EXTORSIONAN A APTA y APA, y SABOTEAN
al ESTADO ARGENTINO, para MONOPOLIZAR el
MERCADO AEROCOMERCIAL, AUMENTAR TARIFAS,
GENERAR MAYOR DESEMPLEO, y MANTENER el MODELO
NEOLIBERAL y ANTINACIONAL.
Ante un nuevo comportamiento activo y responsable
por parte del Estado nacional, para salvar
las fuentes y puestos de trabajo de los
argentinos, destruidos por delincuentes
disfrazados de empresarios -en este caso
de la empresa Lapa-, a los cuales tampoco
encubre más sino que les inicia acciones
judiciales, lamentablemente los dueños
españoles de Aerolíneas Argentinas
y Austral han respondido con una campaña
ruin para impedirlo, invadiendo inaceptablemente
la soberanía del Estado argentino
para tomar decisiones que son de su exclusiva
competencia, y avasallando la independencia
para hacer lo mismo, de instituciones que
no son ni de su propiedad, ni de su nacionalidad:
las organizaciones sindicales de los trabajadores
de nuestro país.
Demuestran una vez más, que son
el continuismo de la administración
ejercida por IBERIA-SEPI/Estado español
en Aerolíneas y Austral, al obstaculizar
el cambio de las políticas económicas
y de Estado corruptas y antiargentinas,
que le posibilitó al Estado de su
país adueñarse gratis de nuestra
línea aérea de bandera y robarla
con alevosía y total impunidad, como
al favorecer el retorno a la presidencia
del candidato que les permitió y
ayudó a realizar tal saqueo -el Dr.
Menem-, intentando hacer fracasar la gestión
de un gobierno que apoya al candidato competidor,
y que está dirigida tanto a preservar
el empleo de miles de trabajadores aeronáuticos,
como a asegurar la saludable e indispensable
competencia que debe regir en el transporte
aerocomercial nacional.
El monopolio que Air Comet-Marsans pretende
detentar, al igual que sus antepasados españoles
lo hacían en la época colonial
a la cual ellos buscan retornar, es tan
dañino y ruinoso para el Estado de
un país, como para los usuarios de
un servicio y los trabajadores del mismo,
porque inexorablemente en él se da
una relación de amo-esclavo.
Al Estado nacional, el monopolista aerocomercial
tratará de sacarle todo tipo de prebendas
o ventajas abusivas, bajo la amenaza de
suspender total o parcialmente sus servicios
y causarle al país cuantiosas pérdidas
económicas, además de desintegrarlo
geográficamente e incomunicarlo;
al usuario el controlador del monopolio
del transporte aéreo, le hará
pagar los precios o tarifas que se le antoje
porque él es la única alternativa
que éste posee para trasladarse por
vía aérea; y al trabajador,
que no posee otra alternativa de fuente
de trabajo, el dueño del monopolio
le impondrá las condiciones laborales
y salariales que se le ocurra –tal
cual lo propugnaban el Plan Director de
la SEPI/Estado español y el remozado
Plan ONCE de Antonio Mata-Air Comet-Marsans-,
y todavía le exigirá que le
dé las gracias por dejarlo trabajar.
Esa es la realidad a la que pretenden llegar
Air Comet-Marsans y su representante local
encargado de los trabajos sucios Antonio
Mata. No están defendiendo los intereses
empresarios de Aerolíneas Argentinas
y Austral ni los de sus trabajadores, sino
los de su propio grupo económico
y país. Defienden la política
de desnacionalización de nuestra
economía, los privilegios, la impunidad,
y la corrupción que les permitió
durante los últimos trece años
al Estado español y al grupo Marsans,
una fabulosa transferencia de riqueza a
sus arcas. Además, la amenaza o la
utilización del terror colectivo
fundamentado en falacias, respecto de rebajar
salarios y despedir personal culpando a
una política gubernamental que preserva
los intereses nacionales; les resulta un
pretexto funcional a su proyecto de hacer
desaparecer o reducir a su mínima
expresión a Aerolíneas y Austral,
como continuidad y culminación de
la tarea que se había fijado IBERIA-Sepi/Estado
Español, para que las empresas aerocomerciales
españolas se apoderaran de las rutas
y/o mercados de cabotaje e internacional
de nuestra línea aérea de
bandera y Austral, tal cual realizaron en
Venezuela luego de haber quebrado y liquidado
Viasa, y que en nuestro país no pudieron
concluir por la indoblegable resistencia
que le opuso, la unidad constituida entre
trabajadores aeronáuticos y sociedad
argentina.
