HISPANIDAD.COM
Fecha Publicación: Lunes, 05 de junio
de 2006
EL PLAN GATOPARDISTA DE MARSANS PARA CONTINUAR
EN AEROLÍNEAS ARGENTINAS Y AUSTRAL,
GRACIAS A LA COMPLICIDAD DE ALBERTO FERNÁNDEZ.
Por lo breve
El Gobierno argentino, ¿nuevo socio
de Marsans? Zapatero y Kirchner quieren
enterrar con un pacto dinerario el presunto
fraude de Aerolíneas Argentinas (ARSA)
La Casa Rosada retiraría las impugnaciones
judiciales y registrales contra Aerolíneas
a cambio de una participación accionarial
en la aerolínea de bandera. Por su
parte, Zapatero, que no dudó en utilizar
al caso ARSA como ariete contra el Gobierno
Aznar, se olvidaría de los más
de 2.900 millones de dólares que
a los españoles les ha costado Aerolíneas.
Y ambos se olvidan de que Gonzalo Pascual,
Gerardo Díaz y Antonio Mata, están
imputados en el juzgado núm. 35 de
Madrid por los delitos de fraude y desvío
de fondos públicos.
Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, con
la colaboración de Miguel Sebastián,
Jefe de Asesores Económicos de Zapatero
y Alberto Fernández Jefe de Gabinete
de Kirchner, promueven que Marsans ceda
un porcentaje de sus acciones en Aerolíneas
Argentinas al Estado argentino, a cambio
de la aprobación de sus nuevos balances
y la liberación por parte del Gobierno
del PSOE de los 300 millones de dólares
que Marsans aún reclama al Estado
español, por la compra de dicha aerolínea.
Todo para acordar contra reloj, antes de
la visita de Kirchner el próximo
21 de junio. Y si no al Estado argentino,
a algún empresario privado próximo
a la Casa Rosada.
Versiones de diversa fuente pero siempre
coincidentes, han circulado con insistencia
en los últimos días en Madrid
y en Buenos Aires, referentes al arreglo
que G&G, o Gonzalo Pascual y Gerardo
Díaz, impulsan para continuar con
el control de Aerolíneas Argentinas
mediante la entrega de un porcentaje de
su participación accionarial al Estado
argentino a cambio de la exculpación
de todas las acusaciones que ese mismo Estado
ha efectuado a través de sus Ministerios
de Planificación y Economía,
los cuales les ha rechazaron e impugnado
judicialmente por fraude contable o balances
falsos todos los balances presentados de
Aerolíneas y, además, acaban
de imputarles por vaciarla en favor de otras
empresas del Grupo Marsans. Como contrapartida,
el gobierno de Kirchner le aprobaría
los próximos balances de la aerolínea,
mediante lo cual quedarían invalidadas
o sin efecto los anteriores rechazos como
las impugnaciones judiciales efectuadas.
El aporte o contribución del gobierno
de Zapatero a dicho plan continuista promovido
por G&G, consistiría en liberarles
los 300 millones de dólares que Marsans
aún le reclama a la SEPI por su compra
de Aerolíneas Argentinas aduciendo
supuestas deudas impagadas, haciendo caso
omiso a todas las acusaciones que el Tribunal
de Cuentas le formuló a Marsans en
un reciente Informe, y que su titular Ubaldo
Nieto acaba de ratificar en el Congreso
de los Diputados, por incumplimientos contractuales
en el saneamiento financiero y la reactivación
económica de la compañía,
la no utilización de los dineros
públicos españoles en los
fines preacordados, así como la apropiación
indebida de los mismos. El Plan gatopardista
contaría con el respaldo y asistencia
de Alberto Fernández, el número
dos del Ejecutivo Kirchner, como gusta autodenominarse,
y a quien los gremios de técnicos
y pilotos han acusado reiteradamente de
ser el principal operador político
del Grupo Marsans. Y también contaría
con el visto bueno de Miguel Sebastián,
un asiduo interlocutor de Fernández,
y el más influyente ideólogo
y estratega económico de Zapatero
tanto para asuntos internos como externos,
en especial respecto de las privatizadas
argentinas bajo control español.
Se da la circunstancia de que la entrega
de Aerolíneas Argentinas (ARSA) al
Grupo Marsans por parte de la SEPI de José
María Aznar provocó que el
entonces PSOE opositor se rasgara las vestiduras
por la presunta utilización fraudulenta
de dinero público español
para reflotar ARSA. Los socialistas acosaron
al entonces presidente de SEPI, Ignacio
Ruiz-Jarabo, con una batería de preguntas
que no fueron respondidas, ni mucho menos,
a satisfacción. El propio ministro
Jesús Caldera viajó a Buenos
Aires para “interesarse” por
el estado de la cuestión. Sin embargo
cuando por fin los tribunales han tomado
cartas en el asunto, y Gonzalo Pascual,
Gerardo Díaz y Antonio Mata, número
uno en ARSA, están imputados en un
juzgado madrileño por presunta malversación
de fondos públicos españoles,
los gobiernos español y argentino
se sienten tentados a enterrar el fraude.
Para finiquitar la instrumentación
del Plan maquillaje antes de la inminente
visita de Kirchner a la Moncloa, se reunirían
próximamente en Madrid Pascual, Sebastián
y Fernández. El responsable de los
números es Jorge Blázquez,
segundo de Miguel Sebastián, ahora
de gran actualidad por su posible participación
en el caso Afinsa-Forum Filatélico.
