La Asociación del Personal Técnico
Aeronáutico felicita a sus compañeros
por la concreción de la Inspección
“D” del Boeing 747 de Aerolíneas
Argentinas. Ésta es la primera vez
que se realiza una recorrida de este tipo
en nuestro país y que técnicamente
ha resultado todo un éxito.
Esta idea impulsada por APTA desde hace
más de 10 años y aceptada
de llevar a cabo por el grupo AIR COMET/MARSANS,
se debió a la enorme diferencia en
los costos producida por la devaluación
de nuestra moneda y forzada por cumplir
por la obligación contractual asumida
con la SEPI/Estado español en el
contrato de compraventa, el cual la obliga
a desarrollar un plan industrial en el área
técnica de Aerolíneas Argentinas,
con la participación de los trabajadores
del mismo.
Este mérito es aún mayor,
si consideramos que la política empresarial
seguida por el Área Mantenimiento
no se ha manejado con la eficiencia y probidad
necesaria a pesar de las falencias reiteradamente
denunciadas por APTA.
Es bueno recordar todas las deficiencias
que se podrían haber corregido y
que existieron durante la inspección
a causa de cómo ha sido conducida
la misma: son algunas de ellas, falta de
repuestos, (se debió desarmar un
avión utilizándolo de pañol),
falta de implementación de repuestos
y mano de obra suficiente en los talleres
encargados de recorrer las unidades que
se desmontaban, con lo cual se ha producido
un desmesurado aumento de stock en los mismos,
lo que provocó el envío de
unidades al exterior con el consiguiente
aumento en los costos.
Sin embargo, el Personal Técnico
Aeronáutico tuvo una actuación
más que destacada, mencionando particularmente
la vocación e idoneidad demostrada
por los nuevos compañeros que en
su mayoría enfrentaron el primer
desafío laboral con dicha inspección.
Ya no hay excusas en cuanto al profesionalismo
y voluntad de trabajo de los Técnicos
Aeronáuticos para realizar estas
inspecciones en el país y no en el
exterior.
Ya no quedan elementos de juicio válidos
para no invertir en la infraestructura técnica
de los talleres, la modernización
de los hangares los cuales solo han recibido
hasta ahora como innovación la construcción
de un andamio para trabajar en los distintos
aviones.
Pero no nos confundamos, y permitamos que
nuestro valioso esfuerzo y legítimo
orgullo profesional, sea maliciosa, interesada,
y solapadamente manipuleados, por quienes
buscan controlarnos emocional e intelectualmente,
mediante la adulación de nuestros
oídos y el halago de nuestro ego,
para encubrir sus mentiras y auténticos
propósitos, los cuales persiguen
objetivos totalmente contrarios a la viabilidad
y sustentabilidad de nuestras empresas y
puestos de trabajo.
A los Técnicos Aeronáuticos,
solo nos debe importar el reconocimiento
sincero de nuestros compañeros, familiares
y sociedad. Y solo nosotros debemos y podemos
ser los amos de nuestro destino y no los
esclavos inconscientes de la ambición,
del lucro y la expoliación ajena.
Ciudadela, 19 de diciembre de 2002.
Gabriel Morselli
Secretario de Prensa
APTA.