11/11/2008 01:34
Crítica - Nota - El País -
Pág.13
a un día antes de la asamblea
de accionistas
Otra vez estudian
la intervención de Aerolíneas
Un ala del Gobierno analizaba anoche intervenir
por decreto Aerolíneas Argentinas-Austral
en las próximas horas, un día
antes de que se realice otra asamblea de
accionistas considerada clave. De concretarse,
el Poder Ejecutivo se escudaría en
el código aeronáutico y en
la condición de servicio público
esencial del transporte aerocomercial.
Así se busca desplazar al Grupo Marsans
de la conducción.
Para Marsans la negociación sigue
e insisten en quedarse con una minoría
accionaria en Austral y el gerenciamiento
a cambio de entregar Aerolíneas Argentinas
por cero peso. Para lograr este fin, en
la asamblea de accionistas de mañana
aceptarán capitalizar las empresas
por los balances consecutivos con patrimonio
neto negativo, tal como lo exige la ley
de sociedades comerciales pero no inmediatamente.
El objetivo es estirar hasta acercarse lo
máximo posible al 31 de diciembre
–fecha límite que fijó
la norma aprobada por el Congreso para rescatar
a las dos empresas– y así obligar
al Gobierno a entregarles algo. Los representantes
del Estado y de los empleados en la compañía
pedirán cubrir ya el agujero financiero.
La intervención vía decreto
es la otra salida que se analizaba anoche
en el Poder Ejecutivo.
Se busca correr a Marsans y sus directivos
de la gestión operativa de Aerolíneas-Austral
ya que la tensión entre las partes
pone en peligro la operatividad.
La Casa Rosada rechazó varias veces
la alternativa de ceder Austral, y lo volverá
a hacer. Sus representantes y los de los
empleados exigirán mañana
en la asamblea que se reintegre el patrimonio
neto perdido en los ejercicios 2007 y parte
de 2008, estimado en $900 millones.
Los españoles ofrecerán la
capitalización en proporción
a su tenencia accionaria pero siguiendo
los tiempos legales y no los del Gobierno.
Otras fuentes dicen que si no se resuelve
nada en la asamblea la intervención
por vía decreto del Poder Ejecutivo
sería la salida y así evitar
el engorro de la disolución societaria,
la otra vía que prevé la ley
de sociedades ante un resultado con patrimonio
neto negativo. En la anterior asamblea,
Marsans impuso un cuarto intermedio al llegar
el punto de cubrir el bache financiero.
Del lado de los empleados, no lo ven tan
así. “La asamblea tiene que
resolver. No se permite plantear otro cuarto
intermedio”, dijo una fuente cercana
al Programa de Propiedad Participada, que
tiene un representante en el directorio.
En algún punto, el creciente deterioro
de la empresa juega a favor de los españoles.
El 31 de diciembre vence el plazo que el
Congreso fijó en la ley de rescate
estatal de las dos empresas. En el grupo
español no creen que la Rosada se
anime a una expropiación, teniendo
en cuenta el daño al valor de los
bonos y acciones en Buenos Aires y a la
relación con España que le
hizo el anuncio de la estatización
de los fondos de las AFJP.
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