16/10/2008 03:11
Página 12 - Nota - Economía
- Pág.9
INFORME DEL TRIBUNAL DE TASACION DE LA NACION,
OPUESTO AL DE MARSANS
El valor de Aerolíneas
es negativo
>La Comisión Bicameral de Seguimiento
de las Privatizaciones tiene en su poder
un documento contundente sobre Aerolíneas
Argentinas. El Estado no debería
pagar ni un dólar por la compañía
porque su valor es negativo. Controversia
con los españoles.
Por Cledis Candelaresi
El informe del Tribunal de Tasación
de la Nación que llegó a la
Comisión Bicameral de Seguimiento
de las Privatizaciones, al que accedió
PáginaI12, denuncia que a julio pasado
el “valor sustantivo o patrimonial”
de Aerolíneas Argentinas es negativo
en 832.897.880 dólares, cifra que
se reduce a 622 millones de dólares
si la técnica empleada es la del
“flujo de fondos”. Más
allá de la certidumbre técnica
de ese trabajo, la brecha con el precio
que reclama el accionista privado es considerable
y por ello en el ánimo parlamentario
gana cuerpo la idea de avanzar con una eventual
expropiación, ya que un acuerdo de
partes se ve remoto. Pero para seguir este
camino, la ley de reestatización
votada un mes atrás no aporta mucho.
Según la norma que dispone la recompra
de acciones de parte del Estado nacional,
sancionada hace un mes, el Parlamento debe
avalar el precio que calcule aquel órgano
estatal. Se sabe que los tasadores públicos
no han dispuesto de toda la información
requerida para una tarea de semejante envergadura,
y a realizar en tan corto plazo. Aun así,
hay una producción oficial con aquellos
reveladores resultados.
Marsans quiere vender el 95 por ciento
de títulos en su poder cotizados
según el método de flujo de
fondos, por el cual se contempla la evolución
del negocio en un período dado. Es
decir, no tallan sólo los activos
y pasivos actuales, sino la capacidad de
la empresa de generar recursos bajo ciertas
condiciones de mercado y equipamiento. Con
esta consigna, el Crédit Suisse definió
varios precios, acordes con distintos escenarios
para la actividad, que oscilarían
entre 250 y 480 millones de dólares.
Pero con la misma técnica, el Tribunal
de Tasación llegó a un resultado
muy diferente, según consta en el
extenso trabajo bajo la lupa parlamentaria.
Los peritos públicos consideraron
la evolución del negocio a cinco
años y actualizaron los ingresos
a una tasa de descuento del 15,6 por ciento
anual. Supusieron que la flota subiría
de treinta y cuatro aeronaves a cuarenta
y dos a fin del 2008 y treparía a
cincuenta y dos en el 2012. Postulados similares
a los de Marsans, pero que condujeron a
un sitio opuesto. Por esta técnica,
Aerolíneas vale 546 millones de dólares
y Austral, 76 millones. Es decir, un resultado
negativo de 622 millones, al que el secretario
de Transporte, Ricardo Jaime, aludió
días atrás.
Pero la distancia es mayor aún si
la técnica a considerar es la del
valor sustantivo o patrimonial, por el cual
el activo y pasivo de una empresa se tasan
a precio de mercado. O, dicho de otro modo,
resulta de calcular cuántos recursos
le quedarían como remanente a su
dueño si la empresa realizara todo
su activo y cancelara su pasivo a precios
de mercado. Por esta técnica aquel
número supera los 832 millones de
dólares.
La primera lectura que están haciendo
los legisladores es que no hay razón
para que el Estado desembolse un solo dólar
para reestatizar Aerolíneas y Austral.
Sin embargo, el acta-acuerdo firmada por
Planificación y Marsans prevé
que las partes tienen que arribar a un acuerdo
sobre el precio o apelar al laudo de un
tercero para que lo fije, dándole
un carácter necesariamente oneroso
a esta operación.
“La situación es de no retorno.
Por ello sólo le queda al Estado
el camino de la expropiación, previa
declaración de nulidad del acta para
evitar que los españoles acudan al
Ciadi invocándola”, reclama
el radical Rubén Lanceta, uno de
los miembros de la Bicameral. La comisión
hoy se reunirá para discutir el tema
y allí proliferan las ideas para
cerrarles a los españoles ese eventual
camino de un reclamo internacional porque
el Gobierno se niega a cerrar una transacción
comercial común.
La ley de reestatización votada
a fin de septiembre habilita la recompra
de acciones en base a un precio que debe
ser convalidado por el Congreso, donde hasta
los oficialistas están ganados por
el ánimo adverso a la alternativa
de pagar. El problema que empezó
a avizorarse es que si el Estado adquiere
acciones, tiene derecho a los activos pero
también asume los pasivos. Esa carga
quizá podría eludirse con
una expropiación. Por ella se pondría
un precio a los activos tangibles e intangibles,
pero sin tener que afrontar la deuda, que
a la fecha ya supera los 1000 millones de
dólares. Según asesores legales
de los parlamentarios, la ley de reestatización
define el marco para comprar y vender acciones,
pero no habilita una toma compulsiva. Y
la de Expropiaciones permite al Estado tomar
otros activos pero no títulos de
propiedad. Así las cosas, para una
jugada hostil quizá sea necesario
sancionar una nueva ley