Dr. De la Rúa, Aerolíneas
Argentinas es una empresa que fue creada
hace 50 años (7/12/50) por el Estado
argentino, y mantenida y desarrollada con
su trabajo e impuestos, por todos los argentinos.
Por eso es un auténtico patrimonio
nacional: económico, social y cultural.
Dr. De la Rúa, la privatización
de Aerolíneas realizada por Menem-Dromi
y sostenida a cualquier precio por Menem-Cavallo,
fue pésima. Plagada de irregularidades
técnicas y jurídicas, y con
un único oferente, el consorcio liderado
por IBERIA, la aerolínea del Estado
español. Entre esas irregularidades,
estuvo una que permitió a Iberia/Estado
español, cargar a cuenta de Aerolíneas
los créditos tomados por ellos para
comprarla. Es decir, el Estado español
compró Aerolíneas con el propio
dinero de Aerolíneas. De esta forma,
aunque nuestra empresa fue puesta a la venta
libre de deudas, comenzó su era privada
ya endeudada para comprarse a sí
misma.
Dr. De la Rúa, a esta ignominiosa
transferencia de Aerolíneas hecha
a favor de Iberia/Estado español
por el gobierno menemista, le siguió
un ominoso gerenciamiento-como bien lo calificó
el Dr. Raúl Alfonsín-, por
parte del nuevo administrador privado y
también accionista mayoritario: el
Estado español. Bajo su directa gestión
se vendieron sus principales activos: edificios,
sucursales nacionales y extranjeras; sus
simuladores de vuelo; su flota empresaria
que se alquiló en leasing; se deshizo
de su transporte de carga de cabotaje entregándoselo
a Jet Paq; y su sector de informática
a la compañía española
INDRA. Se disminuyó significativamente
la participación en los mercados
de cabotaje e internacional; y se perdió
prestigio comercial. Además, se redujo
a la mitad la dotación del personal
5000 trabajadores menos-; y se forzó
el envío de trabajos de mantenimiento
y reparación al exterior mayoritariamente
a IBERIA- los cuales antes de la privatización
eran realizados en nuestro país.
El traspaso de la administración
de Aerolíneas a American Airlines,
que sólo posee el 8,5% de las acciones,
con lo cual el Estado español continuó
manteniéndose como socio mayoritario
y responsable máximo de los resultados
de la gestión empresaria, fue efímera
y también insatisfactoria, Aunque
se modernizó la flota parcialmente
y se recuperaron rutas, se tercerizó
el transporte de carga internacional con
Lan Chile; se cambió el sistema de
reservas de pasajes por otro traído
por Américan, que le aporta a ésta
importantes ingresos; y se vendió
la participación de Aerolíneas
en Buenos Aires Catering.
Dr. De la Rúa Aerolíneas
no está en esta situación
de postración porque el mercado así
lo decidió, por su falta de competitividad.
Aerolíneas está jaqueada,
y Ud. Sr. presidente lo debería saber
muy bien, porque ha sufrido una administración
fraudulenta, una estafa, por parte de IBERIA/Estado
español, la cual la ha conducido
a una quiebra técnica, también
fraudulenta. No fue el sagrado mercado,
sino los hechos delictivos que se cometieron
en ella los que la llevaron a esta situación.
Ud. y sus funcionarios lo saben, y también
todos los argentinos. Ya no quedan ingenuos
en nuestro país, y nadie puede hacerse
el desentendido.
Aerolíneas Argentinas se ha convertido
en el mejor chiste de argentinos, hecho
por españoles.
Dr. De la Rúa, es moral y racionalmente
indefendible, además de suicida,
entregarle el poder de decisión para
salvar a una empresa a los mismos que la
han llevado al borde de su quiebra. A aquellos
que han robado para SU CORONA. A esos, cualquier
gobierno que se precie de soberano, los
sentaría en el banquillo de los acusados
para que rindan cuentas ante la justicia
por sus compromisos incumplidos y por como
han devastado un patrimonio de nuestra Nación,
dado en propiedad para su custodia y crecimiento,
y no para su ruina. Jamás les permitiría
ser los amos de la vida y de la muerte de
ese activo estratégico, ni de las
15.000 familias de argentinos que directa
e indirectamente dependen de Aerolíneas
Argentinas/Austral.
Dr. De la Rúa, no existe ningún
Plan de Salvataje de Aerolíneas Argentinas/Austral,
el así mal llamado por el Estado
español, es más de lo mismo
de lo que se hizo durante 10 años,
pero peor: el achique y el ajuste crónico
que indefectiblemente conducirán
a la extinción de nuestra empresa
de bandera. Para lograrlo, pretenden hacerle
pagar a la sociedad argentina y a su gobierno,
el costo político, económico
y financiero de ese Plan, mediante el despido
de 1550 empleados; el aporte inmediato del
capital correspondiente al 5% de las acciones
estatales; y la concesión de otras
prebendas, algunas de las cuales si se concretaran,
podrían afectar en un futuro la seguridad
aérea de la empresa. El Estado español
sólo capitalizaría parcialmente,
y en el mediano plazo, la deuda empresaria.
