NUEVAS
CONQUISTAS VIEJOS METODOS:
FALACIAS, CORRUPCIÓN Y EXPOLIACIÓN. |
El Estado español
acaba de anunciar públicamente, a
través de su Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI), controlante
de Aerolíneas Argentinas y Austral,
que las dos empresas cerrarán antes
de fin de 2001 si los gremios no acceden
a bajar sus salarios, flexibilizar sus condiciones
laborales, aumentar sus horas de trabajo,
renegociar sus convenios colectivos, negociar
"retiros voluntarios", y el gobierno
no cumple el acuerdo del 13 de octubre de
2000 (la SEPI/Estado español quiere
ahora deshacerse de 1200 empleados más,
sumados a los 5000 que los españoles
ya suprimieron desde el comienzo de la privatización;
lo cual equivaldría a eliminar de
hecho una de las dos empresas, dado que
Austral sola posee 1200 trabajadores). Agrega
además la SEPI/ Estado español
-o amenaza -, que no pondrá más
un peso si no se cumplen los resultados
empresariales, porque los empleados no han
querido acompañar su Plan Director
de Salvataje.
Quienes afirman esto, y pretenden que se
les crea, son los mismos que hace diez años
vienen reestructurando y ajustando Aerolíneas
tratando que dé ganancias, y siempre
informan que da más pérdidas.
Es el mismo Estado español que en
Octubre de 1990, anunció con gran
ostentación publicitaria en los principales
medios de comunicación del país,
que nacía "una nueva Aerolíneas
que entra en una senda de inversiones, desarrollo
y potencia empresaria", y que en 5
años entre otros logros, "incorporaría
aeronaves de última generación
por 556 millones de dólares; no pediría
un centavo de subsidio al Estado Nacional;
y tendría un patrimonio neto de 660
millones de dólares".
Con estas fabulosas promesas, el Estado
español tomó el control de
Aerolíneas Argentinas en 1990, sin
deudas y con un patrimonio en activos por
mas de 700 millones de dólares.
Ya conocemos en lo que se convirtieron esas
promesas 10 años después:
más de 1000 millones de dólares
de déficit; en lugar de 30 aviones
que originalmente tenía Aerolíneas,
sólo le queda uno propio y los demás
están en leasing; se vendieron todos
sus activos edilicios en Capital (Paseo
Colón, Versailles, Catalinas y Bouchard),
sus sucursales nacionales y extranjeras;
y sus simuladores de vuelo; se deshizo de
su transporte de carga de cabotaje y de
su sector de informática; además
de obtener ahora por parte de nuestro Estado,
un compromiso de pago por 32,5 millones
de dólares.
Quienes quieren que sigamos confiando en
sus compromisos y proyectos, son los mismos
que nuevamente en octubre del año
2000, volvieron a comprometerse con el Gobierno
Nacional - en las personas del entonces
Ministro de Economía Dr. Machinea,
el jefe de Gabinete Cristian Colombo, el
Secretario de Programación Económica
Miguel Bein y el mismo Presidente de la
Nación Dr. Fernando De La Rúa-
a no recurrir a despidos, mantener todas
las rutas operadas y expandirse aún
más.
Ahora, cinco meses después, otra
vez anuncian que no harán lo que
afirmaron que harían, y en cambio
despedirán miles de trabajadores;
abandonaron y seguirán abandonando
numerosos destinos de cabotaje; cancelaron
y cancelarán las nuevas rutas previstas
al exterior; y muy posiblemente, devuelvan
los cuatro Airbus A-340.
Quien, por lo tanto en su sano juicio,
y defendiendo los intereses del trabajo
y la industria nacional, pueden considerar
razonable, fecundo y válido, seguir
creyendo y efectuar nuevas concesiones,
a quienes las incumplieron siempre, y sobre
todo, han dirigido a Aerolíneas Argentinas
y Austral, con una manifiesta y permanente
impericia ó premeditada mala fe,
tal cual es más que evidente, que
ha sido el caso del Estado español.
El Plan Director, elaborado por la SEPI
/ Estado español, es como APTA denunció
por escrito en mayo del 2000, "la
intención de concluir el proyecto
de robo para su corona, que durante 10 años
realizó el Estado español".
Ello se consumará, con la misma lógica
que Iberia / Estado español comenzó
el despojo de Aerolíneas: tratando
de generar las mayores ganancias para sus
arcas vendiendo todos los activos posibles.
Hoy esos activos son sus rutas, entregadas
a otros operadores en concesión;
y su mantenimiento, el que se pretende tercerizar
formando una nueva empresa entre españoles
y otros reparadores extranjeros. Con lo
cual, Aerolíneas Argentinas tendrá
que pagar mucho más por sus trabajos
de mantenimiento aeronáutico, perdiendo
junto con el país, su calificada
industria de mantenimiento y reparación
aérea.
