15/09/2008
Crítica - Nota - El País - Pág.15
el secreto mejor guardado del último balance de aerolíneas
Hay que poner cien palitos más
Así lo estipula la ley de sociedades comerciales por el resultado negativo del patrimonio neto. Si no se hace, la alternativa es la disolución de la compañía. Es otra de las consecuencias del balance de 2007 presentado el jueves.

A lejandro Bianchi

El Gobierno y Marsans tendrán que dar un paso más antes de cerrar la transferencia de acciones de Aerolíneas Argentinas-Austral al Estado. El patrimonio neto negativo de la empresa obliga a un nuevo aporte de capital de sus accionistas para que no entre en disolución. La cifra en cuestión, según el balance de 2007 presentado el jueves, rondará los $100 millones.
La semana que pasó volvió a provocar momentos de tensión entre los funcionarios y los representantes del grupo español, principal accionista de la aerolínea de bandera.
La empresa presentó el jueves otra versión de su ejercicio del año pasado, que se mantiene en línea con la última mostrada a la Auditoría General de la Nación (AGN). Según las distintas fuentes consultadas, Aerolíneas-Austral tuvieron un patrimonio neto negativo de $100 millones, contra los $102 millones negativos de hace unas semanas atrás. En un primer borrador presentado por la gerencia administrativa de la firma, el patrimonio neto era positivo en $56,9 millones.
Esta diferencia de criterio generó un fuerte roce entre Marsans y la consultora PriceWaterhouse, encargada de revisar los números de la compañía en los últimos años.
La AGN y el Tribunal de Tasaciones de la Nación –organismos encargados de auditar los números de las compañías para el Estado– también pusieron el alerta por la diferencia de criterio y la poca claridad del balance 2007.
El resultado neto del año pasado también se mantiene en la misma sintonía deficitaria. La pérdida total fue de $584 millones contra los $585,5 millones de lo último exhibido a mediados de agosto.
El pasivo, en tanto, se sigue manteniendo en el número reconocido por las dos partes: u$s890 millones.
Este jueves, nuevamente el directorio de la empresa volverá a analizar que el balance, que tal vez pueda volver a tener modificaciones.
Luego, vendrá la convocatoria a una asamblea de accionistas, que deberá aprobarlo. Este paso es fundamental para poder cerrar la compraventa de las acciones de la empresa a favor del Estado.
La importancia del ejercicio de 2007 radica en que será la clave para saber a ciencia cierta cuánto valen Aerolíneas y Austral. También tendrá incidencia el resultado de la operación comercial entre enero y el 17 de julio de este año, fecha en la que se firmó el acta acuerdo para iniciar el traspaso de acciones al Estado.
De ratificarse estas últimas cifras del patrimonio neto negativo, la ley de sociedades comerciales obliga a las partes a capitalizar la empresa u optar por su disolución.
El monto a desembolsar tiene que ser acordado entre los accionistas (Marsans con el 94% y el Estado y los empleados con el resto). No será un punto de negociación fácil teniendo en cuenta que el Gobierno no quiere pagar nada por la aerolínea de bandera y que los españoles apuntan a llevarse una cifra positiva para irse del todo perdedores de su incursión por la Argentina.
Según las distintas fuentes consultadas, la capitalización puede ser equivalente a la totalidad del rojo en el patrimonio neto o al menos la mitad para asegurar la continuidad de las operaciones.
Éste es un paso fundamental previo a la firma del contrato de compraventa de acciones para que no queden cuentas pendientes que abran la puerta a un futuro reclamo judicial.
En paralelo, la empresa sigue mejorando sus índices de calidad con menos cantidad de vuelos en oferta. Llamativamente, la puntualidad de los vuelos supera el 90 por ciento gracias a un marcado cambio de actitud de parte de los sindicatos A la espera. Aerolíneas Argentinas todavía tiene que esperar la definición de su futuro accionario.

Una tregua hasta el 13 de octubre

Si bien el acta acuerdo firmada entre el gobierno y Marsans el 17 de julio fijó 60 días para definir los términos de la reestatización de Aerolíneas, que supuestamente vencen hoy, las partes decidieron tomar días hábiles y no corridos.
Por lo que el plazo, que es muy probable que se extienda, oficialmente vencerá el 13 de octubre. La cantidad de información a analizar y la demora para fijar un valor por la compraventa de las acciones a favor del Estado retrasa la definición. Así el Gobierno puede seguir administrando la empresa. Su representante, Julio Alak, es el gerente general designado por el Consejo de Transición.
Dos cuestiones más despiertan curiosidad. La ley que le permite al Gobierno rescatar Aerolíneas Argentinas-Austral y comprarle las acciones a Marsans todavía no fue promulgada.
Y por último, los sindicatos siguen reclamando el no pago de aportes previsionales por parte de la empresa. La deuda total ronda los $30 millones y Marsans y el Gobierno no logran ponerse de acuerdo en cómo saldarla.