De mi mayor consideración:
Diversos y graves acontecimientos registrados
tanto dentro como fuera de Aerolíneas
Argentinas que están generando importantes
y crecientes dudas sobre la administración
de la empresa y su viabilidad en el mediano
y largo plazo, me obligan a enviarle la
presente.
Por empezar, las reuniones que desde hace
seis meses mantenemos con su representante
José María Llodrá y
los gerentes del Área Técnica,
han dado hasta la fecha muy insuficientes
resultados que no solucionan en absoluto
los problemas de fondo que afronta el Área
Mantenimiento, y por ende, podemos calificarlas
como inaceptables, tanto para Aerolíneas
Argentinas y Austral como para APTA.
Ha habido mucho ruido y pocas nueces, o
los hechos no han tenido demasiada correspondencia
con los dichos, desde su anuncio de coincidencia
y aceptación del proyecto de APTA,
para hacer viable al Área Técnica
-y a la empresa-, bajando costos y generando
mayor rentabilidad, materializando dicha
concordancia a través de las reuniones
del Foro.
En medio año, de los reclamos y
propuestas presentadas por APTA, esenciales
para que las políticas de conducción
de las Áreas Técnicas y Materiales
cambien 180 grados y sirvan a Aerolíneas
y no se sirvan de ella, solo algunos de
menor cuantía se han hecho realidad,
otros no han avanzado concreta y significativamente,
y los restantes tampoco han dado logros
sólidos y conscientes de su sustentabilidad
y éxito en el corto y largo plazo,
a saber: Reemplazo del personal fuera de
convenio, total o parcialmente, en las Áreas
Técnicas y de Materiales.
Esto no es pedido por ninguna "vendetta"
personal o por sacar alguna ventaja sectorial
a posteriori, sino por el interés
y beneficio de la empresa. Pero ustedes
han dejado y están avalando a los
mismos funcionarios argentinos de conducción,
designados por la SEPI / Estado español.
Funcionarios responsables del desmanejo
organizativo, y cómplices de la administración
fraudulenta que Iberia y la SEPI llevaron
a cabo en Aerolíneas. Quienes, obviamente,
perpetúan en el presente las mismas
depredatorias y letales prácticas.
En las áreas de Mantenimiento y Materiales,
el principal objetivo sigue siendo el envío
de trabajos al exterior -a costos en dólares
enormemente superiores a los locales y sin
ningún control sobre lo que se hace
-, antes que efectuarlos en el país.
Para lograrlo, se utilizan todo tipo de
artimañas.
Por ejemplo: bizantinas y descabelladas
exigencias burocrático-técnicas;
baja total del listado de capacidades (Capability
List) de todos los talleres adecuadamente
aprobados por las autoridades aeronáuticas
internas (DNA) y externas (FAA), con el
irracional pretexto de su revisión
y perfeccionamiento, cuando ello perfectamente
pudo ser realizado manteniendo vigente al
mismo, (una acción tan innecesaria
como bárbara, que nadie que administra
a favor de una empresa cometería);
práctica habitual y abusiva de "exchanges"
para obtener unidades reparadas, algo que
en cualquier empresa aerocomercial es la
excepción y no la norma, por sus
superlativos costos y la descapitalización
tecnológica que la misma implica;
sobre-exigencias para habilitar la reparación
y mantenimiento de unidades, que ni la misma
FAA pediría a los talleres reparadores
de los EEUU.
Todo conducente a quitarnos trabajo a los
argentinos y perjudicar financieramente
a Aerolíneas, para dárselo
a extranjeros, principalmente en los EEUU.