Pero en lo que respecta a APTA, el no acceder
a las nuevas exigencias de los dueños
de Aerolíneas y Austral no
es sólo una cuestión de falta
total de confianza en los españoles
dados sus diez años de antecedentes;
o la convicción de que todo lo que
ceda se transformará en mayores beneficios
transferidos a España; o a la ya
denunciada "Corporación Jerárquica"
enquistada en las empresas, y no a Aerolíneas
y Austral. Es además, porque
los Técnicos Aeronáuticos
hemos "acompañado" o cooperado
desde el comienzo de la privatización,
con la reestructuración de Aerolíneas
para que ésta genere buenos resultados
y sea viable, tal cual lo está pidiendo
ahora la SEPI / Estado español: nuestros
salarios están congelados desde el
inicio de la conducción española
de Aerolíneas, (los 1050
Técnicos y Despachantes de Aeronaves
afiliados a APTA reciben una masa salarial
de $1.881.000.-, mientras que los 160 empleados
fuera de convenio perciben por igual período
una masa salarial de $2.643.000.-); y la
cantidad de Técnicos Aeronáuticos
por avión pasó de 61 en 1991
a 21,84 en la actualidad. Con el agravante,
de haber soportado trabajar durante toda
la administración de Iberia/ SEPI/
Estado español, bajo la presión
y el temor permanente de perder nuestros
puestos o fuente de trabajo. Por otra parte,
que nadie se equivoque, el convenio colectivo
de APTA no es " setentista", como
muchos afirman para descalificarlo. Es "noventista",
dado que fue homologado por el Ministerio
de Trabajo en 1991, precisamente cuando
en dicho Ministerio había funcionarios
que también hoy están . Tal
es el caso de Anselmo Riva, actual Secretario
de Trabajo, que en ese entonces ocupaba
el cargo de Subsecretario de Trabajo.
No se debe olvidar tampoco, que jamás
se distribuyó tan injustamente como
en los últimos diez años la
masa salarial total de Aerolíneas
Argentinas, debido a que Iberia/ Estado
español anuló la escala salarial
integrada, por la cual si se aumentaba el
sueldo a los trabajadores de un sindicato,
también se le debía aumentar
proporcionalmente a los del resto. La cual
tenía el propósito de distribuir
equitativamente la masa salarial, entre
todos los empleados de la empresa. En cambio,
hoy en día resulta ser que los trabajadores
de APTA, AAA y APA que representan
el 75% del personal de Aerolíneas,
reciben solo el 43% de su masa salarial
, mientras que los empleados de APLA, ATVLA,
UPSA y el personal Fuera de Convenio, que
suman el 25% del personal, reciben el restante
57%.
Así se explica mejor, una de las
razones por la cual el último grupo
de sindicatos sí aceptan rebajas
salariales y renegociación de convenios.
Seguramente, estiman que han recibido durante
el control empresario por parte del Estado
español, una porción tan significativa
de las utilidades de Aerolíneas,
que ahora les corresponde o es su deber
tanto económico como moral, el efectuar
una restitución parcial de lo mucho
que se les ha dado y que se les da. Máxime
que el que se lo está pidiendo, es
el mismo que el que se lo otorgó:
el Estado español.
En relación a la reducción
de costos por el personal, que la SEPI/
Estado español pretende realizar,
si la misma se concreta, le permitirá
a Aerolíneas obtener un ahorro anual
de 23 millones de pesos, equivalente a 1.7
millones de pesos mensuales, (resultado
de la suma anual dividida 13 = 12 sueldos
mas aguinaldo), es decir nada, para una
empresa que según los españoles
pierde 30 millones de pesos por mes. Sin
embargo, y es para tener muy en cuenta,
tendría un efecto disparador inevitable
sobre los riesgos de la seguridad en vuelo,
por el perjuicio que sobre las condiciones
de vida del Personal Técnico Aeronáutico
va lógicamente a ocasionar; potenciado
por el deterioro de las condiciones laborales,
si como se pretende se llegara a aumentar
las horas de trabajo, y se reducen la cantidad
de técnicos en servicio, efectuando
despidos.
Menos salarios, menos Técnicos
Aeronáuticos y más horas de
trabajo, pueden ser un cóctel fatal
para la seguridad aérea, y la vida
de los pasajeros.
Sería mucho más lógico,
justo y beneficioso empresarialmente, si
trataran primero de solucionar las dificultades
que generan los restantes 28 millones de
dólares de déficit mensual.
Y si lo consiguen, luego pedir una colaboración
más a sus trabajadores.
