Nuestra Asociación ha mostrado
durante todo el transcurso del conflicto,
una posición firme y coherente. Siempre
apelando a la racionalidad, y actuando con
contundencia cuando las circunstancias así
lo exigieron, sin utilizar medios que afectaran
los derechos del resto de la ciudadanía.
Durante los nueve días de paro que
llevamos adelante por la reincorporación
de 500 técnicos, supimos hacer frente
a la situación, y nos comprometimos,
no solo con la defensa de nuestros compañeros,
sino con la preservación de nuestras
aeronaves, patrimonio de todos los argentinos.
En pleno conflicto realizamos tareas de
preservación y mantenimiento, con
el fin de contar en el menor tiempo posible
con los aviones, luego del levantamiento
del paro (2 de mayo de 2001).
Resistimos la provocación del Estado
español apelando a la razón
y nunca a la violencia, evitando a cada
paso, exponer la integridad física
de nuestros compañeros.
Con el apoyo de la sociedad y de la prensa,
a través de su incondicional adhesión
a esta causa totalmente justa, todas las
acciones fueron resueltas en conjunto por
los Técnicos Aeronáuticos,
que en una Asamblea de 1000 trabajadores
de un total de 1350 (el resto se encontraba
trabajando) y con la presencia del periodismo,
dieron una muestra cabal de unidad y respeto
a los valores democráticos.
Demostramos nuestra madurez social, cuando
a pesar de la falta de pago del salario
(haciendo la correspondiente denuncia),
nos pusimos a disposición de la empresa
para prestar nuestros servicios en función
de la recuperación operativa de la
compañía, demostrando que
el responsable de la paralización
de los vuelos es el Estado español.
Nuestra asociación no fue quien
entorpeció en los aeropuertos la
salida de nuestros propios aviones, perjudicando
con una mala imagen en los mostradores de
Ezeiza y Aeroparque a nuestra Línea
Aérea de Bandera. La voluntad de
no ofrecer servicio es del Estado español
y de sus cómplices, con quienes ya
ha firmado un acuerdo de imposición
del Plan Director, y específicamente
nos referimos a los cinco gremios que propician
con su firma la desaparición de Aerolíneas
Argentinas y Austral.
Nuestra posición es rígida
en cuanto a la defensa de nuestras condiciones
de trabajo y la preservación de nuestra
Línea Aérea de Bandera, y
lo seguirá siendo en el futuro. Pero
siempre sobre la base de la construcción
y nunca manchando el nombre de la propia
empresa ni de nuestra Nación. Por
ello nunca nos sumamos al lamentable espectáculo
que se ofreció en las puertas de
nuestra patria, el aeropuerto de Ezeiza,
comprometiendo la imagen de nuestro país
en el mundo entero y perjudicando a otros
pasajeros y trabajadores.
Si algo nos caracterizó siempre
ha sido la responsabilidad y ello ha quedado
demostrado en la respuesta de todos los
argentinos a nuestra convocatoria en el
Luna Park, donde reunimos a más de
15.000 personas y a todos los medios de
difusión, que llevaron a los hogares
argentinos la imagen de un gremio duro,
pero pacífico y con coherencia entre
su línea de pensamiento y de acción,
capaz de presentar en un solo acto y en
forma totalmente desinteresada a mas de
100 personalidades de la cultura y lograr
que en el mismo no se enarbolara ninguna
bandera que pudiera marcar alguna diferencia
entre los argentinos, sino una única,
la Bandera Argentina. En ese acto no se
registró un solo incidente, una sola
muestra de violencia, y la desconcentración
ordenada y pacífica, fue y es una
característica de todas nuestras
marchas y protestas.
