23/10/2008 03:45
La Nación - Nota - Nota
de tapa - Pág.1
El análisis
Un gran aporte a la incertidumbre
Por Néstor O. Scibona
Para LA NACION
El derrumbe del Merval, el riesgo país
en niveles de default tras la pulverización
de los precios de los bonos argentinos y
hasta el impacto sobre la Bolsa madrileña
indican que la Argentina acaba de hacer
un aporte extra a la incertidumbre que ha
creado la crisis financiera global.
Nadie en el gobierno kirchnerista calibró
el efecto que podía tener sobre el
mercado de capitales el sor-presivo anuncio
de confiscar los ahorros de los futuros
jubilados, administrados por las AFJP. Y
aunque no es para nada descartable que la
Casa Rosada apele a sus infaltables teorías
conspirativas, la moraleja es clara: no
se puede despejar la incertidumbre financiera
aportando más incertidumbre.
Quizás hasta resulte secundario
que un proyecto de esta gravedad e implicancias
haya sido presentado en clima mitad festivo,
mitad gesta épica, que suele acompañar
a estos anuncios. Muchos errores suelen
ser festejados en el camino de ida, porque
otros gobiernos deben ocuparse después
de hacerse cargo de sus consecuencias.
La clave, sin embargo, es que la Argentina
transmitió la señal de que
precisa caja fiscal para atender sus necesidades
para 2009 y que el gobierno de Cristina
Kirchner está dispuesto a tomar cualquier
medida para hacerse de recursos. La estatización
de los fondos de las AFJP es una forma rápida
de obtener ingresos sin tener que aumentar
impuestos ni recortar gastos en un año
electoral. El fin es evitar un futuro e
improbable default; pero eso no justifica
cualquier medio.
Los mercados tomaron nota de estas señales
con la misma velocidad con que suelen moverse.
No reparan demasiado en los detalles. En
España, los activos de empresas que
operan en la Argentina pasaron a ser más
riesgosos de la noche a la mañana.
Hay una historia reciente de inseguridad
jurídica y de estatizaciones, a la
que ahora se suman las AFJP y la inminente
expropiación de Aerolíneas
Argentinas. ¿Quién asegura
que estas sean las últimas sorpresas?,
razonan.
Aunque el probable final de la jubilación
privada haya sido presentada en tono político,
lo concreto es que significa un durísimo
golpe para el reducido mercado local de
capitales. Si obtener financiación
de largo plazo ya era una misión
imposible para empresas privadas e inversiones
públicas, ahora será aún
más difícil. Para colmo, hasta
la ?ayuda? judicial que recibió el
Gobierno, con la suspensión de operaciones
de las AFJP en la Bolsa, le quitó
al mercado de capitales su principal actor,
en el que canalizaba el 30% de sus fondos.
El histórico derrumbe del Merval
refleja algo más que un estado de
ánimo. Y entraña el riesgo
de contagio sobre el mercado cambiario,
donde el dólar ha vuelto a ser refugio
para la incertidumbre. ¿Alguien previó
cómo manejar la transición
hasta que el proyecto salga del Congreso?
¿Es un aliciente para que los inversores
institucionales canjeen sus préstamos
garantizados que el Estado se apropie de
los bonos colocados a las AFJP?
Desde una perspectiva macroeconómica,
el traspaso al Estado del flujo mensual
y también el stock acumulado- de
los aportes de casi 4 millones de afiliados
al sistema privado es una forma implícita
de proclamar la teoría de vivir con
lo nuestro para 2009. Esto dispara otra
pregunta: ¿alcanza? La respuesta
en términos numéricos es imposible
hoy porque, en medio de la crisis global,
depende de factores encadenados que la Argentina
no maneja. El principal es la baja del precio
de la soja, que reduce el superávit
fiscal y también el superávit
comercial, que a su vez resulta determinante
para el excedente de divisas y el tipo de
cambio.
Sin respuestas
Tampoco pueden obtenerse respuestas para
las expectativas: hay un ministro de Economía
formal (Carlos Fernández), que no
habla públicamente de estos temas,
lo mismo que otro virtual en las sombras
(Néstor Kirchner), que actúa
hiperactivamente, aunque con la mira puesta
en las elecciones de 2009. Ahora que la
crisis externa y el derrumbe de los títulos
argentinos diluyeron el anunciado ingreso
de fondos frescos de los bancos que armaron
la propuesta de canje, es indispensable
que el Gobierno muestre sus hipótesis
para el año próximo, con y
sin fondos de las AFJP.
Tal vez sea mucho pedir, porque el anuncio
de estatización de las jubilaciones
privadas entraña un caso de falsedad
ideológica. Y no sólo porque
dice rescatar a futuros jubilados que no
pidieron ser rescatados. Con reabrir la
opción de vuelta al sistema de reparto
que estuvo vigente hasta fines de 2007 habría
sido suficiente.
Tampoco es válido el argumento de
que los aportes sufrieron pérdidas
en los últimos meses de crisis financiera,
dentro de un horizonte de ahorro de 30 años.
Y porque buena parte de esas pérdidas
derivan de la acción del propio Gobierno,
que manipuló deliberadamente la cláusula
de ajuste (por CER) de los bonos argentinos,
a pesar de lo cual permitió que las
AFJP los contabilicen a su valor de emisión.