En cuanto a la renegociación de los
convenios colectivos que la SEPI/ Estado
español exige, aduciendo que los
actuales encarecen los costos empresarios
por arriba de los de la industria, al menos
en el caso del personal de APTA es absolutamente
falso, y lo demostramos con documentados
estudios que estamos difundiendo. Asimismo,
resulta ser un planteo incomprensible en
la actualidad, teniendo en cuenta que ya
en 1997, el Gerente de Recursos Humanos
de AA Jorge Cubero, actualmente Director
de Recursos Humanos de dicha empresa, declaraba
lo siguiente:
"desde 1991 hemos flexibilizado
nuestro sistema laboral, con los seis gremios
establecimos negociaciones en forma directa".
Revista Noticias del 25/01/97.
LA
SIMULACIÓN Y EL ENGAÑO
PREMEDITADO, EN LA BUSQUEDA DE LA
IMPUNIDAD. |
Lo que la SEPI / Estado español
está llevando a cabo con nuestra
aerolínea de bandera, con el consentimiento
del gobierno de la alianza, es una maniobra
tanto de ocultamiento (de lo que han hecho
a Aerolíneas durante 10 años
y de lo que en verdad quieren terminar de
hacerle), como de evasión (de transferencia
de sus responsabilidades y culpas a los
trabajadores que, como los Técnicos
Aeronáuticos, quieren impedir que
se siga saqueando un patrimonio de todos
los argentinos, para beneficio de la corona
de España). Esta misma maniobra ya
la efectuaron con éxito Iberia/SEPI/Estado
español en Venezuela, logrando con
ella quebrar en 1997 a su línea aérea
nacional, VIASA. Por supuesto, para hacerlo
también contó con el beneplácito
del gobierno venezolano de turno.
De lo que se trata es de distorsionar ante
la sociedad argentina la apreciación
de la realidad, y hacer aparecer a las víctimas
como victimarios y viceversa.
Ante la inmoralidad extrema, fácilmente
detectada por la sociedad, sobre el latrocinio
cometido con Aerolíneas, el Estado
español, intenta ocultarlo mediante
dicha maniobra, usando para efectuarla dos
tipos de discursos o estratagemas desresponsabilizantes.
Para la primera etapa, cuando ejerció
la conducción a través de
Iberia, utilizó la excusa: "Quisimos
hacer lo mejor pero no pudimos. Se cometieron
errores pero ajenos a nuestra voluntad.
No tuvimos éxito, pero los atenuantes
nos eximen de culpas". El ardid se
basa en admitir que algo o incluso todo
lo hecho fue incorrecto, pero siempre justificable
dadas las circustancias.
O, como expresó el presidente de
la SEPI/Estado español, Pedro Ferreras
Díez, "la gestión no
ha sido especialmente afortunada. Pero,
éste no es momento de los reproches,
ni siquiera de hacer análisis críticos
sobre ese tema. Luego, ya depuraremos responsabilidades"
Clarín 18/06/00.
Pero ¿Cuándo y dónde
llegará ese momento?, y ¿Quién
será el juez? Si el gobierno argentino
que es quien tiene el deber de hacerlo,
porque un patrimonio de la Nación
fue devastado por un Estado extranjero,
ha resignado el ejercicio de tal obligación.
Para la segunda y actual etapa de su administración,
ahora a través de la SEPI, el Estado
español busca exculparse para ejecutar
el final de su plan para Aerolíneas
y Austral, empleando la justificación:
todo lo que hacemos es lo mejor y lo único
posible, para salvar a la empresa. Quienes
se opongan serán los únicos
culpables de su caída, como de cualquier
otro mal que le ocurra. O, como declaró
en el diario La Nación, el 07/02/01
una fuente muy cercana a la dirección
de Aerolíneas que pidió reserva
de su nombre, y cuyas expresiones son similares
a las vertidas en privado por el español
Emilio Cabrera, el actual Director General
de la compañía: "Aerolíneas
es viable siempre y cuando se cumpla con
el plan, si no va a la quiebra. La SEPI
no pondrá un peso si no se cumplen
los resultados, sólo porque los empleados
no han querido acompañar el plan
para salvar la empresa".
La estrategia que este engaño discursivo
utiliza para ocultar la realidad, se basa
en aceptar la responsabilidad de que lo
que se hace (despidos, reducción
salarial, aumento de horas de trabajo, etc.),
pero negando completamente que se trate
de algo equivocado o con consecuencias negativas,
sino todo lo contrario.
De esta manera, con la justificación
plena de sus actos, el victimario -Iberia/SEPI/Estado
español -, intenta derivar las culpas
hacia sus víctimas - los trabajadores
de Aerolíneas/Austral-, que han decidido
luchar para que ni ellos ni su fuente de
trabajo desaparezcan, responsabilizándolos
de todas las desgracias que puedan sucederles.
