SEGURIDAD AEROCOMERCIAL
UN HISTÓRICO RECLAMO DE APTA SE HACE
REALIDAD:
LA FUERZA AÉREA DEJA DE TENER
INJERENCIA EN
LA AVIACIÓN CIVIL Y AEROCOMERCIAL
La Asociación del Personal Técnico
Aeronáutico celebra la reciente decisión
anunciada por el gobierno nacional, de traspasar
la fiscalización, control, capacitación,
e investigación de accidentes de
la Aviación Civil y Aerocomercial,
bajo la juridiscción del Comando
de Regiones Aéreas (CRA), dependiente
de la Fuerza Aérea Argentina, del
ámbito militar al civil, tal cual
estaba enunciado en su plataforma electoral.
Es el comienzo del fin, de una anómala
situación respecto de competencias,
eficiencia y transparencia, inaugurada en
1966 con la decisión adoptada por
el gobierno dictatorial presidido por el
General Juan Carlos Onganía, secundado
por el General Pascual Pistarini, el Almirante
Benigno Varela, y el Brigadier General Teodoro
Alvarez.
APTA, bajo la conducción de Ricardo
CIRIELLI, ha estado demandando dicho cambio
sistemáticamente por más de
una década –desde épocas
en que del tema nadie osaba hablar-, en
todo momento y lugar que le ha sido posible,
tanto en acciones privadas como públicas.
Dentro de estas últimas se destaca,
los tres Seminarios Internacionales sobre
Seguridad Aerocomercial organizados por
APTA en 1998, 2002 y 2004, que siempre contó
con la participación de los máximos
representantes en seguridad aérea
de los Estados Unidos, reunidos en la National
Transportation Safety Board (NTSB). Asimismo,
fue uno de los principales objetivos que
se fijó en su gestión como
Subsecretario de Transporte Aerocomercial
nuestro compañero Ricardo CIRIELLI,
como lo manifestó a menos de un mes
de asumir su cargo, en el reportaje concedido
al diario Clarín el 08/06/03.
APTA, siempre ha denunciado que la juridiscción
militar para fiscalizar una actividad exclusivamente
civil, no solo era contraria a toda razón
como lo testimonia el resto del planeta
a excepción de Nigeria; sino una
de las principales causales del déficit
en la seguridad aerocomercial nacional,
como lo prueba la insuficiente atención
que la Fuerza Aérea siempre le brindó
a nuestras fundadas denuncias, pasadas y
presentes, sobre las falencias en las decisiones
y condiciones del mantenimiento aeronáutico
de las distintas empresas de aviación
locales, entre ellas las de caso LAPA, cuyo
accidente pudo haberse evitado si se hubieran
atendido adecuada y oportunamente las advertencias
de nuestra institución. APTA también
ha reiterado, y ahora ha quedado en evidencia,
que al encontrarse dentro de la misma organización
(CRA), tanto la habilitación para
operar de las compañías aéreas
civiles como la investigación de
sus incidentes y accidentes, siempre existirá
una colisión de intereses personales
y profesionales para dilucidar con rigurosidad
científica y transparencia las causas
reales de dichos infortunios; máxime,
en una institución eminentemente
jerárquica y cerradamente corporativa
como lo es una militar.
Debemos ahora asegurarnos, que los cambios
no serán meramente formales o juridisccionales,
sino sustanciales: respecto de la excelencia
técnica y científica, que
deberán poseer todos los profesionales
que ejercerán a futuro, las tareas
de contralor de nuestra aviación
civil y aerocomercial; como de la infraestructura
tecnológica indispensable con que
deberán contar, para desempeñar
idóneamente sus funciones.
SE HA COMENZADO A DESANDAR UN CAMINO ERRÓNEO
EN LA SEGURIDAD AEROCOMERCIAL DE NUESTRO
PAÍS, TRANSITADO DESDE HACE 40 AÑOS.
SE HA DADO EL PRIMER PASO EN LA DIRECCIÓN
CORRECTA, EN UN CAMINO QUE SERÁ ARDUO
Y EXTENSO, PERO EN EL QUE HAY QUE PERSEVERAR
A PASO FIRME, Y SIN PAUSA.
ES NUESTRA ÚNICA ALTERNATIVA, PARA
GARANTIZAR LA MÁXIMA SEGURIDAD DISPONIBLE
EN EL SIGLO XXI, A LA VIDA DE LOS USUARIOS
Y TRABAJADORES DEL TRANSPORTE CIVIL Y AEROCOMERCIAL
NACIONAL. COMO A LA DE TODOS AQUELLOS, QUE
DESEEN UTILIZAR EL ESPACIO AEROCOMERCIAL
DE NUESTRA NACIÓN.
Ciudadela, 5 de Septiembre de 2006
Gabriel Morselli
Secretario de Prensa