EL GRUPO MARSANS NO LOGRÓ
APROBAR NI SU CAPITALIZACIÓN NI SU
GESTIÓN Y BALANCE 2003
Air Comet, perteneciente al grupo español
Marsans, fracasó en la última
Asamblea de Accionistas de AEROLÍNEAS
ARGENTINAS, en su intento por capitalizar
como aportes irrevocables propios dinero
que no le pertenece -proveniente del desvío
de fondos públicos españoles
destinados para Aerolíneas Argentinas-,
como así también, en la aprobación
de su gestión y balance de 2003.
Sabiendo que el Estado argentino votaría
en contra de ambas propuestas incluidas
en los puntos 4 y 5 de la respectiva Orden
del Día, la representación
del Grupo Marsans solicitó recurriendo
a formalismos técnicos, pasar a un
Cuarto Intermedio antes de que se comenzaran
a tratar y votar los puntos 4 y 5 mencionados.
Evitó así sufrir una derrota
histórica, que sería fatal
y final para su conducción de nuestra
Línea Aérea de Bandera, al
sumar por segundo año consecutivo
un rechazo por parte de nuestro Estado a
su gestión empresarial.
El Grupo Marsans tendrá de ahora
en más, 30 días para hacer
lobby tanto ante nuestra Justicia para tratar
que rechace la impugnación del Estado
nacional al balance 2002 de Aerolíneas
Argentinas y a su vez no suspenda la nueva
asamblea para aprobar el balance de 2003;
como dentro de nuestro mismo Estado en el
Ministerio de Economía, controlador
de la participación accionaria estatal
mediante la Subsecretaría de Asuntos
Financieros a cargo de Guillermo Zúcculo,
intentando cooptarla para que cambie su
voto desfavorable por uno complaciente con
los intereses del Grupo Marsans, ya sea
favorable o absteniéndose, como votó
habitualmente nuestro Estado desde 1990
hasta el 2002, en un accionar absolutamente
funcional a los propósitos de los
dueños españoles de Aerolíneas.
El objetivo vehementemente perseguido por
Marsans es lograr que Enrique Martinez Robles,
actual presidente de la SEPI/Estado español
designado por el flamante gobierno de Zapatero,
le libere el último tramo de U$S
85 millones –correspondientes a los
U$S 758 millones otorgados por dicho ente
bajo la administración de Aznar para
sanear financieramente y reflotar a nuestra
aerolínea de Bandera-, a lo cual
Martinez Robles con sano juicio se niega
a hacer, hasta que Air Comet-Marsans no
concluya con todos sus litigios de distinta
índole en nuestro país, y
no existan dudas ni cuestionamientos sobre
la correcta utilización en Aerolíneas
Argentinas de acuerdo a los compromisos
de compra-venta del 2001, de los U$S 673
millones ya remitidos por SEPI/Estado español
al Grupo Marsans. Metas éstas, que
se están convirtiendo en una misión
imposible para dicho Grupo, a la luz de
la nueva acción judicial en su contra
impulsada por el Estado argentino.
Sin la remesa de esos U$S 85 millones,
que serían en su mayor parte el asalto
final sobre los fondos públicos españoles
por parte Marsans, los trabajadores de Aerolíneas
Argentinas y Austral, los usuarios del 80%
de nuestro transporte aerocomercial, y por
sobre todo, las autoridades responsables
de la actual administración de gobierno
nacional -Presidente, Ministro de Economía
y Ministro de Planeamiento-, deben ser conscientes
que todas las señales de alerta máxima
se encenderán para la supervivencia
de nuestra Línea Aérea de
Bandera, dado que la ampliamente deficitaria
administración ejercida por Air Comet-Marsans
–infructuosamente tratada de ocultar
mediante su “contabilidad creativa”-,
tiene sin esos nuevos ingresos de dinero
externo extra, sus días contados.
Se habrá iniciado para Aerolíneas
Argentinas y Austral, su cuenta regresiva
final bajo el control del Grupo Marsans.
Saludable sería para todos los argentinos,
que nuestras autoridades gubernamentales
quieran y sepan anticiparse a esa terrible
crisis para evitarla, y no deban ir luego
corriendo tras ella para solucionarla, magnificándola
y agravándola tanto para trabajadores
y usuarios, como para el propio Gobierno
Nacional.
Buenos Aires, 2 de Julio de 2004.
Juan Pappalardo
Secretario Adjunto
a/c Sec. Gral.
APTA