Esto no nos asombra, es lo mismo que hizo
Iberia/SEPI/Estado español durante
mas de diez años y que APTA denunció
durante todo ese período. Lo que
nos preguntamos con preocupación
creciente, es cómo continúa
siendo tolerado por Air Comet-Marsans, dado
lo lesivo que resulta para la compañía;
teniendo en cuenta el compromiso privado
y público asumido por usted respecto
del plan de APTA; y considerando que el
Sr. Llodrá conocía al detalle
todas estas graves anomalías desde
comienzos del presente año. El análisis
es aún más crítico
si pensamos que una de las primeras decisiones
que toma cualquier nuevo adquirente de una
empresa, es cambiar a su personal jerárquico
alto e intermedio, a pesar que, no se haya
producido ninguna situación anterior
que haga dudar de su idoneidad y honestidad
-como sí sucede en el caso Aerolíneas
y Austral-, simplemente para contar con
una conducción del más alto
nivel no comprometida con el pasado, absolutamente
fiel a los nuevos propietarios, e imbuidos
de su propia cultura empresarial. En Aerolíneas
Argentinas y Austral eso no se hizo en ningún
área, a pesar de los desastrosos
resultados de la gestión Iberia/SEPI/Estado
español, y de todas las sospechas
que la misma arrojó.
Cabe destacar, que el recambio del personal
mencionado no está en absoluto inhibido
de hacerse por el compromiso asumido por
Air Comet-Marsans -éste solo comprende
al personal incluido en convenios colectivos-,
por lo tanto, ningún gremio levantaría
la más mínima queja, o estaría
habilitado a hacerlo. Además, si
incluso se produjera el hecho de que no
existan en la Argentina, profesionales con
los antecedentes, capacitación, e
integridad personal necesarios, para ocupar
esos cargos del más alto nivel jerárquico
desde donde se impulsen los cambios en las
políticas empresariales, Air Comet-Marsans
tiene la posibilidad y el derecho de reclutar
al mismo en España o en cualquier
parte del mundo, y traerlo a Aerolíneas
Argentinas y Austral para que guíen
a las empresas hacia su consolidación
y crecimiento.
Ningún gremio tampoco expresaría
objeción alguna dado que se trata
de personal fuera de convenio, ni menos
lo haría o le afectaría al
personal subalterno, sino todo lo contrario,
puesto que tendría la tranquilidad
-que ahora no posee- respecto de que en
toda la más alta jerarquía
empresaria, existen dirigentes que en verdad
están comprometidos con el beneficio
y la viabilidad de su fuente y puestos de
trabajo. En conclusión, si Air Comet-Marsans
no produce el indispensable relevo de su
personal de staff, que continúan
siendo los representantes de la SEPI/Estado
español dentro de Aerolíneas
Argentinas y Austral, no es porque no puede,
sino porque no quiere.
Le continúo explicitando nuestras
demandas para aumentar la productividad,
eficiencia y rentabilidad del Área
Técnica.
Rehabilitación total de los Listados
de Capacidades de los Talleres, ya aprobados
por la DNA y FAA (anomalía explicada
en el punto anterior).
Compras de repuestos suficientes para reducir
al mínimo posible los envíos
de reparaciones al exterior y los exchanges.
Los siete millones de dólares en
repuestos que Llodrá anunció
en el Foro que iban a llegar en mayo pasado,
aún los estamos esperando. Se han
comprado repuestos, pero aún en insuficiente
cantidad para reducir significativamente
la inmensa y evitable cantidad de envíos
a reparar al exterior y "exchanges"
-anomalías potenciadas con la mencionada
baja de los listados de capacidades-, lo
cual hace que todo el sistema de operación
erigido en el Área Técnica
y la de Materiales, se dirija siempre a
beneficiar a los mismos intereses antiempresariales:
los reparadores externos, junto con sus
cómplices jerárquicos internos.
Además, la insuficiencia de repuestos
impide que se devuelvan reparadas a stock
las miles de unidades que se hallan a espera
de los mismos, que constituyen un colosal
capital empresarial inmovilizado, y que
de reintegrarse al circulante, contribuirían
aún más a disminuir los envíos
a reparar al exterior y los "exchanges".
Esta inversión ayudaría a
transformar, sumados a los otros cambios
reclamados, el actual círculo vicioso
existente en Mantenimiento y Materiales
que socava anualmente en muchos millones
de dólares el patrimonio de Aerolíneas,
por otro virtuoso que impida la corrupción
y elimine los "déficit"
que la misma provoca.
