DIA
DE LA LEALTAD
TÉCNICO AERONÁUTICA
12 DE NOVIEMBRE DE 2008
LOS TÉCNICOS
AERONÁUTICOS REAFIRMAN EL MANDATO DE SU SECRETARIO
GENERAL RICARDO CIRIELLI, RECUPERAN SU SEDE GREMIAL,
Y RECONQUISTAN LA LIBERTAD Y DEMOCRACIA SINDICAL
EN A.P.T.A.
Compañeros,
Desde el día en que reasumí mi cargo
de Secretarío General de A.P.T.A.,
el 02 de abril de 2008, luego de cinco años
de no desempeñar dicho cargo y de estar ausente
de la realidad diaria de A.P.T.A. y
de los Técnicos Aeronáuticos, me propuse
conocer personalmente la situación y las
necesidades laborales y gremiales de cada uno de
ustedes. Con tal motivo, inicié una serie
de reuniones con compañeros afiliados y delegados,
primero en la Sede de A.P.T.A.
y luego en sus respectivas Bases, como así
también, con compañeros referentes
de opinión dentro de nuestros grupos de trabajo.
En todos los casos, la información
y las opiniones recibidas fueron coincidentes y
aterradoras.
Las prácticas
sindicales aplicadas durante mi ausencia, que me
fueron denunciadas y también corroboré,
eran la antítesis de las que yo había
establecido desde mi primer mandato, y aún
peores para los afiliados de A.P.T.A. de las ejecutadas
por las conducciones gremiales que me precedieron.
Según lo informado reiteradamente por nuestras
bases, la conducción de A.P.T.A.
a cargo de los señores, Pappalardo,
Rebecchi, Cepeda,
Servente, Morales,
Prado, Cejas y
Bárzola abusó sistemáticamente
de su poder sobre nuestros afiliados, dejando de
ser los representantes de sus compañeros
para convertirse en los amos de sus vidas y trabajos,
en los dueños de A.P.T.A.
Esos abusos, se manifestaron en la utilización
habitual del clientelismo sindical,
otorgando dádivas bajo distintas formas,
como ser reiteradas e injustificadas categorías
y comisiones al exterior, u otros beneficios laborales
y/o sindicales, a sus acólitos y seguidores
incondicionales; como la represión
interior, persiguiendo, discriminando
y negándoles sus derechos y méritos,
a aquellos que no se les sometían o no podían
controlar. Esas acciones represivas y totalitarias
contra nuestros compañeros, incluyeron el
traslado a otros sectores de trabajo o "exilios
empresariales"; el matonismo y la prepotencia
para tratar de manipularlos; la intimidación
para impedir que se presenten a cargos de delegados
de sector y, hasta el mismo despido de aquellos
que les resultaban indoblegables.
La gravedad del accionar mafioso de esos pseudos
sindicalistas alcanzó tal grado, que además
de sus violaciones éticas y sindicales, cometieron
otras de indudable carácter judicial o penal,
como las tareas de inteligencia
en los sectores de trabajo técnicos aeronáuticos;
y el espionaje interno informático
y de telecomunicaciones, hacia miembros del Consejo
Directivo de A.P.T.A., personal administrativo
del Sindicato y también afiliados, llevado
a cabo desde una oficina ubicada dentro de la Sede
de A.P.T.A. Todos hechos perfectamente documentados
y demostrables, tanto frente a la justicia como
ante cualquier compañero de A.P.T.A.
La causa de semejante
traición hacia nuestro Sindicato y a todos
los técnicos aeronáuticos , fueron
las "relaciones carnales"
establecidas entre esa desleal cúpula sindical
de A.P.T.A -que detentó
el poder desde mayo del 2003 hasta abril de 2008-,
y los dueños del Grupo Marsans.
