De mi mayor consideración:
En materia de política aerocomercial,
Argentina estuvo en estos 10 últimos
años condicionada por el hecho de
que sus empresas Aerolíneas Argentinas
y Austral, estaban situadas como naves monitoras
de la política de transferencia de
activos del Estado Nacional a la sociedad
civil.
Ello significó de hecho un grave
condicionamiento para cualquier decisión
política del Poder Ejecutivo Nacional,
por lo que significaría como señal
para los inversores internacionales, al
stablishment financiero y los grupos empresariales.
Hoy, culminando, el proceso de transferencia
de activos, persiste el problema, hasta
puede decirse que se agravó, pero
desapareció aquel condicionante,
por lo que es factible concebir una Política
de Estado para el área.
Por ello estoy resignificando desde el
inicio de esta nueva etapa en el sector,
de la necesidad a la posibilidad.
Fue necesario correr todos los riesgos,
aunque se debe advertir que nunca se puso
en juego desde el Gobierno o el estado Nacional
la continuidad de ambas empresas. Los trabajadores
y sus organizaciones algo tuvimos que ver
con ello. También la opinión
pública y la militancia Política.
Sin perjuicio de posteriores aportes, algo
mas precisos y detallados, y con el sólo
objetivo de alentar y proponer un debate
como el que merece el área, creo
que, en consonancia con la nota presentada
al Sr. Presidente Dr. Fernando De la Rua
(que la adjunto a la presente), lo primero
que se debe poner en el análisis
es la cuestión política.
No dudo que se deberán elaborar
enfoques técnicos sectoriales específicos,
pues hoy hay en cada subsector una realidad
distinta, en casos mejores y en otros peores,
que hace diez años. (El Sistema de
Reservas para mejor y Mantenimiento para
peor).
Pero, teniendo en cuenta la grave situación
estructural de ambas empresas; la finalización
de la calidad de empresa designada por el
Estado Nacional en Noviembre del 2000, las
negociaciones entre American Airlines e
Iberia Interinvest Sepi y la imperiosa necesidad
la potenciar la capacidad del transporte
aerocomercial argentino, creo que se está
en condición de sacar provecho, de
obtener utilidad de la actual situación
de crisis terminal en el sector.
Sí afirmo que es un dato de alto
valor estratégico la vocación
de diálogo que se propone desde la
autoridad área, como así también
la presencia de una vocación de planificación
estratégica en materia de infraestructura
en el gabinete Ministerial de la Presidencia
de la Nación.
Por último no puedo dejar de apuntar
las alentadoras cifras de nuestro Turismo
Receptivo y la creciente capacidad de exportación
de bienes transables que está teniendo
el país.
Ambas realidades son evidencias de la necesidad
que tiene argentina de concebir una Política
de Estado en la materia.
Es mi personal estimación que tanto
el Sr. Presidente de la República
Argentina, Dr. Fernando De la Rua como principal
partido opositor y las principales fuerzas
sociales y empresariales habrán de
coincidir con el espíritu constructivos
que el área necesita para evitar
una situación traumática que
tendrá perjuicios para todos.
Confiando en ello, saludo a usted atentamente
RICARDO CIRIELLI
Secretario General
Asociación Personal Técnico
Aeronáutico