JUICIO POR EL ACCIDENTE DEL VUELO
DE LAPA 3142, DE AGOSTO 31 DE 1999.
LUEGO DE CASI NUEVE AÑOS,
LOS FAMILIARES DE LAS 67 VÍCTIMAS FATALES
Y LAS DECENAS DE HERIDOS GRAVES, EXIGEN JUNTO
A LA SOCIEDAD ARGENTINA, UN JUSTO Y EJEMPLAR
CASTIGO PARA TODOS SUS RESPONSABLES, EMPRESARIALES
Y DE LA FUERZA AÉREA.
La iniciación del juicio federal penal
contra los imputados por el accidente de LAPA,
que incluye entre sus acusados, a su presidente
y dueño Andrés DEUTSCH, empleados
jerárquicos y oficiales de alto rango
de la Fuerza Aérea; si bien pudo comenzar
a más de nueve años de sucedido
el mismo -lo que sería un escándalo
en cualquier país serio con calidad
institucional republicana-, debe por nuestras
falencias crónicas estatales, ser celebrado
como un auténtico logro. Cuyo mérito
principal es de los damnificados, familiares
de los fallecidos y los heridos.
Tan enorme demora judicial ha posibilitado
otro atropello a la razón, al menos
la pública, que el presidente enjuiciado
de LAPA, estando imputado, haya sido durante
a la vez dueño de otra empresa aérea,
en la modalidad de Taxi. La cual en varias
ocasiones usó el ex presidente Néstor
KIRCHNER, con algunos de sus más altos
funcionarios.
La conducción de APTA ha denunciado
sistemáticamente el deterioro de la
seguridad aérea en su ámbito
de competencia profesional, ante todas las
autoridades competentes.
En el caso particular de la catástrofe
investigada, APTA fue pionera revelando ante
la DNA (Dirección Nacional de Aeronavegabilidad);
DHA (Dirección de Habilitaciones Aeronáuticas);
y Comisiones de Transporte de ambas cámaras
legislativas; las crónicas y graves
falencias en el Área de Mantenimiento
de LAPA, por sus fallas organizacionales y
de comunicación, insuficiencia de insumos
materiales, y carencia de capacitación
adecuada.
También, oportunamente (septiembre
de 1999), en mi carácter de Secretario
General de APTA, le hice entrega de todo lo
actuado por nuestra Asociación Sindical,
al fiscal interviniente, Dr. Carlos RÍVOLO.
Es de destacar que, APTA también denunció
públicamente nueve meses antes de ocurrida
la tragedia, las irresponsables y anómalas
prácticas empresariales en las que
incurría LAPA, las cuales socavaban
riesgosamente su seguridad en vuelo. Ello
sucedió, durante nuestro Primer Seminario
se Seguridad Aerocomercial, organizado el
23 y 24 de Noviembre de 1998, con la participación
de la NTSB (National Transportation Safety
Board) de los Estados Unidos, y ante la presencia
entre muchos otros asistentes, de autoridades
de la Fuerza Aérea Argentina, y de
funcionarios del gobierno nacional del Área
del Transporte Aerocomercial.
Fue durante el discurso inaugural que pronuncié,
refiriéndome a las exigencias de la
seguridad en vuelo que las empresas aéreas
están obligadas a respetar, cuando
advertí sobre la preocupante situación
en LAPA, que ponía en riesgo las mismas.
Afirmando, “Un requisito tan obvio,
elemental e insoslayable, que ni siquiera
debería ser formulado, si no existieran
los problemas de seguridad aérea que
hoy afectan a la industria. Si no existieran,
por ejemplo, empresarios arribistas, inescrupulosos
y desprejuiciados, que puedan confesar públicamente
con total temeridad que, “con los aviones
me gusta jugar y ganar plata”, como
textualmente afirmó el año pasado
un importante empresario aerocomercial argentino,
y que acaba de declarar que su target empresarial
es, “ser experto en costos bajos”
(nota: ambas fueron declaraciones
de Andrés DEUTSCH). Un móvil
de negocios válido para un almacenero,
pero jamás para un empresario del transporte
aéreo”.
Agregando luego sin tapujos, “Es corrupción,
por ejemplo, si un investigador de uno de
esos organismos (nota: los de control aeronáutico
estatal) trabaja, simultáneamente,
en una de las empresas aerocomerciales a cual
es su obligación auditar. Lo cual es
legal y moralmente inaceptable. Y no me estoy
refiriendo a un caso hipotético, sino
que estoy denunciando un caso real. El organismo
de control es la Junta Nacional de Investigación
de Accidentes Aéreos y la empresa aerocomercial
es LAPA”
Los damnificados querellantes, como toda la
sociedad argentina, esperan y necesitan un
justo y ejemplificador castigo de cumplimiento
efectivo, para todos los responsables de esta
tragedia de LAPA, tan previsible como
evitable.
Para que el fin de la impunidad en el ámbito
aerocomercial, sea un punto de inflexión
histórico a favor de la seguridad aérea
nacional, el cual contribuya a garantizar,
que NUNCA MÁS se sucederán semejantes
muertes y dolor, por las mismas malignas causas
de corrupción y codicia.
Tanto en lo que respecta a mi persona, como
a todos los miembros del Consejo Directivo
de APTA, nos hallamos a disposición
del juzgado federal interviniente, para lo
todo lo que estime necesario. A efectos de
contribuir, como ciudadanos y trabajadores
aeronáuticos, con su tan trascendente
misión de impartir JUSTICIA.
Ciudadela, 16 de abril de 2008
RICARDO CIRIELLI
Secretario General de APTA
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