Es, ni más ni menos que una reactualización
y adaptación para el caso de Aerolíneas
Argentinas y Austral de nuestro bien conocido
"por algo será": algo habrán
hecho esos sindicalistas brutos y malvados,
para que el bondadoso y sacrificado Estado
español no haya podido salvar a Aerolíneas
Argentinas y Austral.
Esa es la "visión" de la
realidad, que los españoles se esfuerzan
para imponer entre la opinión pública
nacional y extranjera, mediante sus campañas
de prensa y su guerra psicológica.
Quieren que la sociedad argentina y la
del mundo, condenen a las asociaciones sindicales
que se niegan a aceptar el plan Director
de la SEPI/Estado español. Y, una
vez lograda esa condena, que convierte a
la víctima en victimario, obtener
su propia exculpación: moral, legal
y política. Una exculpación
que se haría automáticamente
extensiva a su principal cómplice
y partícipe indispensable para consumar
los delitos contra Aerolíneas y Austral:
el Estado argentino, de Menem a De la Rúa.
La SEPI / Estado español, también
tratará de embaucar a los trabajadores
de Aerolíneas y Austral con su adoctrinamiento
empresarial, o amedrentándolos con
su estrategia del terror, que amenaza tanto
a sus puestos como a su fuente de trabajo,
para lograr que la mayor cantidad posible
de ellos se identifiquen con la ideología
que los auto acusa- se auto acusen-, y se
convenzan que son los culpables de cualquier
mal que a ellos o a su empresa, les pueda
suceder. El propósito, es socavar
la confianza y debilitar la voluntad de
lucha de los trabajadores, que ya no se
dejan engañar más por las
mentiras del Estado español, y están
decididos a luchar contra la desaparición
de Aerolíneas Argentinas y Austral.
GLOBALIZACION
+ NEOLIBERALISMO + ESTADO AUSENTE
= NEOCOLONIALISMO |
Lo que ahora la SEPI / Estado español
ha planeado para el futuro de Aerolíneas
Argentinas y Austral, es uno de dos objetivos.
El primero ya usado con VIASA, es quebrar
Aerolíneas en lo inmediato, e irse
como hidalgos caballeros víctimas
de la incomprensión e incapacidad
nativa, y por lo tanto, eximidos de rendir
cualquier tipo de cuentas, ya sea ante nuestros
tribunales como ante nuestra sociedad. El
segundo, más ambicioso aún,
es continuar durante un breve período
al frente de Aerolíneas para culminar
con los "negocios" que todavía
a expensas de ella pueda realizar, que como
hemos dicho, son fundamentalmente dos: la
tercerización o franquicia de muchas
de sus rutas a otras aerolíneas;
y la venta de su Área Técnica
de mantenimiento y reparación aeronáutica
a una empresa extranjera, para constituir
una nueva compañía independiente
de Aerolíneas con un amplio mercado
nacional y regional, obteniendo utilidades
tanto por dicha venta parcial, como por
la nueva empresa a crear.
Poseería de esta forma la mitad
de la industria más importante de
reparación y mantenimiento aeronáutico
nacional. Por supuesto, cuanto más
bajos sean los sueldos del personal Técnico
Aeronáutico más tentadora
o factible será la venta de esa Área
Técnica, puesto que menores serán
los futuros costos y por ende, mayor el
margen de rentabilidad empresaria a obtener.
Cabe destacar, que este emprendimiento sería
tan redituable, que de no ser posible llevarlo
a cabo como señalamos, igual se lo
concretaría luego de una quiebra
-fraudulenta- de nuestra empresa de bandera.
Si se consuman, éstos últimos
"negocios", Aerolíneas
realmente se convertirá en una empresa
inviable, en lo comercial por la jibarización
de su mercado, y en lo financiero, porque
sus costos de mantenimiento al no ser éste
más propio, se dispararán
de manera insostenible. El resultado para
nuestra aerolínea de bandera terminará
siendo el mismo, y aún con mayores
razones: su quiebra. Y, el Estado extranjero
depredador, disfrazará una vez más
la realidad para justificar el trágico
final, jurando y perjurando que a pesar
de todos sus esfuerzos, fue imposible salvar
a la empresa. Iberia/SEPI/Estado español
podrá entonces festejar la victoria
de su plan, haber logrado hacer desaparecer
a Aerolíneas Argentinas para apoderarse
de la industria y el mercado aerocomercial
nacional: a los destinos donde no vuele
Aerolíneas lo hará Iberia/SEPI/Estado
español- como ya sucede en Europa-
o sus socios locales e internacionales;
y controlará la más grande
infraestructura de mantenimiento y reparación
aeronáutica de la Argentina y de
la mayoría de los países de
Latinoamérica. Tarea, neocolonialista,
cumplida sobresalientemente, pero como siempre
en estos casos con total deshonor e inmoralidad.