Ese pacto espurio, sobredimensionó el poder
gremial dentro del Área Técnica en
beneficio de la burocracia sindical denunciada,
a cambio, la complacencia con la fraudulenta administración
empresaria. La consecuencia fue, que terminaron
obrando como patrones explotadores, quienes debían
ser los protectores de los derechos e intereses
de los trabajadores.
Precisamente, fue para detener mi tarea de comunicación
con los compañeros técnicos aeronáuticos,
como para impedir que aplicara las inevitables sanciones
internas contra los culpables de las gravísimas
irregularidades gremiales comprobadas, que el 12
de noviembre, último, ese grupo de dirigentes
repudiados por nuestras bases, convocó a
una reunión del Consejo Directivo
de A.P.T.A. maliciosa y engañosa, con el
principal propósito de dar un golpe de poder
sindical, e ilegítimamente destituirme de
mi cargo de Secretario General de A.P.T.A., avasallando
el mandato democrático que me otorgaran mis
compañeros y colegas.
Para abortar tal
maniobra a espalda de los técnicos aeronáuticos,
cientos de compañeros provenientes de Aerolíneas
Argentinas, Austral, Córdoba-Lockheed,
LAN y Aerotalleres,
se movilizaron dicho día para brindar públicamente
su respaldo y aval a mi conducción dentro
de la Sede Sindical de A.P.T.A.,
donde estaba convocada la reunión de su Consejo
Directivo.
Sin embargo, su
propósito se vio violentamente frustrado,
dado que los responsables de la convocatoria del
Consejo Directivo de A.PT.A. habían
ordenado bajar la cortina metálica del sindicato
y prohibido la entrada a su "Casa Sindical",
a los cientos de compañeros autoconvocados.
Ese discriminatorio e ilegal derecho
de admisión a nuestros afiliados,
impuesto por la misma dictadura sindical que se
apoderó de A.P.T.A. desde
mi licencia como Secretario General
en mayo de 2003, era ejercido por una docena de
matones a sueldo armados, que sí estaban
autorizados a ocupar la Sede de A.P.T.A.
que les era negada a los afiliados y legítimos
dueños. Uno de ellos agredió físicamente
al compañero miembro del Consejo
Directivo, Osvaldo Calarco,
cuando traspasó la puerta de la cortina metálica
para intentar levantarla desde el interior.
Finalmente, luego
de varias horas de frustrante espera, los compañeros
auto-convocados decidieron ejercer su inalienable
derecho de ingreso a su "Casa Sindical",
y levantaron entre todos desde el exterior la cortina
metálica, mediante la cual el grupo golpista
enquistado en el Consejo Directivo de A.P.T.A.,
les impedía su ingreso. Posibilitando, a
su vez, mi ingreso y la del resto del Secretariado
de A.P.T.A.
Luego, acompañados
por la fuerza pública para resguardar su
integridad física, se retiraron de nuestra
Sede Sindical, los señores
Pappalardo, Cepeda
y Servente, siendo insultados y
repudiados masivamente a causa de su inaceptable
y deshonrosa conducta sindical, por todos los compañeros
técnicos aeronáuticos presentes.
Es por
eso Compañeros, que el 12 de Noviembre será,
sin duda, recordado en la historia de A.P.T.A, como
el DIA DE LA LEALTAD TÉCNICO AERONÁUTICA.
EL DÍA,
EN QUE EN A.P.T.A SE IMPUSO LA VERDAD, LA JUSTICIA,
LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA SINDICAL, DERROTANDO
APLASTANTEMENTE A LA MENTIRA, LA INJUSTICIA, LA
REPRESIÓN Y LA DICTADURA SINDICAL.
EL DÍA,
EN QUE LOS TÉCNICOS AERONÁUTICOS HAN
DEMOSTRADO Y SE HAN DEMOSTRADO, QUE LOS ÚNICOS
DUEÑOS DE A.P.T.A. SON ELLOS MISMOS.
Ciudadela, Noviembre
18 de 2008.-
Ricardo Cirielli
Secretario General de A.P.T.A.