¿QUÉ
ES LA INFLUENZA A, O INFLUENZA PORCINA
O GRIPE PORCINA?
Es una enfermedad infecto contagiosa causada
por el virus de la influenza porcina,
que normalmente afecta a los cerdos, causándole
un cuadro similar a la gripe de los humanos.
El virus pasó de los cerdos a
los humanos y a través de distintas
mutaciones se convirtió en una
gripe que se contagia de humanos a humanos.
Según los investigadores, este
virus combina características de
la gripe aviar, de la gripe porcina y
de la gripe humana, por lo que ya no es
correcto hablar de la gripe porcina sin
de la gripe A H1N1.
¿Cuáles son los
síntomas?: fiebre generalmente
superior a los 38 ºC, malestar general,
decaimiento, tos, congestión de
vías aéreas y conjuntivas,
dolor de garganta, dolores musculares
y articulares y dificultad para respirar
(disnea), rigidez articular, vómitos,
entre otros.
¿Cómo se contagia?:
el virus puede ingresar por vía
respiratoria, a partir de las gotas de
Flugge que se despiden al hablar, al estornudar
y a través de la tos de los pacientes
infectados, ya que las mismas se mantienen
suspendidas en el ambiente y fácilmente
llegan a la respiración de otras
personas. Esto se llama contagio directo.
Por igual mecanismo, los virus se depositan
en picaportes, pasamanos, teléfonos,
manijas, etc., por lo que pueden pasar
a las manos, y de allí a la boca,
la nariz o los ojos produciéndose
el contagio indirecto.
En la mayoría de los casos se origina
un cuadro gripal de poca importancia,
ubicándose solo en las vías
aéreas superiores. Pero en otros
el virus afecta a los pulmones originando
una neumonía intersticial, la que
puede ser seguida por una neumonía
bacteriana por acción de bacterias
oportunistas.
Esto lleva a una insuficiencia respiratoria
grave, con impacto en otros órganos
y sistemas, lo que puede llevar a la muerte,
sobre todo en niños, ancianos y
otras personas con compromiso de su sistema
inmunitario u otras enfermedades asociadas.
Es útil recordar que no
hay contagio por consumo de carne de cerdo.
¿Cómo se diagnostica
la enfermedad?: si bien es cierto
que esta enfermedad es fácilmente
confundida con otras parecidas, el diagnóstico
es básicamente clínico,
evaluando el contexto de síntomas,
signos y tipo de paciente que los padece,
por lo que en la mayoría de los
casos no se requiere de ninguna prueba
de laboratorio.
No obstante, es útil saber que
hay un test rápido, que en solo
10 minutos permite establecer con absoluta
certeza la existencia del virus H1N1,
el que se utiliza solo en aquellos casos
que revisten gravedad clínica y
está en riesgo la vida del paciente.
En otra prueba, se toma una muestra de
las secreciones nasales, se la cultiva
en células y se puede determinar
de si se trata de este virus o de otro
que puede provocar la influenza común.
¿La vacuna contra la gripe
común es útil?:
no hay vacunas específicas y la
actual vacuna contra la gripe, no protege
contra el virus de la influenza porcina.
Y nuestro organismo carece de defensas
naturales ya que nuestro sistema inmune
nunca estuvo en contacto con el virus
H1N1, por lo que no lo reconoce, y produce
anticuerpos en forma tardía, cuando
la enfermedad ya pasó.
No obstante, se considera recomendable
igual vacunarse contra la gripe común,
pues al menos habrá inmunidad para
los otros virus que pueden participar
del cuadro gripal agravando la situación.
¿Hay tratamiento médico
para la gripe A?: No hay tratamiento
específico contra esta influenza,
pero existen fármacos denominados
antivirales, los que deben ser usado bajo
estricto control médico. De éstos
se describen dos grupos:
1) Adamantanos, que posee
dos medicamentos específicos: amantadita
y rimantadina; y
2) Inhibidores de la neurominidasa,
que también posee dos subgrupos:
oseltamivir y zanamivir.
De éstos dos grupos de antivirales,
se ha observado que el virus presenta
cierta resistencia a los adamantanos,
por lo que en muchos países solo
utilizan los otros.
La mayoría de las medidas a adoptar
son las de la gripe común, tratando
de evitar las complicaciones, que son
las que ponen en riesgo la salud del paciente.
¿Que hacer frente a la
influenza A?
1) No entrar en pánico
sino informarse. Ser solidario y difundir
los conocimientos que se tienen sobre
este virus y la epidemia que causa.
2) Vacunarse contra la
influenza como todos los años,
sobre todo los grupos de riesgo: personal
sanitario, personas mayores de 60 años
o con antecedentes de patologías
respiratorias, insuficiencia renal crónica,
diabetes, obesidad o cardiovasculares.
Recordar que los niños más
pequeños, sobre todo si están
mal nutridos, son muy propenso a padecerla.
3) En el caso de presentar
síntomas como fiebre mayor de 38
ºC, dolores musculares, congestión
conjuntival, decaimiento, o dificultad
respiratoria, recurrir inmediatamente
a un centro de salud. No ingerir aspirinas
ni corticoides.
El médico será quien haga
los procesos diagnósticos y determine
el tratamiento.
4) Evitar contacto con
otras personas que padezcan patologías
respiratorias infecciosas agudas.
5) Aislar a los pacientes
en sus domicilios al menos durante 10
días.
6) Evitar saludar con
un beso o dando la mano.
7) Evitar lugares muy
concurridos (subte, teatros iglesias,
escuelas, etc.)
8) En oficinas, call
centers, y cibercafés se recomienda
limpiar teclados, teléfonos y ratones
con alcohol para desinfectar.
9) No compartir vasos
y/o cubiertos.
10) Ventilar y permitir
la entrada del sol en la casa, las oficinas
y en todos los lugares cerrados.
11) Usar barbijos de
seguridad, pues aunque los virus pueden
atravesar los poros de estos elementos,
igual sirven para detener las microgotas
de saliva a través de las cuales
se trasmite el virus. Es preferible usar
barbijos descartables y al menos cambiarlo
no menos de dos veces al día.
12) En caso de estornudar,
taparse la boca con el pliegue del codo
o con un pañuelo descartable y
luego tirarlo en el inodoro, pero no en
los cestos de residuos de la calle pues
el virus puede sobrevivir allí
durante varios días.
13) En el caso de sonarse
la nariz, hacerlo con pañuelos
descartables y eliminarlos como se indicó
en el punto anterior.
14) Lavarse las manos
con agua y jabón o con jabones
con alcohol y glicerina, luego de estornudar
y al volver de la calle, -donde se ha
tocado picaportes, manijas, pasamanos,
dinero, etc.-, recordando que éstas
son las principales fuentes de contagio.
15) En la calle, en el
trabajo, o en la escuela, tratar de no
rascarse los ojos o llevarse las manos
a la boca o la nariz.
Recuerde
que el lavado de manos frecuente es la
mejor profilaxis.
Si Ud.
tiene síntomas concurra a su médico
y si le indica reposo permanezca en su
domicilio para evitar diseminar la infección.
Dr. Horacio
Minig
Médico Auditor de OSPTA
Eduardo
Vilar
Vicepresidente de OSPTA
Ricardo
Cirielli
Presidente de OSPTA