Quienes trabajamos en Aerolíneas
Argentinas y Austral somos conscientes de
lo que ha sucedido y sucede en ellas, mucho
más, quienes debemos desempeñar
una responsabilidad de conducción
en alguna de las asociaciones sindicales
vinculadas a las mismas. Por ello, resulta
inaceptable e incalificable, que ciertos
dirigentes de esas asociaciones, estén
avalando y aprobando con sus decisiones
el estrago que el Estado español
continúa ejecutando sobre nuestra
aerolínea de bandera, como el daño
que esto ocasiona a sus trabajadores y a
todo el país. Mucho más llama
la atención, y al repudio, en aquellos
dirigentes que acreditan una formación
profesional previa a su actividad en Aerolíneas,
la cual los preparaba y juramentaba para
defender a cualquier precio, incluso el
de su propia integridad, los superiores
intereses de la Nación; y sin embargo,
no han vacilado en abrazar prestamente al
Estado invasor, y en rendirse con docilidad
al mismo.
Traicionando por espurios intereses subalternos,
tanto su palabra empeñada, como a
su empresa, a sus compañeros de trabajo,
y a todos sus conciudadanos. Dios y la patria
seguro se lo demandarán, pero antes
lo haremos nosotros, los argentinos.
Aerolíneas no se encuentra en esta
situación de postración, ni
le sucedió todo lo que le sucedió
económica y financieramente porque
las sagradas leyes del mercado así
lo dispusieron. Porque el mercado la expulsó
por falta de competitividad.
Aerolíneas se halla así porque
fue vaciada, y robada planificadamente por
Iberia/SEPI/Estado español mediante
la administración fraudulenta de
la misma. Y no creemos que exista ninguna
ley dentro del liberalismo económico,
que obligue a encubrir o a defender delincuentes
-nacionales o extranjeros -, por el bienestar
y la eficiencia del mercado. Por eso es
el Estado argentino quien debe imponer condiciones,
investigaciones y planes al Estado español
y no al revés. Lo cual ya hubiera
sido así, si nuestro Estado se comportara
como uno del Primer Mundo, por ejemplo como
el español.
Si el Estado aliancista no fuera el continuismo
del Estado autoritario, hostil y ausente,
- el Estado enemigo -, como lo fue el del
menemismo. Como es continuismo también
de su política económica.
Una política de desindustrialización
y desnacionalización de la economía
argentina, que se profundizó hace
25 años con Videla-Martinez de Hoz,
se completó con Menem-Cavallo y se
continúa con De la Rúa-Machinea-Cavallo.
Una política económica cuyo
costo inicial para imponerse fueron miles
de desaparecidos físicos, y cuyo
costo final para perpetuarse son millones
de desaparecidos económicos y sociales.
Una política neoliberal de capitalismo
salvaje, que ha sido condenada por la Iglesia
Católica, junto con el marxismo.
Y que provocó, según lo expresado
por el Cardenal argentino Jorge Mejía,
actual Director del Archivo y Biblioteca
de la Santa Sede, que el país esté
"inmerso en un capitalismo salvaje
que no tolera reglas morales, y cuyo único
criterio es el enriquecimiento".
Una política económica totalitaria,
más de fascismo de mercado que de
liberalismo, porque somete a nuestro pueblo
a la dictadura de los mercados, o a la de
aquellos que los controlan.
Fue esta política económica
sumada a la corrupción, la que realizó
con Aerolíneas una privatización
forzosa y a cualquier precio, que estuvo
plagada de irregularidades técnicas
y jurídicas que la arrastraron a
estos calamitosos resultados actuales; y
que la erigieron en uno de los casos más
flagrantes y colosales de corrupción
de la historia menemista. Que, bochornosamente,
lo continúa siendo en la era delaruista.
El Estado español, primero a través
de Iberia y luego a través de la
SEPI, ejecutó con Aerolíneas
- al igual que hizo con VIASA-, un plan
sistemático de aniquilación
y usufructo de su patrimonio, para apoderarse
tras su desaparición del botín
final y más importante: sus rutas,
sus mercados, y su infraestructura industrial
de mantenimiento y reparación aeronáutica.
Nunca fue conveniente o funcional, para
los intereses estratégicos del Estado
español una Aerolíneas rentable,
vigorosa y dominante en su región.
Esa meta ni siquiera fue considerada. Jamás
el Estado español elaboró
una estrategia con fines de crecimiento
y expansión, en cuanto a activos,
personal y mercados, para Aerolíneas,
tal cual hace en España para Iberia.
