21/09/2008
La Nación - Nota - Política
- Pág.11
Aerolíneas:
advertencia de Marsans a De Vido
La firma española sostiene que podría
retomar el control
Por Adrián Ventura
De la Redacción de LA NACION
La relación entre Marsans y el gobierno
argentino, que decidió comprar compulsivamente
Aerolíneas Argentinas, atraviesa
uno de sus momentos de mayor tensión:
el grupo español teme que el Estado
quiera dejar caer el acta acuerdo firmada
hace dos meses y, por eso, el viernes envió
una carta al ministro de Planificación,
Julio De Vido, en la que se queja de los
obstáculos que se pone para hacer
la valuación de la compañía.
En Marsans, según confiaron a LA
NACION altas fuentes de la negociación
cercanas a los ejecutivos Vicente Muñoz
y Eduardo Aranda, sospechan que el Gobierno
intentará desconocer el acuerdo que
fija una doble tasación de la empresa
y una eventual tercera, independiente, en
caso de disidencias. Si eso ocurriera, la
única valuación sería
la que hiciera el Tribunal de Tasaciones,
como estableció una ley votada en
agosto.
"Marsans evalúa el camino por
seguir. Pero si el Estado hace caer el acta
acuerdo, también cae el fundamento
que tiene el Estado para cogestionar Aerolíneas
junto con Marsans. Entonces, podríamos
pedir que Marsans retomara en forma exclusiva
el control de Aerolíneas", aseguró
una fuente del grupo español.
Si se cayera el fundamento de la cogestión,
sólo quedarían dos alternativas:
o administra Marsans -que jurídicamente
sigue siendo titular de Aerolíneas
porque el Estado todavía no pagó
el precio ni expropió- o el Estado
dicta una ley expropiatoria.
La ley que votó el Congreso establece
que el Estado "rescatará por
compra" la empresa y que el precio
lo fijará el Tribunal de Tasaciones.
Pero la ley no anuló el acta acuerdo
que establece la triple valuación
(el Tribunal de Tasaciones, el Crédit
Suisse -por Marsans- y otro, imparicial,
si no hubiera acuerdo).
La carta que lleva las firmas de Muñoz
y de Aranda fue enviada con copia a Ricardo
Jaime, secretario de Transporte, y al embajador
de España en la Argentina, Rafael
Estrella.
Esta semana, Muñoz se reunió
en Madrid con el ministro de Industria de
España, Miguel Sebastián,
y no se descarta que el gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero plantee el
tema ante la presidenta Cristina Kirchner,
con quien se verá en Nueva York esta
semana.
Queja escrita
La nota enviada a De Vido, con la firma
de Aranda, recuerda que Marsans y el Estado,
en el acta acuerdo del 17 de julio, pactaron
el sistema de triple tasación.
Marsans dice que, por su parte, permitió
el ingreso de decenas de representantes
de la Sindicatura General de la Nación
(Sigen), la Auditoría General de
la Nación (AGN) y el Ministerio de
Planificación, y que trabajó
en la preparación de los estados
contables y mantuvo reuniones con el Crédit
Suisse y el Tribunal de Tasaciones.
En la carta, se acusa a Julio Alak, representante
del Estado en Aerolíneas, de obstruir
la valuación de la empresa y se reitera
un pedido de reunión a De Vido.
A Alak la empresa lo acusa de lo siguiente:
No colaborar para elaborar el plan de negocios
de la empresa, esencial para su tasación.
Mientras Marsans -según la nota-
presentó el suyo en una reunión
de gerentes del Consejo de Transición,
Alak faltó sin aviso a la reunión
en la que se trató el tema, tras
lo cual llamó al Crédit Suisse
Nueva York para decirle que impugnaba el
plan. No aceptó dar ninguna explicación
ni dijo cuáles eran los aspectos
que impugnaba.
El auditor del Estado también se
queja. En la última reunión
de directorio, el miembro de la Comisión
Fiscalizadora designado por el Estado, Carlos
Vidal, manifestó su imposibilidad
de aprobar el balance por haber recibido
la información apenas la tarde anterior
de la reunión en la que se trató
el tema.
La ley aprobada por el Congreso no solucionó
el problema de las tasaciones, porque no
anuló el acta acuerdo -muchos legisladores
oficialistas y de la oposición creen
que sigue vigente- y tampoco decidió
expropiar.
Reclamo internacional
Así, ahora, Marsans tiene una base
para reclamar que el Estado debe colaborar
para fijar el plan de negocios de la empresa
y, sobre esa base, llegar a un precio de
la empresa.
Hay también una discusión
sobre el patrimonio de la empresa y sobre
cuáles son sus deudas. Y mientras
el Estado pretende pagar cerca de cero pesos,
Marsans pretendería un monto bastante
elevado (algunos hablan de 450 millones
de euros).
Como sea, Marsans pretende dar pelea y
sabe que no tiene chances de manejar la
empresa con los sindicatos en contra, pero
si el Estado da el próximo paso -que
podría ser el de expropiar- le quedaría
habilitada la vía para un reclamo
internacional.
Cuestión de precio
El directivo de Marsans Vicente Muñoz
es uno de los que manejan la discusión
con el Gobierno por el precio de la compañía
que comprará el Estado.
En una dura carta al Gobierno, el grupo
español sugiere que, si no hay acuerdo,
está dispuesto a retomar el control
absoluto de la aerolínea.