Esa fue la razón por la que la SEPI/Estado
español seleccionó y entregó
a Air Comet-Marsans la propiedad de Aerolíneas
Argentinas y Austral; junto con la de su
"blanqueo" o eximición
de responsabilidades legales y políticas,
por las consecuencias sufridas por dichas
compañías, a causa de la administración
y control que durante más diez años,
llevó a cabo el Estado español.
Por otra parte, cómo puede ser que
los dueños de Aerolíneas reclamen
y justifiquen la reducción de condiciones
laborales y salarios, o la expulsión
de personal, por lo que los gremios puedan
hipotéticamente acordar de manera
transitoria, para salvar los puestos de
trabajo de una empresa aerocomercial quebrada
fraudulentamente, cuando desde hace más
de un año y medio el Sr. Antonio
Mata, no hace más que proclamar y
declamar en cuanto medio de difusión
pueda disponer, que nuestra línea
aérea de bandera tiene una situación
floreciente y está en plena expansión.
Cuando está repartiendo ganancias
entre su personal por su balance superavitario;
está recibiendo de la SEPI/Estado
español alrededor de 800 millones
de dólares como parte del contrato
de venta para saldar deudas y realizar inversiones;
cuando está incorporando decenas
de aviones a su flota; está creando
Centros de Mantenimiento que Aerolíneas
nunca tuvo; está realizando desde
el año pasado en forma ininterrumpida
inspecciones mayores a todos sus Boeing
747; está por aumentar sus frecuencias
a China, Japón, Grecia, Rusia y varios
países del centro y este de Europa;
está por crear cuatro empresas "clones"
de Aerolíneas en América Latina
que formarán parte seguramente de
la también anunciada alianza del
Mercosur “Alas andinas” y, ha
estado (o hemos estado) durante toda su
campaña presidencial cediéndole
gratuitamente -como "gentileza"-,
un Boeing 737 al candidato de Antonio Mata
y Air Comet-Marsans: Carlos MENEM. Tan poderosa
compañía, -controlante del
83% del mercado de cabotaje- ¿puede
inferir competencia desleal y dumping social,
sin conocer las condiciones de una nueva
empresa?. Cómo puede atormentarle
seriamente una línea aérea
que todavía no existe, o será
que la verdadera preocupación es
el inicio de una demorada gestión
de política aérea nacional.
Será que las apariencias que ha estado
mostrando el Sr. Mata hasta ahora son un
burdo engaño, meros espejismos. Que
nada o muy poco, de lo que ha anunciado
y prometido en verdad se ha cumplido. Que
Air Comet-Marsans nos ha estado mintiendo
a los trabajadores aeronáuticos y
a todo el pueblo argentino descarada y premeditadamente,
desde su toma de posesión de Aerolíneas
Argentinas y Austral. Que la realidad es
que la situación de ambas compañías
es tan grave como la de Lapa en su etapa
final. Y que APTA, ha tenido y tiene razón
tanto en las denuncias que ha efectuado
para desenmascarar a estos pseudoempresarios
actuales controladores de nuestra línea
aérea de bandera y Austral -cuyos
métodos de matonería mafiosa
los incrimina por sí solos-, como
en sus incesantes reclamos para que el gobierno
nacional intervenga como tiene derecho y
deber, efectuando a través de la
SIGEN una exhaustiva auditoria financiera,
comercial, patrimonial y técnica
de ambas empresas, antes que sea demasiado
tarde y la historia de Lapa –y Viasa-,
se repita en ellas.