Mientras tanto, durante los tres años
que duraría el Plan de salvataje
embolsará las ganancias por la tercerización
de la mayoría de sus rutas de cabotaje,
regional e internacional; y la venta de
su área de mantenimiento y reparación,
a VIVA AIR, una empresa perteneciente al
grupo IBERIA. ¿Cómo podrá
Aerolíneas ser menos deficitaria,
si deberá pagar a un tercero los
servicios de mantenimiento y reparación,
que ahora se hace ella misma?,¿Cómo
podrá tener Aerolíneas mayor
superávit, si se desprende de aviones
y rutas las cuales, siempre les resultan
rentables, a otros operadores nacionales
o extranjeros a quienes se las traspasan?.
Se continúa cumpliendo con la perversa
lógica del único propósito
que tuvo IBERIA/Estado español: generar
ganancias para sus arcas, vendiendo todos
los activos posibles, y/o creando negocios
independientes, para que también
sean usufructuados por otros españoles.
Jamás se propusieron que Aerolíneas
Argentinas fuera rentable. Nos han tratado,
con la aquiescencia del gobierno menemista,
como si aún fuéramos parte
del virreinato, o como si San Martín
y nuestra Independencia nunca hubieran existido.
Dr. De la Rúa, por qué los
argentinos no podemos tener un Estado que
defienda con tenacidad, los intereses y
derechos legítimos de sus empresas
y trabajadores, tal cual lo hace Brasil
que no cedió al control privado ni
de Varig, ni de Embraer -la principal fábrica
de aviones de Latinoamérica-, a las
que además subsidia-; o como EEUU
que subsidia con contratos militares y espaciales
a la Boeing, y presiona a otros países
, como el nuestro, para obtener acuerdos
de cielos abiertos-; o como España
que impide que una empresa, que se está
privatizando, sea comprada total o parcialmente,
por otra empresa extranjera cuyo Estado
tenga participación en ella-. Los
españoles justifican su decisión,
argumentando que si han privatizado una
compañía no quieren que otro
gobierno la maneje, a los efectos de proteger
su estabilidad. Viendo los resultados de
su experiencia con Aerolíneas, nadie
les puede negar que tienen razón.
Los españoles no quieren que otros
le hagan a ellos, lo que ellos nos han hecho
a nosotros. El Presidente Aznar es un entusiasta
partidario del capitalismo neoliberal, pero
español.
Dr De la Rúa, es inadmisible política
y legalmente que el gobierno argentino acepte
la extorsión que le impone el Estado
español: o se acepta sumisamente
su propuesta o se deshacen de Aerolíneas.
Es su Plan de Salvataje o la nada. Ese es
un planteo tan inaceptable por abusivo como
falso. Su Plan es en verdad la nada para
Aerolíneas, puesto que significará
reducirla a un simple logo vacío.
El único camino posible para salvar
a la empresa, es con el crecimiento de sus
negocios y no con su reducción. El
Estado argentino tampoco debe permitirle
al Estado español, dado que es el
directo y mayor responsable de la crisis
que sufre Aerolíneas Argentinas,
que utilice la habitual estrategia de ofenderse
e irse, sino se aceptan plenamente sus deseos.
Repitiendo lo mismo que ya hizo en la aerolínea
de bandera de Venezuela, Viasa, la cual
también administró y que,
casualmente, terminó llevando a la
quiebra, gracias a la indulgencia con que
contó por parte del gobierno venezolano.
Dr De la Rúa, el gobierno argentino
debe tomar la iniciativa. Debe dejar de
ser eco para comenzar a ser voz. Tiene la
responsabilidad de liderar un auténtico
"Plan de Salvataje", y conducir
la ejecución del mismo hasta que
Aerolíneas esté saneada financieramente,
y pueda ser correctamente reprivatizada.
Ese real "Plan de Salvataje" ,
es indispensable que se inicie, como bien
lo han expresado el Ministro de Infraestructura
N. Gallo; el Presidente de la Comisión
de Transporte, Dip. A. Nievas; el Presidente
de la Bicameral, Dip. A.Natale; y el Dr.
Raúl Alfonsín, entre otros
destacados funcionarios y políticos,
exigiéndole al Estado español
que se haga cargo de sus obligaciones como
accionista mayoritario y responsable de
toda la gestión de Aerolíneas,
incluida su deuda. De ahí en más,
sería posible reestructurar la empresa
convocando a inversores argentinos y extranjeros,
con solvencia moral, técnica y económica;
sin descartar el ej. de United Airlines
-la primera empresa aerocomercial de EEUU-,
cuyo 58% de acciones son propiedad de sus
trabajadores, quienes contratan a ejecutivos
para administrarla. Pero, cualquier solución
para Aerolíneas, debe partir del
cumplimiento por parte del Estado español
de los acuerdos que pactó, y del
saneamiento de la deuda en que sumió
a Aerolíneas Argentinas.
