parlamento
el que toma la iniciativa, algo funcional
a la estrategia del Ejecutivo para despegarse
de esta embestida contra Marsans. Sin embargo,
el proyecto fue elaborado con aportes de
Transporte y de la secretaría Técnica
de Presidencia, totalmente comprometidos
con la cocina.
A diferencia de lo que se previó
en un principio, no se remite a la ley sancionada
en septiembre, que ordenaba rescatar la
totalidad de las acciones de Aerolíneas
y Austral a través de la compra.
Como la falta de acuerdo con los españoles
abortó esa operación, el Parlamento
adoptó un camino diferente, como
es el de ordenar la expropiación
fundándose en la ley 21.491, que
da un marco general a estas iniciativas.
Según esa ley, el Estado sólo
puede comprar en base al precio fijado por
el Tribunal de Tasación de la Nación
que, en este caso, estipuló un valor
negativo para ambas compañías.
Esto es lo que sostiene la posibilidad de
pagar sólo un peso o un monto similar,
que sea simbólico, ya que lo que
se estaría transfiriendo a la órbita
pública son empresas sin valor positivo.
El artículo segundo del proyecto
prevé expresamente que desde el momento
de la publicación el Estado ejercerá
a través del organismo que designe
“todos los derechos que las acciones
a expropiar le confieren”. El siguiente
habilita a instrumentar los mecanismos necesarios
para “cubrir las necesidades financieras”,
“realizar operaciones de crédito,
incluido el otorgamiento de avales para
la adquisición de bienes destinados
a la explotación comercial”.
Una habilitación para gestionar sin
obstáculos al grupo de empresas que
desde el viernes se administran bajo la
mirada de un veedor e informante impuesto
por la Justicia, a pedido del Estado.
Finalmente, la norma prevé que cualquiera
de esos movimientos debe ser informado a
la Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones
(lo cual no implica que sujetar esos movimientos
a la aprobación de este cuerpo) y
dispone que los trabajadores podrán
tener hasta un 10 por ciento de las acciones
a través del programa de propiedad
participada. Hoy ya tienen esa proporción
en Austral, contra poco más del 1
por ciento en el caso de AA.
El proyecto oficialista irá ahora
a la Comisión de Presupuesto y Hacienda,
la única que, a juicio de sus autores,
debe opinar sobre el contenido. Transporte,
hasta hace días comandada por Beatriz
Daher, que partió del bloque oficialista
para aliarse con Felipe Solá, podría
ser eludida, lo que allana aún más
el camino hacia el recinto. Ahí,
la suerte de la expropiación dependerá
de una cuestión matemática,
ya que la oposición presentó
y defenderá su propio proyecto, lo
que resta votos a la propuesta del Frente
para la Victoria.
El radical Rubén Lanceta y el macrista
Esteban Bullrich ingresaron el viernes un
proyecto para reestatizar selectivamente
a los activos, que también tiene
la firma de Silvia Ausburger, jefa del bloque
de diputados socialistas. Según las
cotizaciones del Tribunal de Tasación
de la Nación, para comprar los bienes
tangibles son necesarios 730 millones de
pesos. Si a eso se le añade la marca,
no cotizada por ese organismo estatal, podría
llegarse a los 800 millones (238 millones
de dólares).
A juicio de los autores, este camino es
mucho menos gravoso que expropiar las acciones,
lo que deja en manos estatales la abultada
deuda. Inclusive, no sería necesario
desembolso alguno, si el Estado se limitara
a capitalizar lo que ya desembolsó
desde julio para garantizar la operatividad
de la compañía. “De
ningún modo vamos a consentir que
se cargue sobre la ciudadanía ese
pasivo”, advierte el legislador de
la UCR.
No es esa la única iniciativa que
tomó la oposición. Aquellos
mismos legisladores presentaron ante el
Juzgado Contencioso Administrativo número
10 un pedido de nulidad del acta acuerdo
que Planificación firmó en
julio con Marsans, argumentando vicios formales.
Ese documento preveía nombrar un
tercer tasador en caso de desacuerdo entre
las partes por el precio de las acciones
a rescatar, paso que el gobierno decidió
omitir.
Si ese documento fuese declarado nulo,
se le restaría un argumento a los
españoles para demandar ante el Ciadi.
Al menos, no podrían argumentar que
el gobierno vulneró el compromiso
de buscar ese laudo para imponer la tasación
oficial.