INFORME
FINAL DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD AÉREA
DE LA CASA BLANCA |
Dirijido al Presidente Bill Clinton
Vice Presidente Al Gore
Presidente de la Comisión de Seguridad
Febrero 12 / 1997
Presidente William J. Clinton
Casa Blanca
Washington,D.C.
Excelentísimo Señor Presidente
Estamos orgullosos de poner a vuestra consideración,
el informe elaborado por la Comisión de Seguridad
Aérea de la Casa Blanca por Ud. designada
por decreto presidencial 13015 del 22 de agosto
de 1996, con un fuero destinado a considerar y evaluar
asuntos relacionados con medidas de seguridad y
prevención aeronáutica,como así
también de control del espacio aéreo,
y para desarrollar una estrategia que mejore a nivel
nacional e internacional ambas cuestiones.
Durante seis meses llevamos a cabo una exhaustiva
investigación dentro de la aviación
civil en cuanto a la organización de medidas
de seguridad y tráfico aéreo. La Comisión
y el personal del mismo ha reunido información
de personas especializadas en el tema, así
como también Agencias Federales, pasajeros
y Empresas líderes de aviación.
Luego de muchos meses de deliberaciones, hemos
acordado una serie de recomendaciones que creemos
servirán para mejorar y perfeccionar las
medidas de seguridad y prevención de nuestro
sistema aéreo.
Nos sentimos privilegiados en haber participado
y trabajado en estas modificaciones y poder remitírselas.
Sinceramente
Al Gore
Vicepresidente
Comisionistas
Al Gore , Vicepresidente
James A. Abrahamson
Jesse Lee Beauchamp
Franklin R. Chang Diaz
Antonia Handler Chayes
William T. Coleman ,Jr.
Victoria Cummock
John M. Deutch
Katleen Flyn
Louis J. Freeh
Jim Hall
Brian Michael Jenkins
Ray Kelly
John Michael Loh
Bradford W. Parkinson
Federico Peña
Franklin D. Raines
Patrick A. Shea
Laura D’Andrea Tyson
Carl W. Vogt
George H. Williams
Director del Personal
Gerald B. Kauvar
De acuerdo con el decreto presidencial 13015 del
22 de Agosto de 1996; a continuación figuran
los integrantes de la comisión de Prevención
y Seguridad Aeronáutica de la Casa Blanca,
designado oportunamente; con sus firmas respectivas.
Nota de Redacción
1- Las dos primeras oraciones
del primer párrafo del capítulo de
Recomendaciones 4.4 han sido modificadas para expresar
con claridad el sentido real del acuerdo establecido
por la Aerolínea Estadounidense.
2- La versión impresa del
informe omitió por descuido la lista de aquellos
a los que la Comisión expresaba su agradecimiento,
ese error fue enmendado en esta edición.
3- Además, los errores
gramaticales y de impresión se han corregido.
4- Esta edición contiene
un Apéndice I, en el que figura el informe
de disenso presentado por la Comisionista Sra. Cummock,
remitido una semana después que el proyecto
fuera votado en acto público y elevado al
Presidente Clinton.
Durante el acto público, la integrante de
la Comisión Sra. Cummock no estuvo de acuerdo
con tres recomendaciones. Su disenso publicado en
este documento también contiene declaraciones
de la Sra. Cummock no hechas en este acto público.Sin
embargo muchas de las objeciones hechas en el disenso
fueron consideradas y rechazadas por los otros miembros
de la Comisión.
Introducción
CAMBIOS
Esta sola palabra resume tanto los desafíos
de la seguridad en la aviación como los medios
por los cuales el gobierno y la industria de la
aviación deben responder. Los cambios no
representan nada nuevo en este campo. El primer
vuelo de potencia que recorría 120 pies en
12 segundos, tuvo lugar hace solo 90 años.
En la actualidad, un avión cruza el Océano
Atlántico en cuestión de horas, mientras
cientos de pasajeros miran películas y cenan.