Dr. De la Rúa, el Estado argentino
tiene la obligación de defender un
patrimonio estratégico para la Nación,
atento a que Aerolíneas Argentinas
es un importante instrumento de desarrollo
económico, geopolítico, social,
cultural y turístico: Por consiguiente,
no debe amparar ni menos favorecer, a privatizadores
extranjeros que saquearon ese patrimonio
en beneficio propio. Ninguna ley económica
del neoliberalismo afirma, que para alcanzar
la eficiencia y competitividad es necesario
defender al delito y a los delincuentes.
Todo lo contrario, sólo utilizando
como medio la transparencia y el combate
a la corrupción, esas cualidades
podrán alcanzarse. Son los mismos
medios Sr. Presidente, que usted se comprometió
a instalar si es que llegaba a gobernar.
Honraría entonces sus compromisos
electorales, y cumpliría además
con sus deberes como Jefe de Estado, si
ordenara una auditoria comercial, financiera
y técnica de Aerolíneas Argentinas,
efectuada a través de la SIGEN (Sindicatura
General de la Nación). Así
se podría conocer minuciosamente,
lo que el Estado español a través
de IBERIA hizo en Aerolíneas, y establecer
las responsabilidades civiles y penales
que eventualmente le podrían caber,
a cada uno de sus funcionarios.
Dr. De la Rúa, no debe permitir
que el destino de Aerolíneas Argentinas
quede en manos de tecnócratas y economistas,
fundamentalistas de la economía y
de la sociedad de mercado. La decisión
política sobre el futuro de Aerolíneas
debe ser exclusivamente tomada por usted,
por todas las razones aquí expuestas
y porque Aerolíneas es una compañía
aérea viable, si se la administra
con honestidad e idoneidad, puesto que sus
costos son competitivos; su personal sigue
comprometido con la identidad empresaria;
y está inserta en la región
latinoamericana, cuyo mercado de tráfico
aéreo será el de mayor crecimiento
en los próximos años: 6,9%
anual. Tanto es codiciable nuestro mercado,
que ese es el objetivo final de quienes
buscan que Aerolíneas se extinga
o que quede reducida a su mínima
expresión: apoderarse de sus rutas
y mercados, de cabotaje regional e internacional.
Con la desaparición de Aerolíneas,
que arrastrará también a Austral,
comenzarán a existir en nuestro país
los Cielos Abiertos de hecho.
Dr. De la Rúa, el único instrumento
idóneo, para rescatar y reimpulsar
nuestra aerolínea de bandera es una
política de estado activa. Interviniendo
con firmeza y precisión. Si usted
lo pudo hacer para salvar a Racing Club,
bajo la justificación de que es un
patrimonio histórico y cultural,
a lo cual adherimos. Nadie puede dudar que
existen razones, para que su gobierno tenga
una política activa en el problema
de Aerolíneas. Al menos que para
lograrlo, todos los empleados de Aerolíneas
debamos hacernos socios de Racing.
Dr. De la Rúa, la sociedad Argentina
está observando como se resuelve
la situación de Aerolíneas,
no sólo para ver si su línea
aérea de bandera sobrevive, sino
como un caso testigo que define si el Estado
que usted dirige, es el continuismo del
Estado autoritario hostil y lejano el Estado
enemigo- del gobierno menemista, o en realidad
es el cambio que usted prometió cuando
debía conquistar nuestros votos,
y que la ciudadanía le reclama: un
Estado democrático, cooperador y
decidido para trabajar por la defensa de
las empresas y el trabajo nacional. Para
expresarlo más claro, se está
decidiendo si usted es o no es más
de lo mismo. Si usted es o no, el Menem
rubio. Sólo luego de resolver esa
ecuación, sus compatriotas podrán
creer para crecer, como usted les pide.
Es usted quien debe demostrar primero que
es creíble, siendo coherente en sus
actos con lo que se comprometió.
Por supuesto, el cambio es siempre difícil
y riesgoso, requiere además de imaginación,
valentía. Pero es para los hombres
de coraje que se han hecho las empresas,
como acertadamente lo sostuvo el Gral. San
Martín; y a usted su pueblo lo votó
esperando que sea un Presidente que se ponga
los pantalones, y no para que se los saque,
siendo conformista y timorato. Usted Sr.
Presidente, decide lo que quiere ser con
el tratamiento que le dé a la situación
de Aerolíneas. Porque usted tiene
todos los medios y el poder para usarlos,
ya sea para recobrar y relanzar la empresa,
como para permitir que finalicen con la
tarea de su destrucción. De usted
depende Dr. De la Rúa, si quiere
o no pasar a la historia junto al Dr. Menem,
como los dos Presidentes que causaron la
desaparición de una empresa, construida
con el esfuerzo de todos los argentinos:
AEROLÍNEAS ARGENTINAS.
Ricardo Cirielli
Secretario General
A.P.T.A
Dr. De la Rúa: de usted depende
Un buen Gobierno no está
asegurado por la liberalidad de sus principios,
pero sí por la influencia que tiene
en la felicidad de los que le obedecen.
José de San Martín.