29/11/2008 03:17
Perfil - Nota - Ideas - Pág.30
La revista de abordo se acaba
Las revistas de abordo ¿son necesarias?
La reflexión surge de la lectura
en The Guardian, de Londres, que anunció
que la empresa Emirates decidió eliminar
su publicación in flight, y toda
gráfica gratuita. La empresa con
base en Medio Oriente calcula eliminar hasta
dos kilos de papel por pasajero, que en
500 butacas representa una tonelada por
vuelo. Los directivos afirman que esto permite
bajar el costo de combustible, cuidar el
medio ambiente y ahorrar tiempo de limpieza.
En general, las revistas de abordo tienen
mala fama. Habiendo sido alguna vez colaborador
ocasional en una de ellas, trato de defenderlas,
sin demasiada razón, admito. Pero
son una curiosidad. Hojeando la revista
de Aerolíneas Argentinas es frecuente
ver anuncios de odontólogos cosméticos
en Buenos Aires, y preguntarse si alguien
en Madrid o Fráncfort se vendría
hasta acá para ajustar sus masticantes
o comprar una sonrisa nueva. Más
divertido es ver un aviso de cortes premium
de carne vacuna argentina junto a otra de
cirugía estética. Todos son
cortes al fin. El problema de esta publicidad
es que, por lo general, ofrece un mundo
de fantasía, prometiendo al crédulo
poder tener “el cuerpo de sus sueños”
o, directamente, llegar a ser otra persona
más bella.
Lo bueno de las revistas de abordo es que
–aparte de conocer el programa de
películas y de regreso en casa poder
decir: “Esa ya la vi en el avión”,
o enterarse que de estar en Praga en vez
de Ciudad del Cabo podría haber participado
en un divertido y tradicional festival de
música y baile– nunca pasa
nada peligroso, ni cruel. Todo es como en
Disney. No hay crónicas de accidentes,
terremotos o avalanchas en ese “resort”
de ski o balneario de ensueño. Durante
algunas horas el pasajero puede leer esa
papilla mental y vivir en un mundo ideal.
En este planeta irreal, el destino más
atractivo de las revistas de abordo son
las páginas de artículos innecesarios
y precios exagerados que miramos con anhelo
por ser ofrecidos “libres de impuestos”.
En realidad, si se eliminan las revistas
van a tener que también abandonar
el “shopping” del carrito, y
se reduce aún más el placer
de volar.
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