Como se aprecia en el aviso publicitario
publicado en el diario La Nación
el Domingo 25/04/04, el Grupo Marsans propietario
de Aerolíneas Argentinas ofrece vuelos
a México desde Santiago de Chile
a través de la empresa chilena Lan-Chile,
y no desde Buenos Aires a través
de su propia empresa, posibilitándole
a ésta acceder a un nuevo destino,
más pasajeros, y mayores ingresos.
Aerolíneas Argentinas queda así
relegada a sus vuelos regionales a Santiago
de Chile, y obligada a ser tributaria en
usuarios y ganancias de Lan-Chile, y del
propio Grupo Marsans, el cual comercializa
los pasajes a México por la aerolínea
chilena.
Ello sucede, porque la ruta a México
JAMÁS fue solicitada por Air Comet-Marsans
a la Subsecretaría de Transporte
Aerocomercial a cargo del compañero
Ricardo Cirielli. Solo existieron críticas
y descalificaciones tan maliciosas como
falaces e infundadas contra dicho Subsecretario,
respecto del otorgamiento de la mencionada
ruta, con el único fin de injuriarlo
y descalificarlo para que sea desplazado
de su cargo, y colocar en su lugar a un
representante de los intereses del Grupo
Marsans, tal cual hubiera sucedido si Carlos
Menem fuera hoy el presidente de la Nación.
Los dueños españoles de Aerolíneas
Argentinas, nunca expresaron a la Subsecretaría
de Transporte Aerocomercial su voluntad,
propuesta y pedido para cubrir el destino
a México, ni respondieron a los numerosos
requerimientos explícitos y por escrito
efectuados por dicho ente a tales efectos.
El Grupo Marsans, mediante Air-Comet, ha
hecho que nuestra Línea Aérea
de Bandera renuncie a la explotación
del mercado mexicano, y que simultáneamente,
contribuya a la rentabilidad de explotación
que realizan Lan-Chile y el propio Grupo
español desde el país trasandino.
¿Será solo un hecho puntual
aislado en desmedro de Aerolíneas
Argentinas? ¿Será pura casualidad?
O será una “causalidad”,
producto de la alianza estratégica
entre el Grupo Marsans y Lan-Chile -de la
cual hace tiempo se habla, para traspasarle
a la compañía aérea
chilena el paquete accionario en nuestra
Línea Aérea de Bandera. Con
lo cual, los chilenos lograrían su
viejo anhelo de controlar a Aerolíneas
Argentinas y mediante ella el mercado aerocomercial
nacional, equivalente a tres veces el chileno;
y los españoles, podrían eludir
sus múltiples causas judiciales en
la Argentina, como futuras investigaciones
en España sobre la utilización
de los U$S 758 millones producto de fondos
públicos, otorgados por la SEPI/Estado
español para sanear y reactivar Aerolíneas
Argentinas. Todo un excelente negocio pero,
como siempre, no para los argentinos.
Ciudadela, 3 de mayo de 2004.-