Una industria que esencialmente ni siquiera existía
antes de la Primera Guerra Mundial, hoy en día
ocupa un lugar central en nuestra economía:
la aviación comercial genera mas de u$s 300
mil millones anualmente y da cuenta de casi un millón
de empleos para los norteamericanos.
Los cambios que se llevan a cabo hoy en día
son tan profundos como cualquier otro que esta industria
haya sufrido antes. Desde 1992, sesenta líneas
aéreas nuevas han iniciado sus servicios
abriendo nuevos mercados atrayendo nuevos pasajeros
y haciendo impacto en las economías de la
industria en forma significativa. El numero de pasajeros
que ha volado en los Estados Unidos durante la ultima
década ha aumentado a mas de quinientos millones.
La FAA (Administración Federal de Aviación)
ha certificado veinte nuevos modelos de aeronaves
en los últimos diez años y esta considerando
la posibilidad de certificar un nuevo medio de transporte
civil de alta velocidad.
Aunque estos cambios parezcan dramáticos,
un cambio aún más significativo es
el que aparece en el horizonte. La tecnología
de la información presenta oportunidades
que nuevamente revolucionarán la industria
de modo tan significativo como la introducción
del motor del jet cuarenta años atrás.
En la actualidad, el tráfico aéreo
es aún controlado a través de radares
de base terrestre, y de una base punto a punto.
La navegación basada en satélites
traerá un cambio fundamental en la forma
de dirección del tráfico aéreo
y demostrará que " los carriles de autopistas
en el cielo" son tan obsoletos como las fogatas
que solían guiar a los primeros aviadores.
La tecnología digital reemplazará
a los sistemas análogos, haciendo que las
comunicaciones entre las naves sea significativamente
más rápida, más eficiente y
efectiva. Estas y otras tecnologías nuevas
ofrecen grandes oportunidades para mejorar la seguridad
y eficiencia, y transformará a la aviación
del mismo modo en que la INTERNET y la WEB están
transformando la forma en que el mundo hace negocios.
Otros cambios son aún más inminentes.
Hacia fines de este siglo la flota comercial que
brinda sus servicios a los Estados Unidos de América
será completamente reacondicionada con naves
que serán más silenciosas y producirán
menos contaminación. Continuando con los
éxitos en los esfuerzos de los Estados Unidos
de América de abrir mercados extranjeros
a la competencia por parte de nuestras aerolíneas,
implicarán la apertura de más aerolíneas,
brindando servicios a más mercados y transportando
a más gente. La continuación de la
tendencia hacia la mayor competencia y los precios
más bajos hará que el volar sea más
accesible a los norteamericanos de clase media de
lo que es actualmente. De hecho, la FAA (Administración
Federal de Aviación) proyecta que en el año
2007 más de 800 millones de pasajeros vuelen
en los Estados Unidos de América, triplicando
el número de pasajeros que volaron en 1980.
Este es un momento también de cambio para
el gobierno. La declaración del Presidente
Clinton de que "la era de los grandes gobiernos
terminó" se coaliciona con una conducción
bipartidaria para hacer que el gobierno funcione
mejor y cueste menos. El compromiso a la reforma
del gobierno resulta no sólo del deseo de
reducir los gastos del gobierno sino también
de un reconocimiento del mismo tipo de cambios que
enfrentan las industrias tal como la aviación
enfrenta al gobierno. Al igual que el sector privado,
el gobierno debe cambiar con los tiempos. La pregunta
es, ¿ Cómo?
FORMACIÓN DE LA COMISIÓN
PARA LA SEGURIDAD EN LA AVIACIÓN.
El Presidente Clinton creó La Comisión
de la Casa Blanca para la Seguridad en la Aviación
para resolver esa cuestión, y le asignó
tres mandatos específicos: observar la amenaza
variable de la seguridad y cómo podemos resolverla;
examinar los cambios en la industria de la aviación
y de qué manera el gobierno debería
adaptar su regulación; observar los cambios
tecnológicos que se producirán en
el control de tráfico aéreo y qué
debería hacerse para obtener la mejor ventaja
de los mismos. Como consecuencia de la tragedia
del vuelo 800 de Trans World Airlines, el Presidente
Clinton le pidió a la Comisión dirigir
su atención en primer lugar al tema de la
seguridad. El Presidente pidió un informe
inicial sobre la Seguridad en la aviación
en un plazo de 45 días, incluyendo un plan
de acción para desplegar maquinaria nueva
de alta tecnología para detectar los explosivos
más sofisticados.
