El presente informe que
nuestra Asociación ha preparado y
del cual soy responsable, es la materialización
de un proyecto que ya hace mucho tiempo
me había fijado, surgido de la seria
preocupación por la calidad del mantenimiento
aeronáutico en nuestro país
y el mundo, y su inevitable incidencia en
la seguridad del transporte aéreo.
Una relación causa-efecto que siempre
existió, pero cuyos resultados crecientemente
negativos, se han ido agravando con la misma
aceleración con que lo ha hecho la
globalización y la desregulación
a nivel mundial. Una percepción y
una conclusión, ni exclusiva ni limitada
a una Asociación Sindical Argentina,
sino -como se verá en nuestro informe-
es ampliamente compartida por los diagnósticos
de especialistas reconocidos internacionalmente;
por los fabricantes de aeronaves, líderes
en el mercado, como la empresa Boeing Co
; por las organizaciones de control del
transporte aerocomercial como la National
Transport Safety Board (Comisión
Nacional de Seguridad del Transporte) dependiente
del Ministerio de Transporte de los EE.UU.;
y por la misma Casa Blanca, que alarmada
por el aumento inusual de accidentes aéreos,
creó una comisión dirigida
por el Vicepresidente Al Gore, para investigar
sus causas y tomar acciones correctivas.
Aunque tal vez, dada la era mediática
que nos toca vivir, baste mencionar para
dar una acabada idea sobre la magnitud que
el problema ha alcanzado, inclusive ante
la opinión pública, que la
novela "Airframe" del escritor
Michael Crichton (autor de "Parque
Jurásico", y su continuación
"El Mundo Perdido", "Sol
Naciente", "Twister", entre
otras muchas exitosas publicaciones), la
cual se mantuvo entre los Bests Sellers
del New York Times durante cuatro meses,
trata precisamente de un desastre en pleno
vuelo, con muertos y heridos. La investigación
del accidente termina revelando que sus
causas fueron originadas por: fallas en
el mantenimiento; utilización de
piezas no certificadas -o "falsas"-;
y falta de examen y verificación,
tanto de los procedimientos en la cabina
de mando, como del mantenimiento realizado
por terceros. Es decir, un trabajo de ficción
y de alcance masivo, pero basado en el análisis
de hechos reales y de información
auténtica, adjudica en la actualidad
a los problemas en el área de mantenimiento
y a fallas originadas por el uso de repuestos
falsos para abaratar costos, la mayoría
de las causas de un accidente aéreo.
Todo un anticipo de los temas centrales
que desarrollamos en este trabajo.
¿Pero qué fue lo que pasó?
¿Qué sucesos, datos e investigaciones
condujeron inexorablemente a toda la comunidad
del mundo desarrollado -donde primero ocurre
todo-, a poner el énfasis en la necesidad
de reducir la tasa de accidentes aéreos
en el Area Técnica (mantenimiento
y reparación aeronáutica)?
En el estudio de sus procesos de trabajo;
la capacitación de su personal; su
comunicación interna; su organización
de tareas; y por sobre todo, en lo que se
denomina Los Factores Humanos del Area,
los cuales si no son atendidos y satisfechos
en forma adecuada originan los errores humanos
-cadena de eventos-, que terminan provocando
los accidentes fatales (el 12% de las catástrofes
aéreas más importantes de
USA son debidas a fallas de mantenimiento,
y la mayoría implica errores humanos).
Los antecedentes que explican la actual
situación tienen un punto de partida
inequívoco: la desregulación
del mercado aerocomercial iniciada a mediados
de la década del '70, debido a la
desmesurada suba de los precios del petróleo.
A partir de ahí, la consigna empresarial
fue: bajar permanentemente los costos -sin
excepción- para volar cada vez más
barato. Entre las primeras víctimas
propiciatorias de esta política,
estuvo el Sector de Mantenimiento y Reparación
de Aeronaves y Equipos de Vuelo. Y así
se mantuvo, sometido a continuas reorganizaciones
y reformas para generar ahorros empresariales,
ya sea en sus costos materiales como humanos.
Luego, durante el transcurso de unos pocos
años, el aceleramiento constante
del proceso globalizador a nivel planetario
fue agravando los problemas, debido a la
exacerbación de la competencia mundial
y la propagación y afirmación
del liberalismo neoconservador -convertido
muchas veces en fundamentalismo de mercado-
como ideología imperante; una ideología
que -según sus exégetas- impone
dentro de sus "leyes naturales",
la implementación de políticas
de flexibilización laboral , en todas
las economías donde su sistema rige.
Fue así que las consecuencias de
los continuos reajustes macroeconómicos,
multiplicaron y agudizaron las deficiencias
ya existentes en el Area Técnica.
Ello fue confirmado por John Goglia, presidente
de la NTSB, en declaraciones a la revista
Aviation Maintenance de marzo del 97, "los
Departamentos de Mantenimiento han sido
colocados bajo una lupa, como resultado
de una intempestiva serie de incidentes
y accidentes. Y porque se ha demostrado
que el mantenimiento fue la causa fundamental
en varios de ellos, el proceso de mantenimiento
está, justificadamente, siendo investigado".
Por último agrega, "en los '60
y los '70 era realmente extraño tener
accidentes relacionados con el mantenimiento,
pero ya no más".
La crisis más dramática
y peligrosa de este proceso iniciado hace
dos décadas atrás, que ojalá
sea la que marque su culminación,
ocurrió durante 1996. Ese año
contabilizó sólo en accidentes
fatales, la cifra de 57 (ver ANEXO II),
que dejaron más de 2000 víctimas,
entre pasajeros, tripulantes e incluso,
habitantes de las localidades sobrevoladas.