Inversiones en infraestructura de mantenimiento.
Compra o fabricación local de Bancos
de Prueba e Instrumental, que no exigirían
grandes desembolsos de divisas, y que serían
amortizadas en el corto y mediano plazo,
al permitir la reparación local de
unidades, y evitar los costos mucho más
altos que se deben pagar con los envíos
al exterior.
Impulsar la actividad de trabajos a terceros.
El Área Técnica de Aerolíneas
podría generar importantes ingresos
para la empresa que ahora no produce, como
taller reparador a terceros, tanto dentro
el mercado local como del internacional
-en especial ahora, luego de la devaluación
de la moneda argentina-. Solo se necesitan
los mismos recursos materiales antes indicados,
sobre todo repuestos; mano de obra en cantidad
adecuada; y una agresiva política
de promoción de nuestros servicios
o búsqueda de trabajo externo. Algo
hasta ahora inexistente.
Convertir a la gerencia de Materiales en
Sub-Gerencia, subordinada a la Gerencia
del Área Técnica. Este organigrama
propuesto, que rigió durante la mayor
parte de la existencia de Aerolíneas
Argentinas es el que mejor se ajusta para
lograr la racionalidad, eficacia, productividad
y optimización de recursos técnicos
y económicos del sector de mantenimiento.
Haciendo del sector de materiales un auxiliar
del mantenimiento, que justifica su razón
de ser, de articularse hacia sus mismos
fines; y eliminando también gravosos
y estériles conflictos de prioridades
y jerarquías.
Hasta la fecha, en el único planteo
que en apariencia ha habido avances, es
respecto de las inspecciones "D"
de nuestras aeronaves. Pero aún existen
muchísimas dudas de que se está
haciendo lo necesario y correcto para terminarlas
en tiempo y forma: en relación a
la conducción jerárquica designada
para dirigirla; la falta de asesoramiento
externo experimentado, (dado que es la primera
vez que se realiza en el país una
inspección de tal magnitud); la falta
de conocimiento práctico de gran
parte de la mano de obra que se decidió
utilizar, puesto que efectúa su primera
experiencia laboral; la escasa cantidad
de personal técnico de refuerzo asignado
a los talleres; y la muy poca cantidad de
materiales de repuestos comprados, para
mantener / reparar las unidades que por
dicha inspección ingresen a los talleres.
Teniendo en cuenta que esta inspección
mayor es uno de los tantos trabajos técnicos
que se enviaban al exterior- con costos
siderales para Aerolíneas-, y que
por ende aún deben existir interesados
dentro de la empresa para que se continúe
haciendo así. APTA no aceptará
que se intente encubrir o desviar responsabilidades
por falencias inducidas exprofesamente en
la organización, conducción,
logística y/o medios humanos y materiales,
orientadas a aumentar tiempos y elevar costos
que descalifiquen y desestimen la realización
de esta inspección en el país,
atribuyéndoles las culpas al personal
Técnico Aeronáutico. El mismo,
está absolutamente consustanciado
con este gran emprendimiento laboral. Y
tanto por defender al patrimonio de su empresa
como por su orgullo profesional, está
dispuesto a brindar su más alta colaboración
en cuanto a capacidad y esfuerzo, para seguir
demostrando que los trabajadores argentinos
también podemos afrontar con éxito
este desafío.
Como contrapartida y "respuesta"
a todas nuestras denuncias y propuestas
para defender a Aerolíneas Argentinas
y Austral, solo hemos recibido hasta la
fecha, de parte del interlocutor oficial
empresario Sr. Llodrá, una serie
de frases formales que supongo intentan
conformar un clima de tranquilidad que no
tenemos, entre cuyas últimas aseveraciones
podemos señalar:
-"No quiero cambiar gerentes, sino
mentalidades".
-"Yo les doy los lineamientos a los
gerentes (los del Área Técnica),
pero ellos, no me hacen caso. No cumplen
mis órdenes".