El 9 de Septiembre de 1996, la Comisión
presentó ese informe inicial al Presidente.
El mismo contenía veinte recomendaciones
para aumentar la seguridad en la aviación,
las cuales están expuestas en el Capítulo
3 de este Informe. La respuesta al informe inicial
no tuvo precedentes. En Octubre de 1996, a pedido
del Presidente Clinton se le asignó al Congreso
la suma de más de u$s 400 millones, en concordancia
directa con las recomendaciones de la Comisión,
para la adquisición de nueva tecnología
de detección de explosivos y otras mejoras
en la seguridad. Cinco meses después de la
presentación comenzó la implementación
de casi todas las recomendaciones iniciales.
Desde el principio, la Comisión puso manos
a la obra. El Presidente Clinton anunció
la formación de la Comisión el 25
de Julio de 1996. Unos días más tarde,
el Vicepresidente Gore realizó una visita
al Aeropuerto Internacional Dulles, donde junto
con otros comisionados observaron el aeropuerto
y el funcionamiento de las aerolíneas en
forma directa e intercambiaron opiniones con los
trabajadores. Esta fue la primera de varias visitas.
En los seis meses siguientes, la Comisión
visitó diferentes instalaciones en todo el
país y en otros puntos del extranjero. Con
el objetivo de llegar a la mayor cantidad de gente
posible, la Comisión creó una página
en Internet, tanto para hacer accesible el trabajo
de la Comisión, como para recibir información.
Se han obtenido casi 7000 contactos a través
de la página de la Web, muchos de los cuales
han proporcionado observaciones valiosas. La Comisión
celebró seis reuniones públicas, escuchando
los testimonios de más de cincuenta testigos
que representaban un sector de la industria de la
aviación y del público, incluyendo
familiares de las víctimas de tragedias aéreas.
Reconociendo la naturaleza global en continuo crecimiento
de la aviación, la Comisión patrocinó
junto con la Universidad George Washington una Conferencia
Internacional sobre la Seguridad en la Aviación,
a la cual asistieron más de 700 representantes
de sesenta y un países. De este proceso extensivo,
la Comisión recopiló las recomendaciones
presentadas en este informe final.
VISIÓN PARA EL FUTURO
Para competir en la economía global del siglo
21, Estados Unidos de América necesita una
industria de aviación vibrante y saludable.
Esto depende de los niveles de mejoras y modernización
en la seguridad. En los últimos cincuenta
años, los Estados Unidos de América
ha liderado el campo de la aviación. Pero
tal posición está siendo desafiada
tanto por la competencia del extranjero como por
las debilidades de nuestro propio sistema.
Estas debilidades pueden ser superadas. La Comisión
cree que debería ser una prioridad nacional.
Este informe resume los pasos que podrían
ubicar al Gobierno y a la industria en el camino
para alcanzar juntos dicha meta. Al entrar en el
próximo siglo, nuestras actividades, programas
y resultados deberían definir la seguridad
en la aviación para el resto del mundo.
El liderazgo en la aviación va más
allá de tener aerolíneas competitivas
y fuertes. Esto significa asegurar el liderazgo
en comunicaciones, satélites, espacio aéreo
y otras tecnologías que día a día
están definiendo la economía global.
Esto significa niveles aún más altos
en la seguridad para los viajeros.
El informe de la Comisión refleja un enfoque
en esta visión: asegurar mayor seguridad
para los pasajeros; reestructurar las relaciones
entre gobierno e industria a manera de sociedades
para el progreso; y mantener el liderazgo global
en la industria de la aviación.
RECOMENDACIONES CLAVES
En el área de seguridad, la Comisión
cree que el enfoque principal debería estar
en la reducción de la tasa de accidentes
en un margen de cinco dentro de una década,
y recomienda una reestructuración de los
programas regulatorios y de certificación
de la FAA para alcanzar dicho objetivo.
