Como si hubieran sido
pocas las vejaciones sufridas por Eva Perón
desde su muerte, el español Antonio
MATA RAMAYO copropietario de Air Comet-Marsans
-empresa española dueña de
Aerolíneas Argentinas-, y a su vez
principal ejecutivo de esta última,
acaba de sumarle uno más: ha comprado
en una subasta el sudario de Evita en U$S
160.000, haciendo subir escandalosamente
el precio esperado hasta cuatro veces más,
en su vehemente afán por adueñarse
del mismo.
Cómo puede tener autoridad moral
e intelectual para comprar la mortaja de
Eva Perón, el individuo que representa
y lleva a cabo en nuestro país, los
planes de un grupo económico extranjero
que continúa vaciando nuestro patrimonio
aerocomercial mediante la administración
que lleva cabo en Aerolíneas Argentinas
y Austral; que aprobó fraudulentamente
el concurso de acreedores de nuestra Línea
Aérea de Bandera obteniendo un beneficio
para su grupo de casi U$S 96 millones; que
ha incumplido con el 90 % de los compromisos
contractuales adquiridos cuando se hizo
cargo de Aerolíneas y Austral; que
ha desviado fondos públicos del Estado
español por U$S 760 millones que
no fueron aplicados para los propósitos
estipulados en el contrato de venta de Aerolíneas;
que con absoluta impunidad no respeta ni
las leyes ni los decretos nacionales, ni
los dictámenes expresos del Ministerio
de Trabajo; y que además, ejerce
el terrorismo empresarial criminalizando
nuestras denuncias sindicales por sus ilícitos
en el gerenciamiento empresario o las falencias
en su política de mantenimiento aeronáutico,
mediante denuncias y juicios laborales y
penales iniciados contra nuestros dirigentes,
con lo cual se ha pasado a judicializar
la persecución sindical contra APTA.
El propósito, el habitual con estos
sujetos y estos medios: acallar y paralizar,
mediante el miedo y la represión,
la voz y la acción de esclarecimiento
y reclamo de nuestra Asociación Gremial.
Alguien de esta calaña, en las antípodas
de lo que Eva Perón sentía
y quería para su Nación y
su pueblo, agravia y mansilla su vida y
memoria, con igual ignominia y gravedad
que si la compra la hubiera realizado el
ultra gorila Almirante ROJAS, o el necrófilo
Coronel MOORI KOENIG.
La compra del Sr. MATA RAMAYO, de haber
sido desinteresada y noble en sus intenciones,
se habría canalizado anónimamente
a través del Partido Justicialista,
o de algún otro ente histórico
o cultural nacional sin fines de lucro.
Con lo cual, tampoco hubiera necesitado
hacer ninguna demagógica exhibición
pública de los velos (en la misma
semana en que se conmemoran 28 años
del golpe militar de 1976), ni tampoco,
ninguna magnánima donación
al Estado nacional.
Es evidente, que su deseo fue "ostentar
generosidad" y no Ser generoso. Fue
el claro acto premeditado e interesado de
un hombre de negocios, y no el gesto espontáneo
y sincero de un benefactor público.
Pero qué puede pretender el Sr.
Antonio MATA RAMAYO -devenido en flamante
Kirchnerista converso-, tanto para él
como para el Grupo Marsans al que pertenece,
a cambio de tan alardeada como simulada
filantropía. ¿Pretenderá
acaso el amparo y la complicidad del actual
gobierno, para que le sea retirada la impugnación
que el Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública
y Servicios y el de Economía le efectuaron
al balance y la gestión del año
2002 en Aerolíneas Argentinas?; ¿querrá
además la aprobación estatal
del balance 2003 de dicha empresa, con resultados
positivos tan ficticios como los del 2002?;
¿buscará en definitiva, para
su persona y la de sus socios españoles
PASCUAL ARIAS y DIAZ FERRAN, protección
oficial local que les permita eludir tanto
a la justicia argentina como a la española?.
Será seguro un intento tan vano como
malicioso; las actuales autoridades de gobierno
conocen al detalle las irregularidades y
delitos del Grupo Marsans y del Sr. MATA
RAMAYO durante su administración
en Aerolíneas Argentinas y Austral,
como para dejarse seducir y convencer por
sus "cantos de sirena", por más
embellecidos de fingido altruismo que los
emitan.
Esta acción propagandística
o de manipulación mediática
de la sociedad argentina no nos sorprende
a los Técnicos Aeronáuticos,
es una más de las múltiples
que el Sr. MATA RAMAYO y su grupo de negocios
vienen realizando desde Octubre de 2001,
cuando tomaron el control de nuestra Línea
Aérea de Bandera y Austral, con el
objeto de falsificar las realidades de las
mismas "vendiendo constantemente humo",
o promesas empresariales faraónicas
jamás cumplidas pero siempre vueltas
a reciclar y vender.
Es el uso de la mentira en la comunicación
social de manera pragmática y cínica
para ocultar la verdad, al igual que hicieran
el Partido Popular y el saliente Presidente
Aznar con la reciente tragedia criminal
que ensangrentó a España.
Un partido y un Presidente del que casualmente,
o no, el Sr. MATA RAMAYO se ha declarado
votante habitual y admirador.
Esperemos que los argentinos, al igual
que supieron hacer los españoles,
rechacemos el uso del engaño y la
manipulación por parte de los poderosos,
castigando a quienes para encubrir sus culpas
y proteger sus espurios intereses, no dudan
en mentir y manosear las creencias, emociones
y el patrimonio histórico y político,
no solo de peronistas, sino de todo un pueblo.
Un acto más de abuso de poder y
dominación, llevado a cabo por esos
capitalistas especuladores que solo buscan
depredar las riquezas de las naciones donde
actúan, y no producir y crecer para
beneficio mutuo.
Por ese "capital", al que tanto
combatió Eva Perón.
Ciudadela, 24 de marzo de 2004.
Juan Pappalardo
Secretario Adjunto
a/c Sec. General APTA