-"Si traigo treinta gallegos para reemplazar
al personal jerárquico (staff) que
sea necesario y solucionar ese problema
rápido, ustedes seguro no lo van
a aceptar".
-"Los perros (la corporación
jerárquica del Área Técnica)
están haciendo un buen trabajo (obstaculizando
sus directivas y buenas intenciones)".
-"Denme dos meses más para empezar
a solucionarles los problemas que me denuncian
en mantenimiento".
Mata, ninguna institución gremial,
por lo menos no APTA, puede llegar a confiar
y respetar a un representante empresarial
que los trata de una manera tan pueril y
menospreciativa. Y ningún trabajador,
por lo menos no los Técnicos Aeronáuticos,
puede creer en las promesas de una dirección
empresaria, cuando ella no se corresponde
con hechos concretos de cambio en su ámbito
de trabajo, que erradiquen la incapacidad,
la corrupción, y la deslealtad con
la compañía, en el más
alto nivel de mando de ese ámbito;
para no ser el mismo perro con distinto
collar, es necesario producir hechos distintos
y no solo dichos distintos. Porque los individuos
como las organizaciones, son lo que hacen
y no lo que meramente dicen. Por lo tanto,
cuando se contradicen, la lectura de la
verdad siempre queda del lado de los actos,
de las realizaciones, y comienzan a ser
verosímiles y convincentes solo aquellas
declaraciones que se corresponden con ellas.
Como, por ejemplo, la que su representante
Llodrá sostuvo en más de una
oportunidad a principios del presente año,
en varios reductos del más alto poder
de decisión de Aerolíneas:
"me sobra media empresa" (sic).
También, lamentablemente, empiezan
a ser mucho más persuasivas versiones
aciagas publicadas en diversos medios de
prensa -inquietantemente, jamás desmentidas
ni por Aerolíneas, ni por Air Comet-Marsans-,
que denunciaron un pacto, o complot SEPI/Estado
español - Air Comet-Marsans, con
el propósito de que la última
se hiciera cargo de Aerolíneas Argentinas
por el plazo de dos años, deslindara
de responsabilidad al Estado español
tanto política como social, y jurídica,
sobre lo que sucedió y pueda suceder
en Aerolíneas y Austral, y luego,
la empresa termine con el mismo trágico
final que pretendían darle Iberia
/Sepi/Estado Español, que no sería
otro que el que se le dio a la desaparecida
aerolínea de bandera venezolana VIASA.
Si este es en verdad, el auténtico
plan siniestro que se esconde detrás
de la gestión de Air Comet-Marsans
en Aerolíneas Argentinas y Austral,
será muy desgraciado y doloroso para
los argentinos; pero lo será igual
o aún más para los españoles,
dado la crucial decisión adoptada
por sus capitales públicos y privados
desde hace más de una década,
de invertir ingentes sumas en diversificadas
actividades productivas y financieras, tanto
en Argentina como en el resto de Latinoamérica.
Ello les ha originado enormes réditos
y también posibilidades de expansión
nacional respecto de su influencia geopolítica
y geoeconómica, no solo en Latinoamérica
sino también a nivel mundial. Pero,
también ha colocado a los españoles
y a su fuerte apuesta externa de capitales,
en una situación de alta exposición,
vulnerabilidad y riesgo en nuestra región.
Una conclusión fatal respecto de
la existencia de Aerolíneas o dañina
a sus intereses, ya sea estando ella administrada
por capitales públicos o privados
españoles, potenciará ese
riesgo al extremo con efecto dominó
dentro de la Argentina y fuera de ella.
