04/10/2008 02:06
La Prensa - Nota - Opinión
- Pág.19
Polémica por Aerolíneas
Luego de un largo proceso de deterioro,
la situación de Aerolíneas
Argentinas no termina de definirse en cuanto
al polémico aspecto financiero y
técnico.
La situación de Aerolíneas
Argentinas, luego de la intervención
del Gobierno, debe ser examinada con mucho
cuidado y con una especial valoración
de las cuestiones involucradas en el funcionamiento
de esta compañía. Estatizar
Aerolíneas Argentinas implica hacerse
cargo del pasivo de 890 millones de dólares.
La compra del paquete accionario abarca
necesariamente el activo y el pasivo, y
la única forma de desglosar el pasivo
es la quiebra. El juez vende los activos
y paga a los acreedores con el producto
del remate hasta lo que alcance. En realidad,
el único activo son las rutas aéreas,
que revierten al Estado con la quiebra,
sin poner un peso. Pagar 890 millones por
lo que es propiedad del Estado sería
desatino, y si se quisiera favorecer al
personal de la empresa sería preferible
distribuir los millones entre los empleados
que resignarlos a la empresa extranjera
responsable en parte de la crisis. El caso
Aerolíneas desnuda la carencia de
política aérea, que debe empezar
por la infraestructura. La Argentina es
un país sin aeropuertos, y en 287
ciudades hay apenas 36 aeropuertos operables
comercialmente. Millones de argentinos no
pueden acceder al servido y la carencia
de mercado debilita la industria aérea
y le quita escala, impidiendo la rentabilidad.
El rol central del Estado no está
en los aviones, sino en los aeropuertos
y en el ejercicio del poder de policía
para garantizar la seguridad.
|