14/11/2008 03:53
La Nación - Nota - Economía
& Negocios - Pág.1
El escenario
Expropiar el despojo, una
decisión tomada
Francisco olivera
LA NACION
Lo que el Gobierno estaba esperando del
Congreso en el conflicto de Aerolíneas
Argentinas era exactamente lo que ocurrió
ayer: un rechazo explícito a la postura
del grupo Marsans para concretar la expropiación,
que en realidad tiene decidida desde hace
varios meses. Es además el paso que
aguardaban los españoles para reclamar
en el Ciadi, el tribunal del Banco Mundial.
Anoche, ambas partes estaban seguras del
desenlace, cantado también para cualquier
buen observador de la trama aérea
de los últimos años.
La casualidad es fácilmente descartable
cuando el involucrado es un Gobierno que
no tiene la sutileza entre sus hábitos.
En el peor momento de la historia de la
aviación internacional, las aerolíneas
de cabotaje del país tuvieron las
tarifas más bajas de América
latina y el Caribe durante cinco años,
paros casi mensuales de los gremios y un
accionista que no invertía.
Algo de todo esto cambió mágicamente
en julio pasado, con la decisión
de la vuelta del Estado: pocas semanas antes
hubo un aumento de tarifas y se terminaron
las medidas de protesta.
Pero las inquietudes están más
bien hacia el futuro. Casi todos los medios
de transporte del país -trenes, subterráneos,
colectivos y aviones- están en peores
condiciones que hace seis años. LA
NACION le transmitió esta inquietud
al secretario de Transporte, Ricardo Jaime,
el 21 de julio, día en que se anunciaba
en la Casa Rosada la estatización,
con fuerte apoyo gremial. "¿Qué
le hace pensar que un negocio tan complejo
como el aeronáutico va a funcionar?",
se le preguntó. "No es un problema
de pensar nada -contestó-. Hay que
ponerle mucho trabajo. Y yo no digo que
los trenes funcionen bien, pero funcionan
mejor que cuando se rescindieron los contratos."
Jaime no se ha subido a un tren en décadas,
pero maneja en subsidios más de US$
2000 millones por año. Una cifra
que le permitiría al Estado comprar
TAM y Gol juntas, dos aerolíneas
brasileñas bastante más exitosas
que el despojo que ahora pretende recuperar.