Es lógico que así suceda,
porque Aerolíneas Argentinas se ha
transformado en un caso emblemático
sobre la honestidad, idoneidad y confiabilidad
del capitalismo español en el mundo,
ya sea a través de la acción
de su Estado o la de sus empresarios. No
olvidemos que nuestra línea aérea
de bandera fue privatizada sin un peso de
deuda y con 700 millones de dólares
en activos, y fue el Estado español
quien la condujo a su debacle, empezando
por el gobierno del Sr. Felipe Gonzalez,
que aceptó un traspaso empresario
indecente, endeudó a la empresa para
que se pague a sí misma y comenzó
a vaciarla, seguido por el gobierno del
Sr. José Maria Aznar que terminó
de saquearla, pretendía hacerla desaparecer
instrumentando el famoso Plan Director,
y quien por último, decidió
la entrega de Aerolíneas Argentinas
al grupo privado Air Comet-Marsans. Incluso,
durante el período que American Airlines
dirigió la gestión empresaria,
el controlador accionario de Aerolíneas
era el Estado español, y por lo tanto
su máximo responsable.
En consecuencia, el Estado español
no podrá eximirse jamás de
responsabilidades sobre lo que él
impulsó o aprobó en el pasado,
ni de la calidad y transparencia de la gestión
privada que eligió para el futuro
de Aerolíneas Argentinas y Austral.
En cuanto a su actual accionista mayoritario
el grupo Air Comet-Marsans, deberá
rendir cuentas ante los trabajadores de
Aerolíneas Argentinas en particular
y al resto de los argentinos en general,
sobre los resultados de su administración
en nuestra aerolínea de bandera,
a la cual ellos se postularon para adquirir,
entre media docena de aspirantes a compradores
argentinos y extranjeros. Esta evaluación
sobre el caso de Aerolíneas Argentinas,
como dije, inevitablemente se generalizará
como punto de referencia para justipreciar
y clasificar a todo el empresariado español
en la argentina, y también en el
resto del mundo.
Por supuesto, Mata, que no me es ajeno
o desconocido en absoluto, los avances y
mejoras que se han registrado en la condición
empresaria, pero, tampoco me es ajeno, que
dichas mejoras fueron logradas en un período
donde aún la SEPI / Estado español
está haciendo importantísimos
aportes de dinero, como parte del acuerdo
de compra- venta de Aerolíneas firmado
con Air Comet-Marsans.
Cabe preguntarse, cómo la empresa
se sustentará y crecerá cuando
esos aportes finalicen. Con lo cual, todas
las falencias e irregularidades que he denunciado
en el Área Técnica, producto
de la ineptitud y / o mala fe de su conducción
(causas que no es extraño que generen
similares irregularidades y fallas, en las
restantes áreas empresarias), alcanzan
una relevancia vital y estratégica
para asegurar en un futuro muy próximo
una compañía aérea
autosustentable, o técnica, financiera
y comercialmente viable. Una empresa, capaz
de conservar todos los objetivos que conquistó;
y a su vez de disponer de los medios humanos,
materiales e institucionales necesarios,
para continuar desarrollándose, y
sumando todas las nuevas metas que deba.
Es precisamente por esta trascendencia
y urgencia que tienen los cambios que hemos
planteado, que en APTA nos estamos cuestionando
seriamente el rol que está desempeñando
el Sr. Llodrá, si en verdad no ha
ponderado debidamente nuestros reclamos
por mera negligencia o miopía o si
lo que en verdad sucede es que está
llevando a cabo un plan empresarial decidido
al más alto nivel de Air Comet-Marsans,
el cual se da de bruces con todo lo declarado
y prometido para Aerolíneas por dicho
grupo, y por usted personalmente. Es establecer,
si lo que ha acontecido en Aerolíneas
Argentinas es parte de un proyecto de salvataje
y reactivación auténtico,
o si solo es una gran maniobra gatopardista
que simula progresos, mientras se gana tiempo
para cumplir con los objetivos de la SEPI
/ Estado español usando otros artilugios.
Con lo cual, el Sr. Llodrá sería
dentro de esta conspiración el caballo
de Troya destinado a quebrar nuestras defensas
empleando la seducción y el deslumbramiento
de la quimera realizada, mientras así
paralizados, la aviesa intriga del gatopardo
cumple con su fin de muerte, tanto para
Aerolíneas como para nosotros.
¿Es ésta la trama
real de la historia Mata?