En estos tan complicados y sensibles momentos
que vive nuestra Nación, en los que
está en riesgo la supervivencia de
miles de familias de trabajadores Técnicos
Aeronáuticos argentinos, que realizan
sus tareas en muchas de las empresas aerocomerciales
-grandes o pequeñas- instaladas en
nuestro territorio, es oportuno y necesario
recordar a empresarios y también
a trabajadores, que la Asociación
del Personal Técnico Aeronáutico
es una asociación sindical, que tiene
la obligación de representar y luchar
por los derechos, intereses y puestos de
trabajo de TODOS los Técnicos Aeronáuticos
de la Argentina, sin excepción, en
cualquier momento y lugar. Y esa, es una
misión y compromiso a la que este
Secretario General jamás renunciará
ni traicionará, dado que la función
gremial que desempeña ha sido instituida
para tales propósitos, y solo justifica
su existencia si se los respeta y cumple.
Por supuesto, este Secretario General también
sabe, que otro de sus deberes es hallar
soluciones para los problemas de sus afiliados,
que beneficien a todos ellos y no perjudiquen
a ninguno. Dentro de ese tipo de soluciones
se encuadra la conseguida para los compañeros
de Lapa. Mediante la misma, se creará
una empresa aerocomercial transitoriamente
controlada por nuestro Estado hasta que
surjan capitales privados para hacerse cargo;
los capitales privados argentinos tendrán
prioridad para dicha adquisición;
y, estará contemplado dentro de sus
normas de organización y funcionamiento,
que los trabajadores de la nueva empresa
ejerzan un control de gestión o vigilancia
sobre la operación de la misma, a
los efectos que con su presencia impidan
que la incapacidad, negligencia y/o corrupción,
vuelvan a poner en peligro su fuente de
trabajo. Todo un "caso testigo"
y modelo a seguir para salvar y asegurar
puestos de trabajo, en el supuesto caso
-en absoluto irreal-, que el final de Lapa
se reproduzca en otra línea aérea
que opera en nuestro país.
Pero, sin duda, la mayor garantía
está dada para los Técnicos
y el resto de los trabajadores de la industria
aerocomercial, por el hecho que se ha puesto
en práctica una política de
Estado diametralmente diferente a la seguida
en nuestro país desde comienzos de
la década de 1990. El Estado nacional
ha dejado de estar ausente, de ser un enemigo
público, y un cómplice por
omisión de aquellos malhechores y
mafiosos que saquean nuestras riquezas materiales
y humanas; para empezar a estar presente
como es su deber, solidarizándose
con sus ciudadanos agredidos, protegiendo
los intereses de toda la sociedad, y persiguiendo
a los culpables. Esa garantía que
se ve reforzada y multiplicada al estar
tanto dicho cambio en la orientación
de la política del Estado argentino,
como en la solución dispuesta para
salvar los empleos de los trabajadores de
Lapa, y nuestra competencia aerocomercial,
convalidada y ratificada por funcionarios
del actual gobierno, que muy posiblemente
continúen en el próximo, si
es que resulta triunfador el único
candidato presidencial que respaldó
y aprobó públicamente el desenlace
implementado para resolver el conflicto
de Lapa, como así también,
la nueva política de Estado que la
impulsó.
Se trata de la misma persona, que a título
personal y como Gobernador de Santa Cruz,
fue también el único funcionario
público argentino que -NO CASUALMENTE-,
estuvo junto a los Técnicos y trabajadores
aeronáuticos desde las primeras y
dramáticas horas del inicio de nuestra
lucha en Abril del 2001, para lograr la
reincorporación de los 500 compañeros
Técnicos extorsivamente despedidos
por el Estado español, y la salvación
empresarial de Aerolíneas Argentinas
y Austral: el Gobernador Néstor KIRCHNER.