Como se comprueba en lo registrado en los
diarios de sesiones de las Cámaras
de Diputados y Senadores española,
algunos de cuyos párrafos citamos
al final de la presente introducción
(1). Lo que el Estado español llevó
a cabo con Aerolíneas Argentinas
fue una política de terrorismo económico
de Estado. Y sus trabajadores, como ya lo
fueron sus bienes, seremos sus desaparecidos,
si la fase final de ese plan operativo de
aniquilación, que se llama Plan Director,
termina de aplicarse. Como sentenció
Robert Booth, Gerente de la Consultora de
EE.UU, Aviation Management Service, respecto
de la propuesta de reestructuración
presentada por los españoles:
"nunca ví una aerolínea
que se achique a sí misma para obtener
rentabilidad. Cuando se comienza a cortar
rutas, se reducen los ingresos pero los
costos se mantienen".
The Wall Street Journal, Junio 12, 2000.
Pero no debemos de ninguna manera resignarnos
y pensar que no hay otra alternativa o alternativas
para Aerolíneas, y aceptar la patraña
de la salida única en la que insiste
el Estado español, que no por muy
repetida significa que sea verdad. Los pensamientos
únicos son sólo evaluaciones
parciales de la realidad. Siempre existen
otras opciones factibles de acción
que se pueden hallar. Y un Estado con la
intencionalidad política necesaria,
invariablemente las encuentra o crea. Ello
es válido tanto para nuestro modelo
económico, puesto que una cosa es
la globalización y otra el neoliberalismo,
y no podemos oponernos a la primera porque
es como oponerse a la ley de gravedad, pero
sí podemos integrarnos a la economía
globalizada mediante políticas diferentes
a la neoliberales, dictadas por los grandes
centros de poder, y defender como lo hacen
los países avanzados, sus legítimos
intereses nacionales en cuanto a producción,
capital y trabajo.
Eso se puede hacer sin ignorar ni las leyes
del mercado ni la globalización;
como también lo es válido
para el caso de Aerolíneas Argentinas,
la cual no es una empresa inviable ni comercial
ni financieramente, solo necesita ser administrada
con idoneidad y honestidad, sin rapiña
y con voluntad de hacerla crecer. Además,
un plan alternativo - al menos uno- ya existe,
se llama Plan Restaurar, y fue elaborado
por la misma persona y consultora que desarrolló
el plan de reestructuración de United
Airlines, Randolph Babbitt, que estaba a
punto de quebrar y hoy es la más
importante de los EEUU. Fue y sigue siendo
auspiciado por tres sindicatos aeronáuticos
APTA, AAA y APA, y tiene fuentes de financiación
y operadores potenciales, interesados y
dispuestos a negociar. Naturalmente, fue
rechazado sin analizar por el Estado español,
pero también vergonzosamente, con
similar celeridad y felonía, por
el Estado de nuestro país.
El mismo Estado que por ser Aerolíneas
Argentinas su empresa de bandera; haber
sido creada por él hace cincuenta
años; haber sido financiada y engrandecida
con los impuestos de todos los argentinos;
constituir un servicio público y
un activo estratégico de la nación,
económico, político, de defensa;
y de integración territorial, especialmente
después de la eliminación
de la mayor parte de nuestra red ferroviaria;
y por si fuera poco, poseer aún los
argentinos - entre Estado y trabajadores
-, un 15% de las acciones empresarias, debería
estar enjuiciando a los culpables de su
latrocinio; haber denunciado el incumplimiento
de los compromisos contraídos por
el Estado español en el contrato
de adjudicación de la empresa, y
por ende la caducidad de la misma; y por
supuesto ser él quien idee y desarrolle
un plan alternativo verdadero, que sanee
a nuestra aerolínea de bandera haciendo
pagar sus deudas a sus causantes, y la rescate
reprivatizándola con dueños,
que sean idóneos, confiables y decentes.
Hacerlo no sólo no lesionaría
la seguridad jurídica nacional para
los inversores extranjeros, sino que la
reafirmaría, como siempre lo hace
el combate contra la corrupción.
No hacerlo, significa que el Estado nacional
opta por representar y patrocinar intereses
de los extranjeros que nos esquilmaron,
y no los de los argentinos. Significa, que
la pauta de nuestra política económica
y exterior, sigue siendo el vasallaje, ofendiendo
la memoria y la obra de los fundadores de
nuestra independencia y nacionalidad.
Aunque luego nuestros gobernantes se indignen
y rasguen las vestiduras, cuando se los
califica de genuflexos ante los poderes
económicos extranjeros.