Si llega a ser así, es necesario
que ustedes españoles -ayer estatales
hoy privados-, comprendan de una vez por
todas, que la cuestión de Aerolíneas
Argentinas no es esa en la que una parte
puede ganar, a expensas de la otra que puede
ser forzada a perder. No Mata, convénzanse,
eso no fue así, no es así,
ni nunca será así. En este
vuelo del cóndor, o despegamos y
nos salvamos todos, o nos estrellamos también
todos -criollos, más godos funcionarios
gubernamentales y empresariales- y todos
nos matamos.
Así será, no solo por la
magnitud del acto criminal que significaría
dañar o hacer desaparecer nuestra
aerolínea de bandera, sino porque
APTA se encargará con infatigable
tenacidad y vehemencia para que así
sea. Haciendo todo lo posible e imposible
para que la catástrofe abarque no
solo a los grupos económicos españoles
involucrados en Aerolíneas, sino
también a los vinculados con otras
áreas de la economía, dentro
y fuera de la Argentina. Se hará
implacablemente, y no por sed de venganza,
sino por derecho propio a buscar justicia,
y a defender los intereses de nuestra sociedad.
Tal vez consigan un solo "logro"
-aunque no para España-, con los
abusos e insensateces que ustedes españoles
puedan llegar a cometer con Aerolíneas.
Es que terminen beneficiando a sus competidores
globales a nivel latinoamericano, quienes
con o sin cielos abiertos, se terminarán
inesperada y gratuitamente quedando con
nuestro mercado aerocomercial; y quizás
a partir de ahí, con muchas otras
empresas que en muy lucrativos sectores
económicos de la Argentina y Latinoamérica,
capitales españoles se le han adelantado
en adquirir y que ellos con estratégica
codicia, buscan desde hace largo rato controlar.
Mata, los Técnicos Aeronáuticos
somos un sindicato de trabajadores argentinos,
que no se ha olvidado que San Martín
existió, fue un héroe, y tenía
razón en hacer lo que hizo. Su comportamiento
ejemplar en la defensa de los derechos y
bienes de los nativos de estas tierras,
luchando contra una dominación e
injerencia exterior perniciosa para los
mismos, es para nosotros el mejor y el único
modelo posible a seguir, para conducir nuestra
vida personal e institucional. Por eso,
podemos ser grandes e inmejorables aliados
de todos aquellos que en verdad pretendan
consolidar y acrecentar nuestras fuentes
y puestos de trabajo. Y por eso, también,
podemos ser grandes e implacables enemigos
de todos aquellos que abierta o encubiertamente
persigan lo contrario.
Si es en esta última contienda en
la que debemos nuevamente embarcarnos, poseemos
la certeza y la seguridad que hoy mucho
más que en el pasado, contaremos
con el respaldo y la solidaridad de todos
nuestros compatriotas, sumados al de organizaciones
civiles y políticas -viejas y nuevas-,
que están expresando el actual estado
de máxima saturación y hartazgo
de nuestra sociedad, con quienes desde afuera
y desde adentro, en una asociación
ilícita entre ladrones y traidores,
nos embaucan y nos expolian constantemente.
Para ellos, como para nosotros, Aerolíneas
Argentinas se convirtió en el símbolo
por excelencia de nuestro anhelo y esfuerzo
por resistir y cambiar hacia una Nación
más democrática, incluyente
y soberana. En el emblema y la bandera de
nuestra furia transformadora y creativa,
para forjar otra Argentina posible. Por
eso, no podemos permitirnos que nadie trate
de arrebatárnosla, sin que pague
el precio de sucumbir en el intento. Y esto,
es algo tan inobjetable como inevitable.
Mata, espero que todo lo que le he expuesto
se haya comprendido y creído, en
su correcto sentido y dimensión.
Será por el bien de todos. Comenzando
por el de ustedes mismos.
Atentamente.
Ricardo Cirielli
Secretario General
APTA.
P.D.: Aguardo su respuesta verbal y fáctica,
con la perentoriedad que las cuestiones
planteadas exigen.