APTA,
la Asociación Sindical representante
de los más de 850 Técnicos
Aeronáuticos que hoy trabajan
en la fábrica aeronáutica
de Córdoba actualmente concesionada
a la empresa Lockheed-Martín, celebra
y avala la acertada decisión política
de reestatizar dicha planta industrial,
recuperándola para la producción
aeronáutica nacional.
La ex Área
Material Córdoba, pionera
latinoamericana en la fabricación
de aviones civiles y militares, fue
otra víctima del festín privatista
ejecutado por un Estado extremista neoliberal,
versión Consenso de Washington, desindustrializador
y desregulador, que asoló
económica y socialmente la Argentina
durante la década del 90.
El resultado, fue nefasto
como en tantos otros, se llevó a
una industria aeronáutica que había
sido líder en la región en
los 70, la cual mantenía intacto
su potencial técnico y profesional
como su pujanza laboral, a un estado
empresarial casi exánime como el
presente.
La decisión
es inobjetable, porque es la única
que puede posibilitar financiera y económicamente,
tanto el resurgimiento de nuestra la industria
aérea como la continuidad de sus
puestos de trabajo. Lo cual es
la diferencia entre la vida y la muerte
para un trabajador y su familia, en un mundo
cuyo desmoronamiento productivo está
generando diariamente millones de desocupados
en todas las latitudes, especialmente en
la del norte. Que los mismos países
desarrollados están tratando de revertir,
con dosis masivas de nacionalizaciones,
proteccionismo, regulaciones y desglobalización.
Por lo tanto, cuando nosotros
aplicamos sus mismas recetas para defender
y promover el trabajo y el capital nacional,
no debemos permitir nunca más
que nos descalifiquen y condenen, con epítetos
hipócritas de “populistas”,
“estatistas” o “demagogos”.
O lo somos todos, o no lo es nadie. Si se
justifican esas políticas de Estado
para los opulentos y culpables de la actual
crisis financiera y económica internacional,
mucho más deben serlo para los pobres,
vulnerables y víctimas de aquellos.
La Planta Industrial
Aeronáutica de Córdoba,
debe reasumir de aquí en más
como política de Estado, su proyecto
histórico de desarrollo. No solo
destinado al mantenimiento y reparación
aeronáutica sino, por sobre todo,
a la fabricación de aviones argentinos
civiles y militares, tal cual fue ideada
como Fábrica Argentina de
Aviones.
Usufructuando la excelencia de la mano de
obra aeronáutica nacional, tanto
en lo académico como en lo industrial.
Debiendo conformar
con las también estatizadas,
rescatadas de 18 años de administración
fraudulenta a manos de capitales públicos
y privados españoles, Aerolíneas
Argentinas y Austral, un polo de desarrollo
industrial aeronáutico nacional de
primer nivel internacional.
No subordinado o como apéndice
de otra industria aérea o país,
sea lejano o cercano. Sino integrado regionalmente
a nivel de igualdad, como sucede en la industria
aeronáutica europea.
Como sabiamente diagnosticó
el Dr. Aldo Ferrer, “el
desarrollo sigue siendo un proceso que ocurre
en el espacio nacional”, “los
países que delegan no crecen”.
ESE
DEBE SER EL DESAFÍO Y EL TRABAJO,
DE LAS FUTURAS GENERACIONES DE ARGENTINOS:
TÉCNICOS E INGENIEROS AERONÁUTICOS;
ADMINISTRADORES; EMPRESARIOS; POLÍTICOS
Y FUNCIONARIOS, COMPROMETIDOS CON LA INDUSTRIA
AERONÁUTICA NACIONAL.
SI
LO HICIERON QUIENES NOS PRECEDIERON
MEJOR DEBEMOS HACERLO NOSOTROS
Córdoba,
Marzo 17 de 2009.
Ricardo
CIRIELLI
Secretario General