En el área del control del tráfico
aéreo, la Comisión cree que las mejoras
en la eficiencia y seguridad que vendrán
con un sistema modernizado no deberían demorarse,
y recomienda que el programa se acelere para alcanzar
una capacidad operacional completa para el año
2005. Además, un sistema más efectivo
deberá establecerse para financiar la modernización
del sistema del espacio aéreo nacional y
en las mejoras en la seguridad.
En el área de seguridad, la Comisión
piensa que la amenaza contra la aviación
civil está cambiando y creciendo, y que el
gobierno federal debe guiar la lucha contra la misma.
La Comisión recomienda que el gobierno federal
destine mayores recursos para el mejoramiento de
la seguridad de la aviación y que trabaje
en forma más cooperativa con el sector privado
y con las autoridades locales en el cumplimiento
de las responsabilidades de la seguridad.
Aunque no está dirigida específicamente
a tales fines, la Comisión también
se dedicó al tema de responder por las tragedias
aéreas. En este área, la Comisión
cree que es necesaria una respuesta mejor coordinada
y más compasiva y que la responsabilidad
de coordinar dicha respuesta necesita ser concentrada
en una sola entidad. La Comisión está
conforme con el progreso obtenido hasta la fecha
en esta área, incluyendo la designación
de la Junta Nacional de Seguridad de Transportes
como única entidad (NTSB).
Muchas de las recomendaciones de la Comisión
se aplican de igual modo a cada una de las tres
áreas mayores de enfoque, incluyendo aquellas
relacionadas con la regulación y certificación.
La más importante de estas recomendaciones
es el llamado a un uso más amplio de las
sociedades para cumplir con objetivos. Organismos
de regulación y cumplimiento tales como El
Servicio de Aduanas, Secretaría de Salud
y Seguridad Ocupacional, y la Secretaría
que controla las drogas y los alimentos han puesto
su énfasis en sociedades con industrias,
y están alcanzando resultados impresionantes:
incautando mayor cantidad de drogas y permitiendo
viajar a pasajeros legítimos; reduciendo
accidentes en el ámbito laboral e incrementando
la productividad; y consiguiendo nuevas e importantes
drogas para combatir el cáncer y el SIDA
para comercializar en el mercado en el plazo de
tiempo que suele llevar.
La premisa que se persigue con la formación
de estas sociedades es que el gobierno pueda establecer
metas, y luego trabajar con la industria de la manera
más efectiva para alcanzar dichas metas.
La formación de estas sociedades no significa
que el gobierno abandone su autoridad o responsabilidades.
No todos los miembros de la industria desean ser
socios. En dichos casos, el gobierno debe usar toda
su autoridad para hacer cumplir la ley. Pero, a
través de las sociedades, el gobierno trabaja
con la industria para encontrar mejores caminos
para alcanzar las metas tratando de reemplazar el
enfrentamiento con la cooperación. Dichas
sociedades sostienen grandes promesas para el mejoramiento
de la seguridad en la aviación. Un distanciamiento
de las regulaciones prescritas permitirá
a las empresas obtener una ventaja de incentivo
y alcanzar las metas más rápidamente.
El programa de cooperación del Señor
Peña, Secretario de Transporte con las aerolíneas
para establecer un nivel único de seguridad
es un ejemplo de innovación de sociedad gobierno-industria.
Otro es el anuncio del Vicepresidente Gore del 15
de Enero de 1997 de que Boeing, obrando en consecuencia
con los organismos del gobierno, ha desarrollado
un plan para modificar los timones de dirección
de los cientos de aviones 737. Al actuar sin esperar
el mandato del gobierno, Boeing llevará a
cabo la mayoría de estas modificaciones para
el mejoramiento en la seguridad antes de que el
gobierno establezca una norma para requerir dicha
acción.