Si en verdad no lo son, tienen la oportunidad
de demostrarlo, ya sea desarrollando un
proyecto y una estrategia aerocomercial
que defienda a las empresas nacionales,
que aún no existe; como con las decisiones
que adopten para resolver la situación
de Aerolíneas Argentinas.
Sería una clara señal que
le permitiría a los argentinos comprobar,
si su Estado a través del gobierno
de la Alianza, va a defender los intereses
y derechos de sus trabajadores y empresas,
tal cual lo hacen los estados de las naciones
más prósperas, o los abandonará
indefensos ante el avasallamiento del poder
extranjero. Y abandonar a Aerolíneas
y Austral es perder más de 10.000
puestos de trabajo, entre los de ambas empresas
y las muchas Pymes que existen alrededor
de ellas. Un dato para nada despreciable
en un país como el nuestro, no solo
por los millones de desocupados, subocupados
y excluidos sociales que existen, sino porque
también, lleva tres años de
depresión económica, y con
más desempleo, no habrá jamás
ni reactivación, ni crecimiento,
ni la tan deseada reducción del déficit
fiscal, ni menos, gobernabilidad (en vez
de correr a apagar incendios, sería
mucho mejor que los previnieran).
VERDAD,
JUSTICIA Y LUCHA INCANSABLE. |
Pero si Aerolíneas cae no
caerá sola, los Técnicos Aeronáuticos
nos encargaremos que así sea. Con
ella caerán todos sus victimarios.
Empezando por el Estado extranjero invasor,
que quiere reconstruir su Virreinato en
Latinoamérica, y nos trata como si
San Martín y nuestra declaración
de la Independencia no hubieran existido.
Nadie en todo el mundo, dejará de
saber lo que han hecho con nuestra aerolínea
de bandera y con sus trabajadores, mediante
el plan sistemático de exterminio
que llevaron a cabo con ambos.
No dejaremos organizaciones públicas
y privadas, nacionales e internacionales,
gubernamentales y no gubernamentales, políticas,
económicas, aerocomerciales, laborales;
ni foros de debate; ni medios de comunicación
ni cualquier otro escenario y momento que
nos sea apropiado, para denunciar
la verdad del pillaje que el Estado español
cometió con Aerolíneas y Austral,
y reclamar que devuelva lo que ilícitamente
se llevó del patrimonio argentino.
Advertiremos a todos los pueblos del planeta,
en especial a los más vulnerables
sobre el peligro que representa la nueva
cruzada conquistadora que ha emprendido
el Estado español actual. A los pueblos
que ese Estado neocolonialista quiere vender
o está vendiéndoles electricidad;
comunicaciones; información mediática;
petróleo; servicios bancarios; transporte
ferroviario; automotriz; aéreo; etc.,
etc. Para que ellos decidan si esos capitales
y ese país, son dignos de confianza;
para permitírseles operar en sus
territorios y darles sus dineros.
El segundo que sufrirá las consecuencias
si Aerolíneas cae, será el
más culpable - ayer y hoy -, nuestro
gobierno nacional. El cual propició
con Menem la entrega a cualquier precio
de la empresa. Y avaló su administración
fraudulenta y vaciamiento; y con De la Rúa
se perpetúa, con idéntica
complicidad y encubrimiento sobre la rapiña
española, para consentir la liquidación
total de Aerolíneas y Austral. Lo
que Menem comenzó con Aerolíneas
-al igual de lo que sucede en la economía
nacional -, De la Rúa lo quiere terminar.
Cabal ejemplo de ser más de lo mismo.
Pero ésta misma coalición
de gobierno que hoy reniega tanto de sus
compromisos electorales de cambio, como
de su obligación de resguardar nuestra
aerolínea de bandera, sus puestos
de trabajo y su rol estratégico para
la Nación, rendirá examen
en las urnas dentro de pocos meses más,
y necesitará volver a desplegar sus
mejores medios de seducción, para
persuadir a su electorado cada vez más
refractario.
Será en ese momento, que nosotros
los Técnicos Aeronáuticos,
informaremos por todos los medios posibles
- e imposibles- a nuestros conciudadanos,
sobre todo lo que el gobierno aliancista
pudo haber hecho y no hizo para salvar a
Aerolíneas; y sobre todo lo que pudo
dejar de hacer pero hizo, para proteger,
favorecer y justificar al Estado delincuente
e invasor español. Los Técnicos
Aeronáuticos nos ocuparemos con tenacidad
y perseverancia, de que ningún Argentino
ignore antes de las próximas elecciones
legislativas, que el presidente De la Rúa,
como sus más destacados funcionarios,
han sido aliados imprescindibles, para que
el Estado español haya consumado
su depredación de Aerolíneas.
