30/10/2008 02:15
Ambito Financiero - Nota - Economía
Cristina busca las paces
con Zapatero
Por: Carlos Burgueño
Cristina de Kirchner y José Luis
Rodríguez Zapatero tendrán
finalmente hoy su reunión personal
en El Salvador, donde ambos coincidirán
en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno
de Iberoamérica. No es un encuentro
más. Del resultado que haya en esta
conversación dependerá el
nivel de pompa y diplomacia que España
le dará al viaje de febrero del año
que viene que la Presidente debería
hacer al país europeo.
Desde Buenos Aires, y a partir del momento
en que a través de los cancilleres
Jorge Taiana y José Luis Moratinos
hablaron telefónicamente sobre el
encuentro, comenzaron a acumular datos sobre
los supuestos y posibles cuestionamientos
que Zapatero llevará a la cumbre
con Cristina de Kirchner. Puntualmente,
los argumentos se agrupan en dos temas:
las consecuencias de la estatización
de las AFJP sobre la banca y el mercado
bursátil español y la situación
de Aerolíneas Argentinas.
Para el primer caso, los asesores presidenciales
entregaron a Cristina de Kirchner los datos
sobre la recuperación de la Bolsa
de España, que ayer subió
más de 9%, y el crecimiento de las
acciones de los bancos de ese país
(que acumulan alzas de más de 15%
en varios casos). Las fuentes reflexionaron
que «si la Bolsa de Madrid bajó
hace una semana por la noticia de la nacionalización
de las AFJP, no veo por qué ahora
sube si el proyecto avanza en el Congreso».
Por lo tanto, según el argumento
que hoy expondrá la Presidente ante
Zapatero, la situación del mercado
de capitales español no tiene que
ver con la Argentina o la suerte de la AFJP
del BBVA (Consolidar), sino con la propia
crisis financiera internacional. «En
todo caso, que proteste contra Bush por
dejarlo afuera», insistían
desde Buenos Aires.
Cristina de Kirchner reiterará además
al español las promesas que el ministro
de Planificación, Julio De Vido,
les hizo a los directivos de Repsol YPF
y de Telefónica, sobre la garantía
de las inversiones de las dos compañías.
Para esto hay un valor agregado que le acercaron
a la Presidente antes de su partida de ayer
a El Salvador. Un informe de la consultora
Moody's fechado ayer en Nueva York y Madrid
apoya la apuesta de Telefónica en
los mercados latinoamericanos, especialmente
en la Argentina. En el último análisis
sobre «telcos» europeas emitido
por Moody's se afirma que «las inversiones
en mercados emergentes todavía ofrecen
oportunidades de crecimiento para las operadoras»,
ya que «el número de nuevos
clientes es muy elevado».
Para el caso de Aerolíneas, Cristina
de Kirchner será más directa.
Le pedirá a Zapatero que le diga
el nombre del funcionario que pública
o privadamente al Grupo Marsans le dijo
que estaba en los planes inmediatos del
gobierno la expropiación de la empresa.
La Presidente reconocerá que las
partes están lejos de un acuerdo,
ya que el Grupo Marsans habla de los u$s
300 millones que según el Credit
Swiss vale la aerolínea, mientras
que el gobierno argentino se basa en el
informe oficial sobre el pasivo por más
de u$s 800 millones de la empresa. Sin embargo,
siempre para la Argentina, nunca se habló
de expropiación, sino de continuar
negociando un acuerdo, aunque hoy éste
sea lejano.
La Presidente tiene una carta más
para jugar, siempre según la versión
de los asesores oficiales: Marsans habría
pedido hace unos días un pago de
u$s 100 millones en varios meses para cerrar
un acuerdo. «Hablan de u$s 300 millones
y quieren cerrar por atrás con u$s
100», dicen cerca de la Presidente.
Con este panorama para el encuentro con
José Luis Rodríguez Zapatero,
viajó ayer Cristina de Kirchner a
El Salvador, con una comitiva sorprendentemente
breve. En el vuelo a Centroamérica
la acompañaron el secretario legal
y técnico, Carlos Zannini, y el embajador
Carlos Bettini, en su doble rol de representante
de la Argentina y España. El ministro
de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana,
voló directamente desde Brasilia,
donde el lunes mantuvo un encuentro de miembros
del Mercosur.
Ausencia
Según los datos de los organizadores,
hasta ayer Hugo Chávez, siempre protagonista
de este tipo de encuentros, faltará
a la cita. El bolivariano dijo que su presencia
en El Salvador no tiene la suficiente garantía
en cuanto a su seguridad, por lo que desistió
de participar. «No se me garantiza
la vida», insistió ayer Chávez
ante la prensa, lo que motivó que
el presidente de El Salvador, Elías
Antonio Saca, replicara que la seguridad
de su país «va a responder
como debe ser» y reiteró a
su par venezolano que «aquí
lo vamos a recibir bien».
La canciller salvadoreña, Marisol
Argueta, señaló ayer que la
única confirmación oficial
de ausencias en la cumbre ha sido la de
Uruguay, «país que nos ha enviado
una excusa oficial por vía diplomática».
Así, Tabaré Vázquez
no estará presente en El Salvador,
lo que provocará que probablemente
no sea en este encuentro donde se pueda
negociar la asunción de Néstor
Kirchner como titular de la UNASUR, un cargo
para que el tiene el veto uruguayo.
Hoy llegaron a El Salvador 17 jefes de
Estado y de Gobierno, que participarán
por la noche en la instalación oficial
de la cumbre y mañana deben arribar
los presidentes de Colombia, Alvaro Uribe;
y de Nicaragua, Daniel Ortega. La cumbre
está organizada para hablar del tema
«Juventud y desarrollo», pero
la crisis financiera internacional promete
ser el principal tema de discusión.
En este marco, Zapatero quiere lograr que
los Estados presentes firmen algún
tipo de solicitud continental para pedirle
a George W. Bush que invite a España
a la cumbre del G-20 que el 15 de noviembre
discutirá en Washington la crisis
financiera mundial. Aparentemente, la gestión
la hará el propio rey Juan Carlos
de Borbón, que no tendrá que
preocuparse en esta vuelta por los embates
de Hugo Chávez.