Por todo esto compañeros, a dos
años de iniciada nuestra pelea -aún
no finalizada- junto al pueblo argentino,
por mantener con vida a Aerolíneas
Argentinas y Austral, la cual fue también
el principio del fin ideológico,
político y económico del modelo
antinacional y antiindustrial del fundamentalismo
del mercado, iniciado en nuestro país
con Videla y Martinez de Hoz en los 70,
y consolidado con Menem y Cavallo en los
90, los Técnicos Aeronáuticos
tenemos que tener la dignidad y la inteligencia
suficiente, para asegurar nuestra voluntad
y continuidad de lucha, única garantía
de nuestra supervivencia laboral y social,
no prestándonos a las maniobras de
manipulación y engaño que
corporaciones empresarias e individuos como
los actuales dueños españoles
de Aerolíneas y Austral, tratan de
llevar a cabo.
Las mismos, solo buscan dividirnos y debilitarnos,
generando alcahuetes serviles a su poder
y traidores a los intereses y derechos de
sus compañeros de trabajo.
La resolución de nuestros problemas
respecto a las empresas aerocomerciales,
sus empleos, condiciones laborales y salarios,
está indisolublemente unida al triunfo
o fracaso de dos modelos de país:
el rentístico-financiero hasta ahora
imperante, generador de un puñado
de ricos y de decenas de millones de pobres,
indigentes y excluidos sociales, dentro
de los cuales siempre estaremos empujados
a caer; o el productivo-industrial, generador
de riqueza, puestos de trabajo, consumo
interno y movilidad social ascendente, dentro
de la cual cada vez más argentinos
tendrán posibilidad de ingresar.
Es el modelo que alcanzó su máxima
expresión en nuestro país
durante la década del 50 del siglo
pasado, y el cual siempre imperó
en los países hoy altamente industrializados.
Es obvio cuál modelo los Técnicos
Aeronáuticos y todos los trabajadores
argentinos debemos combatir sin dar un paso
atrás. Y cual, debemos elegir y participar
para ayudar a su instalación y afianzamiento.
Un nuevo modelo económico-social,
y una nueva orientación en el rol
de nuestro Estado, a los cuales en nuestro
caso se le deberá sumar un proyecto
de política para la actividad aerocomercial
nacional, que valore en su justa medida
la vital importancia del sector del transporte
aéreo de pasajeros y carga, para
desarrollar en todos los aspectos, una Nación
con la extensión territorial que
tiene la nuestra. Sin olvidar por supuesto,
el indispensable aliento y promoción
que la industria del mantenimiento y reparación
aeronáutica nacional, debe tener
dentro del mismo.
HOY COMO AYER, LOS TÉCNICOS
AERONÁUTICOS ESTAMOS OBLIGADOS A
SEGUIR DANDO CONTIENDA, PARA CONSOLIDAR
Y EXPANDIR NUESTRO MERCADO AEROCOMERCIAL,
NUESTRAS FUENTES Y PUESTOS DE TRABAJO, Y
UNA NUEVA ARGENTINA, DEFINITIVAMENTE DE
Y PARA TODOS LOS ARGENTINOS.
PERO PARA LOGRARLO, ES INDISPENSABLE QUE
TAMBIÉN HOY COMO AYER, TENGAMOS BIEN
PERO BIEN EN CUENTA, QUIÉNES SON
NUESTROS ENEMIGOS DE ADENTRO Y DE AFUERA.
QUIÉNES SON LOS QUE CONSPIRAN PARA
NUESTRA PERDICIÓN, PORQUE ASÍ
CONSIGUEN SU "SALVACIÓN".
A QUIÉNES DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE
DEBEMOS VENCER, SI QUEREMOS ESTAR VIVOS
Y PODER SER FELICES, SIENDO LOS DUEÑOS
DE NUESTRO PROPIO DESTINO.
Ricardo Cirielli
Secretario General
APTA
Ciudadela, 12 de mayo de 2003.