La nota triste estuvo en el aeropuerto
de Ezeiza y la dieron los violentos de siempre,
los que firmaron el plan director, aquellos
que operan a favor de quienes nos atacan
(SEPI/Estado español) y que no tienen
vergüenza en exponer a sus representados,
y manchar la imagen del país, por
el solo hecho de boicotear un acto de APTA
en defensa de la fuente de trabajo y el
patrimonio de los argentinos. Esos que por
intereses personales, se suman a la corrupción
y negocian la entrega de sus compañeros,
prometiéndoles estabilidad laboral
por dos años, cuando positivamente
todos sabemos que no existe ninguna garantía
de estabilidad empresaria, confirmado esto
último con la actitud de la SEPI
de presentarse a convocatoria de acreedores.
APTA mantuvo una conducta intachable y
fiel a sus principios, incluso aún
en las peores de las adversidades, cuando
teníamos (y aún tenemos) como
enemigos a una coalición formada
por la SEPI/Estado español, y la
dirigencia de cinco de los siete sindicatos
aeronáuticos.
Desde APTA supimos resistir al intento
de desguace del Area Técnica de Mantenimiento,
conservando nuestros salarios y conquistas
sociales y de ello nos sentimos orgullosos
todos los Técnicos Aeronáuticos.
Mientras que otros sindicatos aceptaron
la propuesta del gobierno Menemista y el
Estado español para la tercerización
de sus sectores (Jet Pack, Aero Handling,
Indra, Free Shop, Intercargo, Intendencia
y Catering) con las consecuencias por todos
conocidas, que fueron el despido de cientos
de trabajadores, la pérdida de sus
convenios, la precarización de sus
condiciones de trabajos y fundamentalmente
la destrucción sistemática
de Aerolíneas Argentinas y Austral.
APTA cuenta con una ventaja, la transparencia
de su discurso, coincidente en un ciento
por ciento con las acciones y los hechos.
Ello fue la clave para lograr el máximo
de adhesión de los Técnicos,
que ven reflejado su pensamiento en el accionar
conjunto de los Cuerpos de Delegados y el
Consejo Directivo.
Nuestra Asociación ha estado siempre
dispuesta al diálogo, y lo sigue
estando, siempre que exista una propuesta
seria y responsable, que garantice el futuro
de los Técnicos Aeronáuticos.
En tal sentido hemos elaborado y presentado
un plan de reestructuración del área
técnica para el crecimiento y la
creación de nuevos puestos de trabajo,
que siempre ha sido rechazado por la SEPI.
Ha quedado plenamente demostrado que el
interés de la SEPI en Aerolíneas
ha sido siempre su desaparición y
nosotros logramos hacerlo de público
conocimiento. Hemos conseguido que el Gobierno
Nacional buscara una salida política
a la crisis generada por la SEPI/Estado
español en nuestra Empresa de Bandera.
Para finalizar queremos dejar sentado el
importante apoyo recibido por la Asociación
Argentina de Aeronavegantes, que se sumó
y confió en la RESISTENCIA de los
Técnicos Aeronáuticos, colaborando
con todos y cada uno de los movimiento que
hemos realizado, como así también
en la investigación y difusión
de la situación hacia todos los sectores
de la sociedad, medios de comunicación,
organismos oficiales y gubernamentales.
También agradecemos la solidaridad
y el apoyo de la gran mayoría de
los compañeros del resto de los sindicatos
aeronáuticos, que más allá
de sus dirigencias, se acercaron para buscar
la unidad de todos. Confiamos en que estos
lazos se mantendrán firmes, con el
fin de garantizar una transición
ordenada de la empresa a sus posibles nuevos
dueños, y una proyección de
la misma en el mercado aéreo mundial.
Saludamos a toda la sociedad argentina
que ha sabido ponerse a la altura de los
acontecimientos y que brinda un fuerte respaldo
a los trabajadores de Aerolíneas
y Austral, tomando esta RESISTENCIA como
propia, y sintiendo en nuestro reclamo,
es el reclamo de todo el pueblo argentino
por su patrimonio, su soberanía y
su dignidad nacional.
Ciudadela, 15 de junio de 2001.