Por estos días Técnicos y
Pilotos de Aerolíneas navegan entre
la perplejidad y el espanto. Gerardo Díaz
les ha reconocido en privado que la situación
de Aerolíneas Argentinas es en verdad
calamitosa tanto en lo financiero, como
en lo patrimonial y técnico –como
Hispanidad venía sosteniendo-, y
que todas sus denuncias contra la administración
empresarial encabezada Antonio Mata, el
cesanteado ejecutivo máximo de Aerolíneas,
eran veraces; pero que les aseguraba que
de aquí en adelante, “comenzaba
una nueva etapa”. Precisamente, estas
palabras terminaron de encender las alarmas
de los gremios, críticos desde hace
años de la administración
Marsans, porque muy similares fueron las
anunciadas en el 2001 por el ahora devenido
en chivo expiatorio Antonio Mata, cuando
el Grupo Marsans se hizo cargo de Aerolíneas
Argentinas, con el mismo fin de garantizar
a los empleados el futuro de la compañía.
Y como bien saben Pilotos y Técnicos,
al igual que deberían saber los gobernantes
de España y Argentina, ya en ese
entonces Pascual y Díaz eran los
dueños mayoritarios o controlantes
del Marsans en un 98%, como lo eran en un
70% de Air Comet la dueña dentro
del Grupo de Aerolíneas Argentinas,
empresa en la cual G&G han reconocido
poseer un 64,47% de sus acciones; así
que, lo llevado a cabo por Antonio Mata
durante cuatro años y medio en la
aérea insignia del país austral,
nunca pudo ser su política personal
, sino del grupo empresarial para el cual
trabaja y en el que además es socio
minoritario. Pascual y Díaz, dado
su indiscutible control accionarial de Marsans,
Air Comet, y Aerolíneas, jamás
pueden alegar y pretender que les crean
–al menos sin ofender la inteligencia
y la honradez de quienes los escuchan-,
que desconocían lo ejecutado en la
aerolínea de bandera argentina desde
fines del 2001, cuando se las entregó
la SEPI junto con 803,2 millones de dólares
para sanearla, reactivarla y hacerla viable
a futuro, ni eludir sus plenas responsabilidades
empresariales y judiciales por lo sucedido
desde entonces.
Como en privado sostienen Técnicos
y Pilotos -quienes a principios de mayo
expusieron ante los Diputados argentinos
con meridiana claridad sobre la aciaga situación
de Aerolíneas y sus causas, acusando
a Marsans de vaciarla y socavar su seguridad
aérea-, que si en verdad quieren
reconquistarlos, como prueba de amor reconozcan
en público sus delitos y, por sobre
todo, que pongan de su bolsillo los 550
millones de dólares que presuntamente
salieron del Tesoro español, pero
nunca llegaron a Aerolíneas Argentinas;
caso contrario, afirman, estaríamos
encubriéndolos y siendo sus cómplices.
No olvidemos que en el Tribunal 35 de Madrid
están procesados como imputados Pascual,
Díaz y Mata, entre otros delitos
por desvío de fondos públicos
españoles, habiéndoles pedido
la querella pena de cárcel o libertad
bajo fianza, y donde deberá declarar
como testigo, el próximo 7 de junio,
Juan Gurbindo, director actual de la SEPI
y artífice de la venta de Aerolíneas
a Marsans; y accede en consecuencia, a entregarle
a dicho Grupo USD 300 millones más,
los cuales se sumarían a los ya 2.900
millones de dólares que el Estado
español destinó hacía
dicha compañía desde 1990,
los españoles deberemos concluir
que desgraciadamente el primer mandatario
entiende pésimamente lo de “la
defensa de nuestros legítimos intereses”,
a lo cual se acaba de comprometer ante nuestro
Parlamento.
Y si el presidente argentino Kirchner propicia
y participa del Plan trascendido, ignorando
todas las acusaciones formuladas a Marsans
a causa de su gestión de Aerolíneas
Argentinas, por parte de dos Ministerios
del mismo ejecutivo que él encabeza,
ratificadas durante tres años consecutivos
y ahora ampliadas; menospreciando los numerosos
juicios comerciales y penales que contra
la administración de Marsans en Aerolíneas
están en proceso en los Tribunales
argentinos; y accede en consecuencia, a
aceptar acciones para su Estado de parte
dicho Grupo empresario a cambio de otorgarle
impunidad, los argentinos deberían
concluir que su primer mandatario entiende
pésimamente lo de la “Argentina
de la justicia y de la dignidad”,
la cual nuevamente reivindicó el
pasado 25 de mayo ante una multitud en Plaza
de Mayo, al cumplirse tres años de
su gobierno, o eso de que “negocia
poco con ciertos intereses”, como
en el mismo acto sostuvo.
Si implementan ese plan, le estarían
enviando un oprobioso y demoledor mensaje
normativo a sus sociedades, el mismo que
promovía como consigna de vida otro
GG, Gordon Grekko en la película
Wall Street, quien afirmaba que la codicia
y la falta de escrúpulos era buena
y saludable, porque permitía acumular
riquezas eludiendo la ley. Aunque ese GG.,
de ficción, también fue a
parar a la cárcel.