Y que unidos -gobierno nacional actual y
anterior, más Estado español
-, han conformado la asociación ilícita,
que destruyó a nuestra aerolínea
de bandera.
Cuando mencionamos culpas gubernamentales
no incluimos solamente al poder ejecutivo,
sino también a los restantes poderes
del Estado argentino - el legislativo y
el judicial -, por lo que por acción
u omisión en su oportunidad para
que Aerolíneas se adjudicara a Iberia
/ Estado español; y por lo que no
hacen ahora para impedir que desaparezca
definitivamente.
El Parlamento tiene muchos recursos para
vigilar y restringir los actos del Poder
Ejecutivo, que no está empleando
hoy para el caso de Aerolíneas y
Austral pero, que sí supo utilizar
en la década del '80, para impedir
que se privatizara solo el 49% de la empresa.
El Poder judicial por su parte, que pudo
en la década del '90 apelar a un
recurso jurídico totalmente improcedente,
para lograr la privatización de Aerolíneas,
como lo fue el "per saltum", y
puede en el presente encontrar justificativos
legales para procesar por "extorsión",
a quien reclama alimentos delante de un
supermercado para mitigar el hambre de desocupados
y jubilados, (hay más de 2500 dirigentes
sindicales y sociales procesados, como resultado
de la judicialización de la protesta
sindical social), aún luego de diez
años no pudo hallar razones jurídicas
suficientes, para investigar la clara y
alevosa administración fraudulenta
ejercida por Iberia/SEPI/Estado español,
contra nuestra aerolínea de bandera,
mediante la cual la vació de su patrimonio.
En hechos como los cometidos en perjuicio
de Aerolíneas Argentinas y Austral,
ser un testigo mudo, teniendo las facultades
para actuar, la obligación, y el
amparo para hacerlo, es también ser
culpable.
No podemos excluir lamentablemente de nuestra
crítica, a la gran mayoría
de nuestra dirigencia política, haciendo
la salvedad de las escasas y honradas excepciones
que existen. Una dirigencia, que a pesar
de provenir mayoritariamente de los grandes
partidos populares argentinos surgidos en
el siglo XX, han olvidado o directamente
abjurado, del ideario y las propuestas nacionalistas
y democráticas de los mismos, y se
han ideológica y políticamente
metamorfoseado en aquello a lo que se oponían
y combatían, y contra lo cual, sus
organizaciones políticas se gestaron.
Como resultado de ello, esa degradada dirigencia
política ha dejado de ser la Causa
para convertirse en el Régimen, falaz
y descreído.
Y, han repudiado - por utópicos-
los objetivos nacionales de soberanía
política, independencia económica
y justicia social, y se han entregado a
"la raza maldita de los explotadores
y mercaderes de los pueblos."
Los Técnicos Aeronáuticos
no luchamos únicamente para defender
nuestra fuente y nuestros puestos de trabajo;
lo hacemos también, para preservar
una empresa que es emblema de nuestra argentinidad,
dado que fue fundada, financiada y atendida
siempre por argentinos, y porque lleva los
colores y el nombre de nuestro país
a las naciones del mundo. Por eso, es tan
importante nuestro deber de denuncia sobre
la verdad de lo que han hecho y hacen con
ella, ante todas las autoridades y ante
cada habitante de este planeta. Perseguiremos
por siempre justicia, por que la nuestra
es la causa de los justos, y no cejaremos
hasta obtenerla, nos lleve un día
o toda nuestra vida, y la de quienes a nosotros
nos sigan. Hasta que sea desenmascarado
el Estado ladrón que se hace pasar
por amigo, y pague sus culpas. Y así
será, porque de su lado está
solo la razón de la fuerza, pero
del nuestro la fuerza de la razón.
Y la historia enseña, que los primeros
siempre son derrotados por los segundos,
cuando los pueblos toman conciencia de las
verdades que están ocultas, y pueden
reconocer sus derechos legítimos,
sus intereses reales, y sobre todo, quienes
son sus enemigos y por qué. Y los
españoles, ahora victimarios, lo
deberían saber muy bien, porque más
de una vez en el tiempo, ellos han sido
las víctimas.
Es por todo lo expuesto, que los Técnicos
Aeronáuticos no dudamos ni de la
justicia ni del triunfo de nuestra causa,
y que cuando el presente se haga historia,
el futuro a nosotros nos absolverá,
por que siempre hemos sido parte de la solución
y nunca del problema de Aerolíneas
Argentinas y Austral. Y nuestra lucha, habrá
sido partícipe de una mucho mayor,
para derrotar a todos los victimarios que
nos impiden realizar la Argentina próspera,
justa y soberana que los argentinos podemos
y nos merecemos tener.
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Ricardo
Cirielli
Secretario General
A.P.T.A. |