En los Estados Unidos 340 personas fueron
muertas, sólo en los accidentes que
afectaron a las aerotransportadoras más
importantes. La contracara es que para la
mayoría de las aerolíneas
estadounidenses, el año fue financieramente
excelente. Como es lógico, los ciudadanos
de ese país se han sentido amenazados,
y su preocupación alcanzó
tal magnitud que la Casa Blanca se vio obligada
a crear, como mencionara al principio, una
Comisión Investigadora sobre Aviación
y Seguridad, presidida por el Vicepresidente
Al Gore. Su objetivo ha sido bien explicitado:
reducir en un 80% la tasa de accidentes
antes del año 2005. La iniciativa
nació apremiada por el tiempo, que
juega en su contra, puesto que el incremento
constante del tráfico aéreo
global dá como lógica resultante,
un significativo aumento en la cantidad
de accidentes. Según estimaciones
de la Empresa Boeing, ratificadas por la
F.A.A., de continuar con la actual tasa
de aumento, habrá antes del año
2015 una catástrofe aerocomercial
en el planeta casi una vez por semana. Una
frecuencia que en opinión del Vicepresidente
Gore, resulta inaceptable. Deberíamos
por nuestra parte preguntarnos, cuál
es la opinión de las autoridades
Latinoamericanas al respecto, teniendo en
cuenta que la perspectiva de la situación
es aún peor para nuestra región,
donde la tendencia de la expansión
del mercado es superior a la de las restantes
zonas del mundo.
Cuando comenzó este proceso de
deterioro en la calidad de las labores técnicas,
inmoladas en el altar de las utilidades
financieras, hubo más de una voz
que se alzó advirtiendo del peligro,
entre especialistas en aviación y
las asociaciones profesionales de la actividad.
Ninguno de los responsables quiso oír.
Fue necesario que el futuro se hiciera historia,
y que millares de víctimas vociferaran
por su forzado y evitable sacrificio, junto
con muchos otros usuarios que empezaron
a verse como víctimas potenciales,
para que aquellos mismos oídos comenzaran
a querer oír. Por eso, hoy, la pregunta
decisiva es cuanto tiempo / vidas más
habrá que perder para que se tomen
las medidas correctivas necesarias, que
devuelvan a la aeronavegación comercial
los estándares de seguridad que tuvo
desde sus comienzos, en cuanto a confiabilidad
técnica, tanto por su infraestructura
como por la calidad y cantidad de su mano
de obra.
Para contribuir a la recuperación
de la seguridad en vuelo, en relación
al trabajo técnico aeronáutico,
es que realizamos esta investigación.
Porque más allá de la superabundancia
de información farragosa, conque
desde todos los medios se nos abruma para
que la consumamos, de la substancial y útil
siempre habrá más encubierta
que revelada. Desconocida que conocida.
La misión que nos hemos propuesto
con nuestro esfuerzo es, en cuanto a seguridad
y mantenimiento aeronáutico, hacer
esa información esencial e indispensable,
accesible y entendible a todos los involucrados.
Si lo logramos, habremos ayudado tanto a
la defensa de los derechos del público
usuario como de los trabajadores del Sector.
Por eso, la nuestra intenta ser una colaboración
intelectual rigurosa y actualizada, fundada
en una amplia documentación, que
esperamos se transforme en el puntapié
inicial para que en el seno de nuestra sociedad,
ocurra el impostergable análisis
y debate sobre la seguridad de nuestras
aerolíneas, en relación a
la calidad de su mantenimiento. Especialmente,
luego de las privatizaciones y la desregulación
del mercado aerocomercial nacional. Sería
el prólogo necesario para evitar
que existan pseudoempresarios inescrupulosos,
que sólo les importa su caja registradora;
negándose a darle al Area Técnica
de sus empresas la valoración, atención
e inversión que la misma exige, para
salvaguardar como corresponde -y es posible-
la vida de sus clientes y personal. Impedir
en definitiva, que el negocio aéreo
sea gobernado por el principio del cual
nos prevenía Adam Smith y que el
definió como la máxima vil
de los amos: "todo para nosotros y
nada para los demás". Una amenaza
funesta, que sólo el poder de control
del Estado y la sociedad, pueden llegar
a combatir con éxito.
Nuestra Asociación, podrá
tener la capacidad para alertar sobre la
situación y convocar al estudio y
discusión sobre este tema, pero su
sola actuación no es suficiente para
lograr que se ejecuten los cambios y se
efectivicen las nuevas reglamentaciones,
en las actividades de mantenimiento de nuestro
país. Es indispensable también
la participación y cooperación
de los entes específicos de control
estatal; de los empresarios y ejecutivos
de todas las aerotransportadoras -cualquiera
sea su dimensión-. Sin omitir al
Poder Legislativo, que debe velar por el
cumplimento del mandato constitucional,
el cual obliga al Estado a proteger la vida
y bienes de sus ciudadanos.
Finalmente, resulta fundamental la colaboración
del principal protagonista de esta historia:
el pasajero.
Quien convenientemente informado sobre las
aerolíneas -no sólo del precio
de sus pasajes y la "hotelería"
sino, esencialmente, de la seguridad en
vuelo que ofrecen (ver capítulo "El
Nuevo rol de los Usuarios")-, pueda
decidir conscientemente por qué empresa
volar; y así influir sustancialmente,
para que las líneas aerocomerciales
se mantengan competitivas y agranden sus
mercados, pero no a expensas de la seguridad
de sus usuarios, sino porque son quienes
brindan la mayor seguridad técnica
y profesional posible, para transportarlos
sanos y salvos hacia sus destinos.