Las sociedades deberán extenderse no sólo
a las entidades reguladas, sino también a
los organismos federales relacionados con la seguridad
en la aviación. Una cantidad de organismos
externos a la Secretaría de Transporte tienen
experiencia y recursos que pueden tener un impacto
directo en la mejora de la seguridad. La Comisión
insta al Gobierno a continuar trabajando para expandir
y mejorar estas relaciones intergubernamentales.
En los últimos años, la FAA (Administración
Federal de Aviación) ha comenzado a reconocer
y responder a los cambios que enfrenta. Inspecciones
tales como el informe Challenge 2000 (Desafío
2000) examinaban las formas de mejorar la manera
en que la FAA regula a Técnicos y fabricantes.
Ahora es el momento para que la FAA trabaje en esto
y se reestructure para adaptarse a las demandas
del siglo 21.
Es importante destacar que, de todos los organismos
federales, sólo la FAA (Administración
Federal de Aviación) ha recibido armas nuevas
y decisivas para forjar su propio futuro. Una nueva
Junta Consejera de Dirección proporcionará
información valiosa al proceso de toma de
decisiones del organismo. En 1995, el Congreso concedió
el pedido del Gobierno de Clinton de reformas sin
precedentes de los sistemas de obtención
de servicios y del personal de la FAA. Estas reformas
le dan a la FAA atribuciones ilimitadas para diseñar
sistemas nuevos con el objetivo de cubrir las necesidades
privadas y únicas de los organismos. La primera
fase de estas reformas fue implementada en Abril
de 1996, y aún están produciendo dividendos.
La FAA solía tener 233 documentos de obtención
de servicios y en la actualidad tiene menos de 50.
Con el uso de su proceso aerodinámico, la
FAA ha completado recientemente una obtención
de servicios por valor de mil millones de dólares
estadounidenses en seis meses, sin protesta alguna.
Bajo el sistema antiguo, podría haber demorado
tres veces más y , de igual modo, podría
haber demorado por protestas costosas. Una parte
importante de las normas que regulan al personal
que solía ser extensa, ha sido reducida a
sólo 41 páginas, y permitirá
al organismo contratar personal sólo dónde
y cuándo sea necesario.
Esta flexibilidad será decisiva para enfrentar
los desafíos el siglo que viene. Según
observó recientemente el Administrador de
la FAA, Señor David Hinson, ésta clase
de reforma es "la semilla que se necesita para
accionar en la FAA". El liderazgo entrante
en la Secretaría de Transporte y en la FAA
debe utilizar en su totalidad las flexibilidades
que han sido otorgadas si el organismo mantuviese
el rumbo con los cambios rápidos de la industria
que el mismo regula.
RESPONSABILIDAD EN LA IMPLEMENTACION DE
CAMBIOS
El objetivo de la Comisión para la aviación
en el próximo siglo podrá ser resumido
en las palabras del Señor Robert Crandall,
Presidente de American Airlines, cuando dijo: "
Nos gustaría que el público goce de
la seguridad como un supuesto. Si eso está
por suceder, el cambio es necesario."
La responsabilidad para lograr ese cambio recae
sobre todos los socios del ámbito de la aviación.
El Gobierno, el Congreso y toda la industria de
la aviación y sus empleados (Técnicos,
Pilotos, Auxiliares), deben trabajar en forma conjunta
para realizar los cambios necesarios que los conduzcan
a encaminarse de acuerdo con los desafíos
que deban afrontar. Los compromisos deberán
realizarse en los niveles más altos de cada
organización, en el gobierno y en el sector
privado.
Para asegurar que el gobierno mantenga el centro
de atención en los objetivos establecidos
en este informe, la Comisión recomienda tres
pasos:
1- Que el Secretario de Transporte
informe públicamente anualmente el estado
de implementación en que se encuentran estas
recomendaciones;
2- Que el Presidente asigne al
liderazgo entrante del Departamento de Transporte
y de la FAA la clara misión de liderar sus
organismos a través de la transición
necesaria para reestructurar los programas de seguridad;
3- Que los acuerdos de cumplimiento
para estos cargos, los cuales constituyen los documentos
que los gerentes firman con el Presidente destacando
sus objetivos y medios específicos de evaluar
el progreso, incluyan la implementación de
estas recomendaciones.