El pasado 6 de abril de 2006,
se llevó a cabo una nueva reunión
del Comité Central Confederal del
cual participaron casi 200 Organizaciones
sindicales nucleadas en la CGT. Durante
el mismo, se informó al Consejo Directivo
Nacional sobre la problemática particular
de cada gremio.
En relación al Sector Aeronáutico
especialmente el conflicto en Aerolíneas
Argentinas y Austral-, las exposiciones
estuvieron a cargo de APLA y APTA.
En el caso de APTA, se puso en conocimiento
de todos los Secretarios Generales allí
presentes el contenido de una nota oportunamente
elevada al Consejo Directivo de CGT solicitando
la expulsión del seno de la CGT de
la Asociación Argentina de Aeronavegantes
por graves violaciones Estatutarias y prácticas
antisindicales.
El informe brindado a los participantes
del Confederal puso de relieve la estrecha
vinculación existente entre el Grupo
español Marsans y la conducción
de la AAA. Dicha organización no
solo se ha constituido en vocero oficial
de la empresa sino que a su vez permite
-sin objetar- despidos, violaciones a los
CCT y normativa de seguridad vigente. Se
informó la radicación de una
denuncia por la cual se deberán investigar
el origen de los fondos utilizados por la
AAA para la publicación de una solicitada
en 6 diarios nacionales por un monto estimado
de $300.000.lo cual resulta evidentemente
inalcanzable para cualquier organización
gremial que debe destinar sus recursos a
sostener la actividad sindical y cumplir
con los fines de representación de
sus afiliados, con lo que el más
que dudoso origen de los fondos para solventar
dichas publicaciones puede comprometer la
referida autonomía sindical. El informe
arrancó aplausos por parte de los
Secretarios Generales presentes.
Es dable destacar que no se encontraba en
el recinto el Secretario General de la AAA
?Ricardo Frecia- en calidad de denunciado,
por lo tanto un existió descargo
oficial a tan graves denuncias. Desconocemos
las causas que llevaron al Secretario general
de la AAA a no participar del Confederal,
pero podemos presumir sin temor a equivocarnos
que prefirió evitar el escarnio y
la descalificación pública
que significó que todo el Movimiento
Obrero Organizado supiera que cuenta entre
sus filas a cipayos incondicionalmente funcionales
a intereses foráneos y en contra
de sus representados.
Ciudadela, 7 de abril de 2006.
|