25/10/2008 05:21
Página 12 - Nota - Sociedad - Pág.18
Una mañana de trompadas
y paro
El hall del aeroparque metropolitano estaba
colmado por cientos de pasajeros a la espera
de los vuelos demorados de Aerolíneas
Argentinas y Austral. Hubo algunos gritos
y mucho enojo. Hasta que todo fue peor.
Dos pasajeros que viajaban a Córdoba
–un contador y un gremialista del
subterráneo– descargaron su
bronca a los puñetazos contra un
empleado del mostrador. Resultado: un paro
de cinco horas de la Asociación del
Personal Aeronáutico (APA) –en
repudio a la agresión y reclamo de
mayor seguridad para los trabajadores–
suspendió todas las partidas de los
aviones.
La medida de fuerza de la APA comenzó
alrededor de las 7.30 y se extendió
hasta pasadas las 13. El paro generó
malhumor en algunos pasajeros, mientras
otros aceptaron resignados las complicaciones
y, enterados de las cancelaciones de los
vuelos, optaron por cambiar de servicio
o destino.
Las demoras en las partidas y arribos de
vuelos de AA y Austral en el Aeroparque
Metropolitano Jorge Newbery se debieron
a problemas técnicos en cinco aviones
de la flota de Austral, que estaban siendo
reparados en aeropuertos de El Calafate
(Santa Cruz), Ushuaia (Tierra del Fuego),
Río Gallegos (Santa Cruz), Tucumán
y Bariloche (Río Negro). Tras el
paro, durante el resto del día continuaron
las extensas demoras tanto en arribos cuanto
en despegues.
A raíz de los incidentes, el sindicalista,
de 44 años, y el contador, de 43,
fueron detenidos por la Policía de
Seguridad Aeroportuaria (PSA) y quedaron
a disposición de un Juzgado de Instrucción
de la ciudad de Buenos Aires. Ya en la tarde
fueron liberados y la causa quedó
caratulada como “lesiones leves”.
Después del episodio de las trompadas,
los delegados de APA reclamaron la presencia
de autoridades de la compañía
en el aeropuerto porteño para que
les aseguraran medidas de seguridad frente
a usuarios violentos. El delegado de APA
Cristian Fontana anunció que los
empleados entraban en asamblea. Según
los sindicalistas no se trató de
un paro, sino de una medida para protegerse
frente a las agresiones de los cientos de
pasajeros varados. Al mediodía, luego
de reuniones con miembros de la empresa,
levantaron el paro, aunque las operaciones
continuaron con modificaciones y los vuelos
con demoras. Un rato antes, Fontana confirmaba
el levantamiento de la medida de fuerza
y anunciaba que “hay un compromiso
de la empresa para dar mayor seguridad y
trabajar en conjunto”.
Por su parte, voceros de AA informaban
que “la situación se está
normalizando, nuestra gente de Atención
al Cliente retomó posiciones, se
están reprogramando los vuelos y
están volviendo a Aeroparque los
aviones varados en el interior por revisiones
técnicas”. Tras una reprogramación,
la cantidad de pasajeros se redujo durante
el día, pero decenas continuaban
en la noche a la espera de las partidas
de sus vuelos.
Los empleados agredidos están afiliados
en la Unión Personal Superior Aeronáutico
(Upsa) y el paro fue convocado por la Asociación
del Personal Aeronáutico (APA), que
nuclea al personal de tierra.